Noticias de Cantabria
11-03-2008 10:45

Desheredados de la fortuna

Me arrepentí después de no haber estado más tiempo con él-ahora que está de moda no arrepentirse de nada (ni los políticos cuando mienten o se equivocan, ni los economistas cuando yerran en sus pronósticos...)-, con su soledad y sus miedos, su aislamiento..., que será el que uno tendrá a pocos años vista, si la sociedad en la que estamos inmersos no cambia sus costumbres deshumanizadas.

Mariano  nota señor presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que la Historia siempre se repite, para mal de muchos y bien de unos pocos. Y como le gusta recordar, recordemos sólo la fecha del 7 de noviembre de 1936, “La humanidad es la única virtud verdaderamente sublime del hombre: es la primera, y tal vez la única que las religiones deben inspirar a los hombres, porque encierra en sí todas las demás.”

Era tarde y tenía mucha prisa. Poca gente circulaba por la calle; sólo un hombre sentado sobre las escaleras de un portal, quien me dijo: “¡Eh!, escuche...”. Paré mis pasos, preguntándole: “¿Le ocurre algo?”. Cruzamos nuestras miradas, mientras sostenía en sus dedos un cigarrillo apagado, diciéndome: “¿Me da fuego?”. Yo no fumo, le contesté. ¿Quién sería aquel personaje? Vestía ropas cansadas por el tiempo, sin afeitar, y tendría sobre setenta y siete años. Volviendo sobre lo andado, le dije: “Tome, tome...tres euros”. No pido limosna y nunca la he pedido, me contestó. Para enmendar mi anterior error, continué diciéndole: “¿Quiere tomar un vino?”. Al instante, respondió: “Poco bebo y cuando lo hago me lo pago yo”.

Por mi cabeza circulaban mil y una preguntas, y le interpelé: “¿Qué desea entonces?”. Al momento, contestó: “¡Hablar!, hace más de un siglo que no hablo con nadie”. Le sonsaqué si contaba con familia y contestó que tenía tres hijos y cuatro nietos. “Más vale no hablar...; y, con la vejez, pierde uno hasta los buenos amigos”, concluyó diciendo.

He leído poco y me han contado algunas cosas sobre los ancianos. Allí se encontraba una de esas criaturas solitarias, un semejante que sólo solicitaba “hablar”...y una cerilla que no se la pude dar. Verdaderamente era alguien que estaba mendigando humanidad; bueno..., sí era realmente un ser que estaba solo.

Me arrepentí después de no haber estado más tiempo con él-ahora que está de moda no arrepentirse de nada (ni los políticos cuando mienten o se equivocan, ni los economistas cuando yerran en sus pronósticos...)-, con su soledad y sus miedos, su aislamiento..., que será el que uno tendrá a pocos años vista, si la sociedad en la que estamos inmersos no cambia sus costumbres deshumanizadas.

Cuando viejos comienzan nuestras grandes limitaciones físicas e intelectuales y entonces el afecto, la comprensión, el cariño...suplen unas y otras. El último recorrido de mi corta o larga vida la veo más llevadera dentro de la convivencia familiar y no aislada en tristes residencias que, aunque bien atendidas y limpias, son paredes muertas de mi propia soledad. Hay un antiguo proverbio chino que dice: «De jóvenes somos hombres, de viejos, niños». Pues bien, ¡cuidemos a los niños!

Nuestra actual sociedad se ha olvidado de nuestros niños y ancianos, ignorando que los últimos han sido ya los primeros y, si Dios quiere, los primeros serán los últimos. Y es que nuestras universidades utilizan medios educativos trasnochados, que imparten conocimientos pero se olvidan de forman personas- jóvenes-, que son los verdaderos motores para construir un mundo mejor que el nuestros. La historia así nos lo enseña, y Rubén Darío también en su maravillosa Canción de primavera: “¡Juventud, divino tesoro, ya te vas para no volver! (...)”.

Estamos en un mundo presos del miedo y la no comunicación. Nos hace falta llorar, nos hace falta reír, nos hace falta comunicarnos...Nuestras penas y nuestras alegrías, pero comunicarnos. Por esto, sin duda, nos pasamos la vida “Mendigando humanidad”. Hagamos que nuestros semejantes sean hermanos nuestros. Sin distinción de raza, opción sexual, sexo, religión, minusvalía...

La Iglesia Católica-a la que pertenezco-, no está por la labor de repartir tanta riqueza como posee...El Vaticano es inmensamente rico, así como las numerosas e innecesarias-muchas de ellas-órdenes religiosas que componen nuestra religión. Viven en su monasterios " a cuerpo de rey", con buenas calefacciones, estupendos coches y cuerpos nutridos por sobrealimentación... No digamos nada del "Opus Dei"(¡dinero y poder, poder y dinero!). Mientras por las calles pululan millones de desheredados de la fortuna...muriéndose de hambre y "mendigando humanidad". ¡Qué Dios nos perdone! Recuerdo un viejo y hermoso poema indio, que así reza: “Si tienes dos trozos de pan, da uno a los pobres; vende el otro y compra jacintos para alimentar tu alma”.

¿Quieres envíar un comentario?

Comentarios(2):

Mariano Cabrero - 24-03-2008

Estimado amigo"Si y No": Estoy de acuerdo en muchos puntos de los por ti razonados, pero debes de entender que toda la Iglesía Católica no funciona igual: Nuestro hermano ,José María Escribá de Balaguer, vivió sus últimos 15 años de vida en un palacete de Roma. Nadie entiende el cómo y el porqué fue elevado a la categoría de "Santo", ni yo tampoco lo entiendo. Teresa de Calcuta fue beatificada por el fallecido Papa Juan Pablo II ,en el año 2003. Hizo méritos suficientes para ser considera"Santa".Bajó al lodo de la tierra, donde existe un pobre para cada religión, y cada religión tiene su pobre. Lee, lee "Camino" libro espiritual... yteencontraras con muchas más sorpresas. La Coruña, 24 de marzo de 2008 Mariano Cabrero ---original message--- P.D. Sería bueno que firmases los comentarios porque...

Si y no - 17-03-2008

Una hermana mía que vive en un pueblo de Cantabria me comentaba hace varios años que había hecho un recorrido por las casas para pedir apoyo de los vecinos y restaurar la parroquia del pueblo que se estaba deteriorando y no había dinero para arreglarla. Me comentaba con mucha tristeza la gran soledad que sufrían los vecinos y lo difícil que se le hacia salir de las casas por la gran necesidad que tenían los vecinos de hablar con alguien. Conozco personalmente curas y monjas que viven en condiciones pésimas dando sus vidas por los necesitados incondicionalmente. Yo no sé el dinero que pueda tener el Vaticano y desconozco que haya quienes vivan muy bien bajo el paraguas de la religión católica. Imagino que los habrá. Lo que sí sé es que la corrupción y el egoísmo parecen no tener límites porque se ha perdido el sentido de la responsabilidad y de la moral. Pero el problema no está precisamente en donde usted parece encontrarle, tal vez el problema le encuentre en su propio terreno. No juzgue usted a la religión católica por los corruptos, mire lo que han hecho y hacen muchísimos católicos que son mucho más honrados y bondadosos de los que usted menciona. ¿No presumen los socialistas de favorecer a los pobres? Entonces, ¿Cómo es que los ricos se hacen mucho más ricos bajo sus gobiernos y los pobres mucho más pobres? ¿Son todos los socialistas corruptos?