Albert Rivera

Todos se fijan en él aunque lleva en política ya muchos años. Es la esperanza blanca de muchos catalanes y ahora bastantes españoles que le quieren ver en el Congreso, en Madrid. En Cataluña puede tener un subidón muy importante para aquellos que no son independentistas y que además no están contentos con la gestión de la representante del  Partido Popular Sánchez Camacho, que puede pegarse la hostia del siglo y quedarse sin los 200.000 € que cobra al año del partido, ni con la gestión de los socialistas. El partido de Albert se presenta y lleva el banderín de regeneración  y de centro, puede dar un gran bocado en el electorado del PP.El problema  será en las comunidades y localidades fuera de Catalunya donde se presente y quien o quienes se apoderen de sus siglas porque una cosa es el espíritu que encarna C`s y otra muy diferente -los salteadores de siglas-

 Rivera ha mantenido el pulso y ha sido fiel a la máxima de- el que aguanta triunfa- y este joven político de fenomenal dribling y su partido Cs con gente experta, profesional, seria a la vez que cercana  puede ser la solución perfecta al problema catalán. Le seguimos desde el principio, sí desde aquel día en que se presento en su cartel de partido  en pelotas como muestra de que llegaban desnudos,sin lastre, sin  subvenciones y sin prostituirse,  no es un advenedizo de la política, fue letrado de profesión en los primeros años de ejercicio para después dejarlo y dedicarse de lleno a la política.Es ahora cuando se empieza a reconocer su figura, su trayectoria, y lo que es más importante los objetivos que pretende como es regenerar la política en Cataluña y llegar a Madrid con voz propia y si me apuran con la escoba de barrer. En Barcelona es el enemigo a batir por el partido de Pujol y por los republicanos y “antisistema” de ERC.

Para empezar Rivera ha conseguido salir de Cataluña y seguir estando en ella, como catalán y español sin abandonar principios y dándose a conocer en el resto de España, eso es fundamental para llegar a  Madrid y gobernar España. Los tiempos son muy cambiantes y nunca digas “en este agua no beberé”, atentos a Rivera porque además de su valía intelectual no crea enemistades sino amistades cuando habla, tiene filing… Y ya es presente