Muerte en París

 Son muchos los análisis y las preguntas que inundan los medios de comunicación para hallar el porqué de la salvajada de París, esta vez les ha tocado a ellos como en su día tocó a otros entre los que desafortunadamente nos encontramos. Pero ya estamos en el día después y existen respuestas, no todas. Queremos destacar, con cierta envidia, la unión mostrada por el pueblo francés, otra vez ha salido la gran nación francesa unida y sin fisuras, y un líder aceptado por todos Hollande. ¡Qué envidia!

También destacar su rapidez y firmeza en la respuesta lanzando sus aviones a por los asesinos y poniendo el ejército y la policía en la calle para la gran caza de los asesinos sin titubeos y con el apoyo de todas las fuerzas políticas. Lo que está claro es que hay que empezar a tomar ciertas medidas y no esperar al siguiente atentado, se tiene que acabar con esa´-mano de obra barata asesina- pero antes desenmascara la financiación, verdadera gasolina de esos terroristas. Algunos dicen que esta escalada asesina es una réplica a las cruzadas y no es así.

¿Cuáles fueron las causas por las que los cruzados acudieron a Jerusalén como salvadores? Las opiniones no coinciden pero abarcan un abanico muy amplio de causas aparentes: que si lo fue para proteger a los peregrinos, que respondió a cuestiones económicas, la fama y dinero de los señores de las guerras feudales, que si Bizancio, los turcos etc. Lo cierto es que la invasión de los cruzados se produjo y  como “causa belli” se puso la toma de Jerusalén en 1076 por los musulmanes. Así es como se produjeron las cruzadas, ocho, nueve… durante los años 1095 a 1291. Y así se mantuvo la situación  de statu quo de esos territorios que después de la gran guerra los países occidentales les convirtieron en naciones sin serlo.

Ahora nos encontramos que la invasión se produce al revés, por causas internas de los territorios árabes: guerras, pobreza, religiones, conflictos entre chiítas y sunies, bass sátrapas, emires y califas…  que  han producido un doble éxodo de una parte del pueblo musulmán que huye e invade “pacíficamente” a la tolerante Europa y de otra los guerreros del Islam en la rama yihadista que están desde hace décadas en plena guerra contra occidente.

Unido a lo anterior se está produciendo un reforzamiento de la llamada -quinta columna- que existe en Europa, en unos países más que en otros como son España, Francia con su logística  intacta y en crecimiento, mezquitas, escuelas y cultura subvencionada por los países de recogida o acogida. En la España tolerante antes somos capaces de poner la  asignatura del Islam como obligatoria en los colegios que  la lengua catalana, por poner un ejemplo.
Nuestros “invitados”, a vivir entre nosotros, siguen con su forma de vida, costumbres y religión, no solo no se han integrado sino que  han cogido “cacho” de barrio, pueblo, territorio y pretenden ya una jurisdicción propia al margen del país que les dio acogida con base en el Corán. Independientemente de lo anterior algunas "Oenegés" nos presentan todo lo contrario diciéndonos que se produce la integración, siendo esto algo absolutamente falso y si se produce esa afirmación será para seguir cumpliendo sus objetivos,  el de las "OENEGÉS", fundamentalmente recibir subvenciones para una integración que nunca se producirá.

En esa invasión pacífica que se está produciendo también llegan los guerreros de la yihja, dixit terroristas, que no son unos desconocidos ni para las policías de los países tolerantes receptores ni  para la población musulmana porque viven entre ellos y les conocen, y unos, la minoría, les ayuda y otros, la mayoría,  oculta pasiva o activamente su existencia terrorista entre nosotros. Llegados a este punto estamos convencidos de que los atentados, las muertes, asesinatos seguirán, hay miles de combatientes yihadistas preparados para matar a los que llaman eufemísticamente células durmientes, a menos que la población musulmana lo impida y eso realmente …¿sucederá? Las condolencias y los minutos de silencio a posteriori valen poco cuando las muertes se producen.