Lope Carral se fue y Mirones se quedó

 El Magistrado de lo Social dictó una sentencia muy clarificadora que no se le ha dado traslado al Ministerio fiscal.
Recordaran nuestros lectores que el señor Mirones accedió a la presidencia de la CEOE en unas elecciones conflictivas, en el año…. y después de que el empresario Lope Carral dejara la asociación por cumplimiento de su mandato y para seguir en sus empresas particulares. En aquella época existía una Secretaría General personalizada en el ya fallecido Don Miguel Ángel Castanedo, que era el alma mater, factótum y sujeto principal de la Organización. En esa fecha y después de haber aupado a Mirones a la presidencia de la asociación empresarial, desaparece el señor Castanedo que es indemnizado millonariamente por el señor Mirones con el dinero de los contribuyentes cántabros, y éste se queda con una verdadera empresa solvente, sin ningún riesgo inversor y sin haber aportado un euro. Gran negocio. Ahora está en quiebra y con 53 trabajadores.

La CEOE en Cantabria  debería ser una organización  importante que aglutinara a todo el empresariado cántabro, no es así en la actualidad. Debiera de cumplir unos objetivos y fines muy concretos, la defensa del empresario de Cantabria y no la defensa de intereses propios o espurios, ni de amiguismos y clientelismos… ni menos funcionar con banderas, ya que se supone que es una organización que si reúnes la condición de empresario te puedes asociar. Algo absolutamente falso porque el señor Mirones no ha permitido nunca a la Asociación de Digitales, por ejemplo, incorporarse a la CEOE y desde hace casi dos años estamos pendientes sin retirar nuestra petición.

Tampoco lo permitió el señor Salcines, vicepresidente  del señor Mirones que accedió unos meses para poner orden en la misma, a lo que otros opinaron que para poner careto. Ni mucho menos actualmente la ganadora por una mísera diferencia con su contrincante electoral, la ahora presidenta y verdadera descendiente del señor Mirones que actúa al mandato y la orden de quien ustedes se imaginan  y no cito. Mismos perros, distintos collares.

Si levantamos el velo, y para los pocos que aun no lo tienen claro, la sucesión en CEOE fue  una continuación del “tracto” ya que nunca hubo que reanudarlo porque la estancia del Vicepresidente de Mirones, Salcines, como presidente durante unos meses lo fue solo para hacer ver que se producía una interrupción que nunca existió y Gema Díaz y su tutor ganaron por dieciséis votos. Dicen que accedió bajo el paraguas y votos del -entorno conseguidor- de  Mirones lo cual nos da la razón que no todos los empresarios están en la CEOE ni esta representa al empresariado cántabro. Todo queda igual, todo sigue lo mismo.

La desorganización organizada de la CEOE en estos últimos años la conocemos todos. El despilfarro de comidas, ágapes, reuniones, viajes y el todo gratis es el denominador común y las cuentas son caso cerrado La CEOE está en boca de todos por el escándalo que sus siglas producen en el ciudadano, y su nivel de credibilidad se puede decir que no puede caer más bajo. La CEOE pertenece a una bandera. Sigue siendo el señor Mirones quien tiene mandato en la misma, gracias y a través de la actual presidenta como lo acredita su nombramiento en la Caja de Cantabria. Es nuestra opinión, ha de ser respetada y en consecuencia la CEOE no puede representar a los empresarios de Cantabria, salvo a algunos empresarios  que les dejan y permiten estar por diversas circunstancias, que  siguen bajo el paraguas, siglas de la CEOE porque no hay otra cosa ya  cuando  se intentó refundarla Agudo-Gorostiaga se encargaron de abortarlo.

En la actualidad, la CEOE está en el más y absoluto desconcierto y se llega al paroxismo de que incluso vota en contra del gobierno, se une a los sindicatos y luego dicen que se han confundido.

 No se aclaran ni ellos mismos! Qué nivel!!
En fin, a modo de conclusión de esta primera reflexión que seguirán otras, nuestro propósito es desenmascarar verdades, quitar caretas. Pero no se trata de ser destructivo, sino animar a los empresarios a que salgan de sus trincheras, digo sus empresas, aunque resulta difícil en la situación de crisis en la que nos encontramos para acceder algún día, a la dirección de la CEOE y que ésta vuelva a ser una organización de empresarios y no de franquicias ni de voluntades sometidas y sumisas por cuestiones varias.
Arriba decíamos que el último presidente lo fue Lope Carral, desde entonces la CEOE no ha tenido un presidente que sea digno de ser recordado como tal. Igual este último se anima y da un paso al frente