Noticias de Cantabria
Opinión 13-03-2019 08:00

Tratado Octavo: Todo puede tener un final diferente

Cuenta Lázaro un sueño que una noche aconteció estando bajo el servicio del señor Arcipreste de San Salvador.

 


Quedase yo, en avisarlo a vuestra merced, más por diversos menesteres no ha habido lugar, sin embargo, hallan hoy tan servido de este propósito que parecioseme imperioso hacerlo.
Y todo va desta manera, que tuve yo un sueño desta nonada que no me pesara contar con tal que algún gusto hallase.


Parecióme un joven mozo, vestido con un jubón de fustán y un sayo raído, de manga trazada y puerta y una capa que había sido frisada y una espada de las viejas primeras de Cuéllar, y una doncella de negros cabellos y blanca piel, que viste una túnica blanca, más en mi sueño, aparéceme de igual manera con ellos, un señor con capa y gentil semblante y continente.


Se encuentran festejando en alguna propria hora ya que habían provisto de lo necesario.


Por ventura le sigue el joven al señor de la capa dando gracias a Dios por haber hecho posible con su favor y ayuda su bienaventurado provecho, ofreciendole un capón pinchado en una vara.


Despertose el joven mozo, alegre con el buen trueque más no despertose el señor de la capa, que yacía tumbado con la mal color en el rostro.

 
Los presentes llamaron al curandero y al alguacil y al escribano del señor de la capa por manera de ver si el hombre tenía remedio, mas fue tarde y dijeron que había fallecido de algún problema que le aquejaba y llamaron testigos y vieron el destino de sus haciendas, sus arcas, paños de pared y alhajas.


El joven mozo parecioseme que no se había visto en otra tal, finalmente después de dadas muchas voces do acabose de conoscer que los bienes del señor de la capa pertenecían desde ese mesmo momento a la doncella de negros cabellos y el joven mozo que era su marido que sorprendiendose alegaron estar conformes.


Más el joven mozo visto lo socedido quiso mayormente tener unas palabras con su mujer y asi mesmo le dijo ser la cosa que más quería, que la amaba más que a él mesmo, y que le hacía gracia Dios con ella mil mercedes y más bien del que él pudiere merecer.


Desta manera el joven mozo que tenía buen porvenir vino ponerse en camino de manera provechosa y llegose a ocupar una posición con favor de amigos y alcanzar un buen favor. Sin embargo en mi sueño veo que sa vara del capón no es otra más que una vara de Tejo, de aquellas que se trata de un árbol propio de zonas montañosas, umbrías, con clima fresco y pueden durar 5.000 años y que son conocidos por antiguas poblaciones del norte y estuvo muy extendida la práctica del suicidio con veneno de tejo más por lo que pudiera ver parecioseme en mi sueño que la vara era hecha del centro de una rama en donde se encuentra el veneno y contamina la carne.

Sé el primero en comentar