Podemos y Ciudadanos en Cantabria

Estas siglas surgieron para recoger de una parte el descontento que generan los partidos tradicionales de la democracia de la Constitución del 78 y de otra para ser urnas de ese descontento con el sistema de algunos ciudadanos. En el caso de Podemos, marca comercial del televisivo y mediático Pablo Iglesias, según pasan los días se está desinflando al mismo tiempo que establece estructuras de partido piramidal al estilo de PP y PSOE y los ciudadanos, algunos incautos que acudieron desde el movimiento de indignaos, perciben que el presunto partido político no es más que una plataforma para conseguir el poder su jefe, Pablo Iglesias.

Su momento álgido de gloria ha sido el  triunfo en Andalucía, aunque ellos pensaban sacar bastantes más votos de los obtenidos, pero a partir de ahí se nos antoja que el ciudadano esta advertido de lo que es y a donde va independientemente de su afinidad con esa gloria del analfabetismo político arribista y fascista que encarna para desgracia de los venezolanos su presidente Maduro. 

No podemos olvidar que la fuerza que todavía tiene Pablo Iglesias se debe a su conocimiento de la manipulación oral, fiel seguidor de Marx y de las teorías de la manipulación informativa de “Goebels” con la ayuda cómplice de algunos programas de televisión de las cadenas que se han prestado al “reality” puro y duro. Pablo Iglesias, gracias a la televisión, ha adquirido notoriedad por una parte y por otra parte debido a los buenos resultados en las europeas.

En Cantabria no están demasiado asentados, han tenido demasiados desencuentros entre ellos antes incluso de empezar como partido ya que desde el mismo momento de enviar Pablo Iglesias sus consignas y designar con el dedazo sus representantes, que no de los ciudadanos, se ha montado la marimorena porque estos creían que iba a existir democracia desde las bases. Pablo Iglesias  quiere una sucursal al estilo del PP y PSOE y los cántabros  creyeron que iban a tener democracia y autonomía  y acuden a las urnas todos desunidos.

Si analizamos el número de diputados que consiguió en Andalucía podremos escudriñar en el tipo de votantes de ese territorio. Para nosotros no es ninguna sorpresa. El resultado que se produjo en Andalucía se debió al demérito de los partidos de la transición PP y PSOE  y la cuota de votos de Izquierda Unida parte de antisistema y parte también de la izquierda descontenta en general con los partidos de siempre. Esa cuota electoral se puede decir que ha sido su techo y que a partir de ahí se producirá su descenso que podría producirse de forma fundamental si las formaciones socialistas y conservadoras pidiesen perdón a sus votantes y tomasen las medidas oportunas de escarmiento cosa que hasta la fecha no han hecho porque no basta el pedir perdón sino pedir perdón con hechos y dimisiones, como pueden ser las de Pujalte, Trillo, Chaves,  Mato y un largo etc. 

El origen de la formación Ciudadanos es otro cantar porque su líder Albert Rivera se ha batido el cobre desde hace años en el peor de los escenarios, Cataluña. No ha tenido el apoyo mediático como Podemos a través de los medios de televisión  sino  que Ribera ha tenido que luchar desde la desnudez que supuso aquella famosa foto, a ganarse un prestigio muy importante, el de honradez, fiabilidad etc.., aparte de credibilidad porque agrupa a distintos profesionales de varios ámbitos.

Con esos mimbres ha pegado el salto a la política nacional y es ahí donde entendemos que está sobrestimando sus posibilidades. Debería de haber obligado a presentar candidaturas fuertes y de prestigio donde las tuviere y nunca candidaturas de aluvión mediocres que sólo tienen la marca y no tienen contenido. Y es que en algunas candidaturas de Cs, sus candidatos, dan la impresión de que bien pueden presentarse por Ciudadanos como por Podemos y que además se ve que son candidatos de la recolocación, más de lo mismo, y que por otra parte han pegado el salto desde UPyD a Ciudadanos porque han visto -alpiste-.Los ciudadanos ya resabiados piensan si no cambiaran las orejas por el rabo.

Ese fallo inicial se debe superar porque si no es así la vida de futuro de la formación de Cs en territorios como Cantabria tiene los días lánguidos contados. Albert Rivera, su comité nacional, tendrá que poner coto y solución cuanto antes porque los ciudadanos siglo XXI ya no disponen solo de periódicos oficialistas sino de comunicación real y al minuto aparte de que las noticias sean interpretadas desde muchos puntos de vista y no como antes desde el punto de vista oficial que interesaba a ciertas elites gobernantes.

En Cantabria Cs de Ribera se ha quedado a medio camino de lo que en principio se pretendía a lo que ha nacido. Dicen, para justificar la premura de la confección de un par de listas que han sido las prisas  pero de no tener un resultado sorprendente debieran animar a la dirección nacional a refundar Cs en Cantabria ya que si no se convertirán en una franquicia tipo UPYD.

Los ciudadanos de Cantabria veían Cs como la formación o movimiento abierto que incluiría profesionales de nivel y prestigio, trabajadores, ciudadanos en definitiva de todas las clases y se ha quedado con las siglas y quienes las manejan, dicen, son fundamentalmente los que dieron el salto desde UPYD lo que ha producido  a los votantes ese aspecto negativo no dejando acceder a gente muy válida porque parece ser temen ser desbancados. Mucho tendrá que meter las tijeras Albert para conseguir un partido serio y de prestigio en Cantabria para que no sirva de pan para  un día y hambre para el futuro en cuanto desaparezca el efecto Ribera.

No olviden que los partidos -de ala caída- ,en encefalograma plano por su presidencialismo, cerrazón y falta de democracia interna empezaran a remontar obligados por sus estructuras de base e ideología .En efecto PP y PSOE deberán apartar para remontar a los conocidos re colocados  del carné que nunca han trabajado en el mundo laboral productivo como ha recogido en Cantabria toda la prensa  enseñando sus caretos y curriculum, que están sin saber lo que son y representan, salvo para cobrar la nómina.

Tenemos la peor clase política que nunca ha existido en España y los que quieren llegar es para echarse a correr  pero amigos de la boina no se quejen porque al menos como afirmaba Ambrose Bierce: “tenemos el  sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron ellos"

¡Se acuerdan de aquellas democracias franquista a stalinistas y otras!...puesta la nuestra no la va a la zaga como no la cambiemos cuanto antes.