Sánchez se ha metido -él solito con su maleta- en el charco de Marruecos. Por Carlos Magdalena 

Que hay que llevarse bien con Marruecos, o que estamos condenados a entendernos por decirlo de otra manera, no lo duda nadie. Que el Norte de África y España han llevado vidas paralelas no lo pone en duda nadie, sólo hay que leer la historia, y diría más nuestra historia está  encadenada a Portugal, Francia y el Norte de Africa. Y el eslabón perdido es el Norte de Africa por lo que nuestro presidente ha decidido dar un paso más o menos improvisado. Porque  el señor Sánchez que mide su acción política por impulsos, con más desaciertos que aciertos, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, a nadie, tampoco al primer partido de la oposición, ni al Congreso, ni a sus propios ministros comunistas, ha hecho una paz que consiste en ponerse de hinojos ante el reino moro.

¿Qué había que llegar a un acuerdo de colaboración y de convivencia con Marruecos de los de largo plazo? no lo duda nadie, pero así no y menos por esta gente de no muchas luces y de poco fiar. En todo acuerdo hay un tira y afloja, un do ut des, pero no entrar de primeras arrodillado.
 

Para empezar, y es vital para España máxime en los tiempos convulsos que vivimos, mentalizarse de la necesidad de rearmarse y dedicar una cuota mínima del PIB para armas y salarios militares pero esto será imposible mientras sigan los comunistas en el Gobierno de España y con un  Partido Popular también difícil  por sus miedos inveterados del pasado que no se los quitan de encima porque la miopía geoestrategica de los presuntos líderes de este país independientemente de su signo político es total. Hay que cambiar el chip, dejar atrás el pasado y quitarse complejos absurdos para pensar en el nuevo mundo presente y de futuro.

Nadie pone en duda que el Gobierno de Sánchez con sus 23 ministros es el peor  que ha tenido nuestro país, pero no se preocupen vendrá otro peor todavía aunque parezca imposible porque tenemos 17 Estados y no un país, y si no recordemos a José Luis Rodríguez Zapatero o al propio Rajoy, que aunque guardando las distancias pecó de pusilánime porque nunca decidía nada y eso que tuvo el país a sus pies y ahí sigue dando lecciones.

A nadie se le escapa que  España tenía que hacer algo en sus relaciones con Marruecos dado el chuleo de estos moros que aunque les des todo te ponen la bandera al revés para joderte, va en su idiosincrasia. Es difícil negociar con ellos de igual a igual porque ellos, dicen, la familia alauita, son de superior linaje? Sánchez  ha hecho lo que tenía  que hacer pero mal, intentando seguir la estela de Alemania, Israel y EEUU. España tenía  que negociar en bloque con el Norte de Africa, Túnez, Argelia y Marruecos  y no hacer el ridículo porque todavía se escuchan las carcajadas de los moros al otro lado del Estrecho.
Y es que sólo  Sánchez,  a titulo personal, es capaz de hacer ciertas obscenidades y tenemos el ejemplo más palpable en el propio Gobierno blanqueando el comunismo y poniéndole a gobernar España junto a separatistas que solamente quieren el país para chupar de él.
 

En fin Sánchez ha cambiado de pareja de baile sin tener invitación y así nos va a ir.