Y a los 43 años Sánchez resucitó a Franco. 

Franco llevaba tranquilamente enterrado más de 43 años, pocos iban ha verlo, a visitar su tumba, y de la noche a la mañana el presidente Sánchez decidió desenterrarlo, quizá porque Sánchez quería pasar a la historia como el desenterrador de Franco para tener un hueco en la historia. Y a partir de esa “resurrección”, las aglomeraciones y visitas al Valle de los Caídos se incrementaron así como los ingresos.
La excusa para desenterrar a Franco creo que ha sido que estaba con sus huesos en un edificio público. En efecto El Valle de los Caídos pertenece a Patrimonio Nacional así como la Basílica de Cuelga Muros.  Imagino que la familia del dictador no pagaba renta y además la Basílica recibiría subvenciones... y no estaba Sánchez dispuesto a consentirlo para evitar el despilfarro nacional. Lo suyo y los helicópteros, viajes y aviones no cuenta porque ahora es el Presidente como Franco fue el Caudillo.  El lío que ha montado Sánchez se podía arreglar de dos maneras, pedir una renta por ocupación de espacio de Patrimonio Nacional a la familia, que falta hace por lo del déficit, o ceder a la Iglesia la Basílica y problema solucionado. Pues fue que no,

Sánchez,  también llamado “el empecinado”, entre otras denominaciones, fue rotundo y soltó esa frase lapidaria que pertenece a la historia (de Sánchez): “si hemos tardado 40 años en desenterrarlo por unos meses más no pasa nada”, ante la promesa que hizo de sacar sus restos antes del ya pasado fin de año.

Otra cosa que le animó al presidente Sánchez, también conocido como el presidente de la Moción de Censura, a sacar a Franco del nicho fue que había sido el dictador que había gobernado España desde la Guerra Civil que acabó en 1939 hasta que murió en 20 noviembre del 1975, mucho más años que los meses que Sánchez va a gobernar en lo poco que queda de la España del siglo XXI.
Franco perteneció a una época histórica 1936-1945 de profundos cambio en Europa y en el mundo pero que se perpetuó más años por los motivos y circunstancias de la época y que se pueden estudiar en los libros de textos, menos en los catalanes que vete a saber lo que dicen porque Cataluña ha reinventado la historia, todo una proeza. Podíamos seguir entreteniéndoles a ustedes, sin acritud, con esta historia que nos han montado los socialistas de la nueva hornada cuando este viejo país hace aguas por los cuatro costados y tiene otros muchos problemas que resolver pero preferimos parar.
Y como final y deseo para el nuevo año pediríamos que esta historieta de Franco y Sánchez, que tantas páginas de tinta y ordenador ha dado y que a la inmensa mayoría de los ciudadanos de este país nos importa un huevo desearíamos que los políticos se dediquen a resolver los problemas del hoy y se olviden de los problemas del ayer dormidos,

y para empezar a resolver esos problemas que él susodicho Sánchez está cometiendo convoque elecciones y se deje  de proezas fantásticas  intentando sacar al Caudillo de su nicho, solo para pasar a la historia como el desenterrador.