"Ajuntamientos"
El Partido Popular mantiene su preminencia, pero con una muy considerable caída con respecto a las elecciones de 2011; lo que explicaría la necesidad de llegar a acuerdos poselectorales con Ciudadanos, única fuerza capaz de ser la bisagra sobre la que pivotase el PP, aunque con un equilibrio muy inestable
Según el último sondeo de Metroscopia, publicado por El País, la imagen de mujer de rompe y rasga de Esperanza Aguirre le está ganando, de momento, la batalla electoral por el ayuntamiento a la juiciosa Manuela Carmena, cabeza de cartel de Ahora Madrid, coalición en la que se integra Podemos, y anulando a un PSOE en el que Antonio Miguel Carmona, a pesar de su amplio conocimiento como tertuliano, parece estar actuando de peso muerto en la zozobrante nave socialista.
Así las cosas, el Partido Popular mantiene su preminencia, pero con una muy considerable caída con respecto a las elecciones de 2011; lo que explicaría la necesidad de llegar a acuerdos poselectorales con Ciudadanos, única fuerza capaz de ser la bisagra sobre la que pivotase el PP, aunque con un equilibrio muy inestable. Y es que cada día se asienta con más fuerza la necesidad de olvidar las mayorías absolutas y empezar a asumir el gobierno con acuerdos, bien puntuales, bien de legislatura.
De este modo, la palabra ayuntamiento, descendiente etimológicamente del latín "iugun", o sea, yugo, adquiere su mejor y más exacto sentido: el de la unión o el "ajuntamiento".
De aquí la importancia de estos comicios municipales y autonómicos como ejemplo de lo que, en un futuro muy próximo, pueda acontecer en las elecciones legislativas.
Los problemas aparecerán a la hora de justificar, por parte del posible partido bisagra, su decisión de prestar o no prestar apoyo a una determinada formación. Porque, con ello, quedarán al descubierto acciones y contradicciones que, inequívocamente, van a trasladarse de estas elecciones a las siguientes.
¿Puede la supuesta exigencia ética y estética de Albert Rivera, quien pide imperiosamente por escrito la dimisión de Chaves y de Griñán para dar su apoyo a Susana Díaz, "ajuntarse" a una persona como Esperanza Aguirre, perseguida por sus ¿errores? manifiestos a la hora de elegir colaboradores supuestamente chorizos, al hacer propuestas como la del desalojo de los indigentes de las calles para preservar la imagen de Madrid ante el turismo, o al saltarse a la torera, "porque yo lo valgo", la autoridad de los agentes de tráfico? Pues va a ser un poco difícil de explicar, aunque ya se sabe que en esto de la política todo es posible.
Lo cierto es que en campaña los tiempos se eternizan y los acontecimientos, positivos o negativos, se dan con tal virulencia que las encuestas lo tiene muy crudo a la hora de afinar su puntería. Y esto, que es evidente en toda España, en Madrid resulta paradigmático.
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