Noticias de Cantabria
29-12-2025 12:00

Los mayores de 55 años sufren por vez primera más paro que el resto y encadenan empleos más precarios

Los trabajadores mayores de 55 años han registrado por primera vez en España una tasa de paro superior a la del grupo de 25 a 54 años, al situarse en el 9,8% en 2025 frente al 9,4% de la cohorte intermedia, según un informe de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) sobre la calidad del empleo de la población mayor, elaborado a partir de microdatos de la EPA del INE.

Este empeoramiento rompe una tendencia histórica en la que los sénior presentaban menos desempleo que el resto de trabajadores y revela un deterioro relativo "muy sustancial" en las últimas décadas.

El estudio distingue entre quienes han logrado mantener una trayectoria laboral continuada y quienes pierden su empleo a partir de los 55 años, acceden por primera vez al mercado laboral o retornan tras un periodo de inactividad, siendo estos últimos los que concentran la mayor precariedad.

Estos mayores "que tienen que volver a empezar" sufren más dificultades de inserción, con menos oportunidades, peores condiciones y menor estabilidad que los trabajadores de menor edad en circunstancias similares.

La duración del desempleo también evidencia la desventaja de los sénior, ya que el 57,9% de los parados de 55 o más años son de larga duración, frente al 36,1% en el grupo de 25 a 54 años y al 17,8% entre los jóvenes de 16 a 24 años.

Esta menor probabilidad de salida del paro se acompaña de una calidad inferior en los nuevos empleos conseguidos, con más temporalidad, más contratos precarios y un peso mayor de ocupaciones poco cualificadas.

Entre los asalariados mayores con menos de un año de antigüedad, el 52,6% tiene un empleo temporal, con un 10% de contratos de hasta tres meses y un 4,5% de fijos discontinuos, frente a una tasa de temporalidad del 2% entre los mayores con más de 25 años en la misma empresa.

Además, sólo un 15,6% de estos nuevos empleados sénior ocupa puestos de alta cualificación, mientras que un 29,4% se concentra en ocupaciones elementales, porcentajes claramente peores que los de las cohortes más jóvenes recién incorporadas.

El empeoramiento se refleja igualmente en los salarios: aunque la ganancia media anual de los mayores es superior a la del resto (30.038 euros frente a 26.855 en el grupo de 25 a 54 años), los mayores con menos de un año de antigüedad apenas alcanzan los 19.558 euros, por debajo de los 19.837 euros de los trabajadores de 25 a 54 años en igual situación y muy lejos de los 40.520 euros de quienes han mantenido una carrera laboral sin interrupciones durante tres décadas.

Esta brecha salarial se suma a la pérdida de estabilidad y de calidad ocupacional entre quienes se ven obligados a reengancharse al mercado laboral a edades avanzadas.

El informe subraya que la formación actúa como una palanca decisiva para mejorar la empleabilidad y las condiciones de los mayores, al reducir la tasa de paro de los sénior con estudios superiores hasta el 5,4%, mejorar la estabilidad de los nuevos empleos y elevar la proporción de puestos altamente cualificados.

En estos casos, los salarios de los nuevos empleados mayores pueden alcanzar los 34.000 euros anuales, aunque el documento advierte de que la formación, por sí sola, no garantiza plenamente ni el acceso al empleo ni su calidad.

En un contexto de envejecimiento acelerado, presión creciente sobre el sistema de pensiones y dificultades para cubrir vacantes, el estudio reclama reforzar la formación continua a lo largo de toda la vida laboral y combatir los estereotipos por edad, impulsando una mayor inversión de las empresas en el talento sénior.

El estudio subraya que muchos trabajadores mayores no tuvieron las mismas oportunidades educativas en su juventud y necesitan apoyos específicos para reciclarse, al tiempo que recuerda que la inversión "más valiosa" sigue siendo la que se realiza en las personas, también en las de más edad.

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