Sánchez suma a la cesta de la compra un nuevo socio, Puigdemont, para seguir en la Moncloa Carlos Magdalena

Nadie obliga a Sánchez a pactar con el prófugo y delincuente Puigdemont salvo su continuidad en la Moncloa y su infinita ambición.
Las "adormideras" de algunos medios de comunicación dirigidas a los ciudadanos se han puesto en marcha y han establecido la verdad, su verdad, de que España está atada, la economía está atada a Puigdemont. Y eso es una falacia, es un engaño y como decimos arriba una adormidera de algunos, de bastantes medios de comunicación.

Los únicos partidos que han ganado en votos son el PP y el PSOE y esa es la lectura que los políticos debieran hacer para configurar un pacto de Estado

España, la economía, no está atada a ningún delincuente. Existe un interés de algunos sectores en centrar el debate en el prófugo Puigdemont y esto sería impensable en países de nuestro entorno del mundo occidental, civilizado, de Europa, el intentar contar con un infractor político en la relaciones políticas de un país, resulta escandaloso pero  tengo el fundado temor de que de una u otra manera se contará con él como se ha contado con Otegi y Bildu.

Se han celebrado unas elecciones y hay que saber leer como decimos lo que han dicho las urnas sin manipulaciones. Y las urnas lo que han dicho es que lo que procede no es un gobierno de España del PSOE contra el PP ni del PP contra el PSOE sino que ambos se unan en un pacto de Estado, como podría ocurrir en cualquier Estado europeo para sacar el país adelante pero lo que  no hace ninguna fuerza política de ningún país europeo es gobernar con delincuentes y herederos de terroristas que quieren desmembrarlo.

El mensaje de las urnas ha sido claro para quien quiera entenderlo, que pacten las dos fuerzas mayoritarias pero este escenario ni tan siquiera se plantea porque el entendimiento entre las dos partidos más votados, y además a mucha diferencia del resto de fuerzas políticas, no contemplan nunca esa posibilidad por ser un escenario inimaginable más allá de la lógica.
Otra cosa es la especulación de que Sánchez tiene que gobernar sí o sí o seguir gobernando España con la ayuda de izquierdistas, comunistas, independentistas contra España y Europa, esa filosofía debería o debe de cambiar. Hay que ser valientes y dar una vuelta a esta forma de entender la política, de la lucha a brazo partido entre los partidos mayoritarios y los ciudadanos mirando. El pacto de Estado entre PP y el PSOE se podría hacer en la teoría pero es imposible en la práctica porque no se oculta y todos sabemos que las siglas ocultan un verdadero lobby de miles de enchufados y recolocados que están ávidos de conseguir un puesto de trabajo altamente remunerado junto con los políticos-empresarios para hacer pingües negocios a través del Estado
Ese es el verdadero problema que subyace después de unas elecciones y no otro.

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