Lo de Sáenz, algo más que una dimisión forzada

Linde, Rajoy, Guindos… en definitiva son los que han permitido que la mano derecha de la Corbata Roja haya tenido que coger su "petate" y marcharse del banco Santander por la puerta de atrás después de haber realizado una gestión, en el primer banco del país y uno de los mayores del mundo, de primer nivel. Eso no se puede ni se debe olvidar

A esta etapa de la legislatura no es bueno que Rajoy se busque desintonias porqué todos sabemos que el Estado y la Banca conforman un binomio absolutamente necesario para que el país pueda salir de la crisis. Para poner palos en las ruedas ya hay muchos.

 Se trata de unir fuerzas y esta salida de Sáenz traerá ampollas. Rajoy  necesita imperiosamente de la Banca después de haber conseguido que el país no fuese rescatado, un mérito que debe de constar en el haber del presidente del gobierno: y que algunos, que hasta hace poco se sentaban en el carro que pilota Rajoy  pidiendo el rescate de España, olvidan. Tienen memoria muy flaca pero para eso está la hemeroteca digital, para sacarles los colores. Ahora todos callan.

 Y no nos referimos solamente a la Gran Banca (BS,BBVA) también al Partido Socialista Obrero Español y a quien lo está deglutiendo, nuestro paisano de Solares y además a muchos opinadores que ahora han cambiado de -chaqueta en opinión-.
Los analistas económicos, muy duchos, apuestan por que esta tempestad, o fuerte desavenencia, de la primera entidad financiera con el poder político pase más pronto que tarde. Nosotros incluso nos atrevemos a apuntar  el dicho de: "no hay mal que por bien no venga" en el sentido de que ahora la Corbata Roja apueste por acelerar el rejuvenecimiento del equipo directivo ejecutivo.
Este pensamiento viene a tenor de quien  va a ser la mano derecha de Botín en el periodo transitorio Juan Marin de buen swing. Todo esto   a pesar de lo que diga el Financial Times  de -la tempestad perfecta del BS- y otras elucubraciones, seguramente que pagadas por la "competencia", y desde el Reino Unido. Al final Saenz no ha sido otra cosa que un peón, un peón valioso pero sin dejar de ser lo que era
 Ahora se irán produciendo en cadena y sin pausa determinados movimientos sin que salga todavía el definitivo equipo sucesorio ya que el nombre de sus componentes, el último banquero de Puente San Miguel, lo tiene  escrito muy escrito, con nombres y apellidos en su Carpeta Roja a pesar de las profecías y oráculos de los que creen que por  estar y residir en la capital del reino lo saben todo. De eso nada.
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