La escopeta nacional

Cuando casi habíamos olvidado el caso Urdangarin, con el yerno de los reyes  pillado trincando dineros en diversas sociedades públicas y mientras se siguen los trámites judiciales, la Casa del Rey ha ido intentando poco a poco recomponer la imagen dañada de la Institución Real, la Corona, pero sin mucho éxito dados los últimos acontecimientos.
Resulta que este pasado lunes salta la noticia de que el nieto de sus Majestades, menor de edad, había sufrido un accidente con una escopeta de caza. Otro infortunio en la familia real dada la corta edad del niño y  para olvidar tantos disgustos decide el Rey darse unas pequeñas vacaciones y se le  pilla cazando elefantes en Botsuana, nada más y nada menos, a la vuelta de la esquina para los que no padecen crisis económica.

 Al menos los españoles ya sabemos dónde está ese país que linda con Zambia y Sudáfrica y cuya riqueza principal son los diamantes además de ser un paraíso para los cazadores de elefantes.
Los ciudadanos con su vida privada pueden hacer lo que quieran. Ese es un axioma  que nos pertenece .Pero nuestras  autoridades políticas y públicas, y no digamos regias, que viven de nuestros dineros, tienen que responder de sus actos y de nuestros dineros, además de dar ejemplo.

Decía un representante de ERC que nadie como Urdangarin había hecho tanto en tan poco tiempo para dar la razón a los independentistas catalanes o a los antimonárquicos sencillamente, añadiríamos nosotros. Y es que no vemos que pueda existir justificación alguna por parte del rey para estar cazando elefantes en un país como Botsuana en plena crisis económica y cuando todos los españoles estamos jodidos sin distinción de clases. No cabe decir que la familia borbónica tiene su "annus horribilis" porque esa expresión la dijo "su graciosa majestad británica" refiriéndose a un caso concreto que no tienen nada que ver con las torpezas que se están cometiendo en este país.

 Lo del yerno del rey no tiene justificación, lo de irse a cazar elefantes tampoco… y mientras la Reina se va con su familia a Grecia teniendo un nieto que se acaba de  pegar un tiro y llevando ingresado ya ocho días.
 De forma cautelar al señor Urdangarin como imputado se le debería dejar de pagar su asignación proveniente de los impuestos de los contribuyentes y sin embargo en este país todos callan. Las escapadas del príncipe Asturias y su mujer queriendo tener vida privada y otras yendo con cara compungida a actos oficiales dan una imagen de nuestro país bananero. Tanto les costaría fijarse en las monarquías del norte de Europa y copiar. No se trata de cargar las tintas sino de decir alto y claro lo que piensan los ciudadanos, que los tiempos han cambiado; y si quieren seguir, los españoles primero, tendríamos que decidir. Deseamos lo mejor al Rey en su recuperación.