MARIANO HARO : IN MEMORIAM.James M. Linden
El pasado 27 de Julio, mientras volvía de Suances, supe del fallecimiento a la edad de 84 años de Mariano Haro, el gran corredor de fondo Mariano Haro. Aunque nació en Valladolid, el no pudo evitarlo, siempre se consideró hijo y vecino de Becerril de Campos, Palencia, a donde se trasladó su familia siendo él un infante
El pasado 27 de Julio, mientras volvía de Suances, supe del fallecimiento a la edad de 84 años de Mariano Haro, el gran corredor de fondo Mariano Haro. Aunque nació en Valladolid, el no pudo evitarlo, siempre se consideró hijo y vecino de Becerril de Campos, Palencia, a donde se trasladó su familia siendo él un infante. Allí creció, vivió, entrenó y desarrolló su vida profesional y política (fuen alcalde del pueblo desde 1979 a 2003) cuando dejó el mundo del atletismo en el año 1980. Como tantas otras personas que contribuyeron al acrecentamiento de este ingrato país, no tuvo el reconocimiento que se merecía ( aparte de la tardía medalla??) Sin embargo, para quienes nacimos a mediados de los años 50, para muchos de nosotros que practicábamos deporte en condiciones primitivas, fue alguien que de alguna manera nos insufló aliento y sacudió para bien la aletargada vida diaria de la época: desde su condición de corredor de fondo contribuyó a proyectar el país más allá de sus fronteras.
Por supuesto por la misma época, o incluso antes, lo habían hecho personajes como Joaquín Blume en gimnasia deportiva, Gillermo Timoner, Julio Jimenez y Bahamontes en ciclismo, Manolo Santana en tenis con su triunfo en Wimbledon o incluso sus compañeros de fatigas el vigués Javier Álvarez Salgado y la turolense Carmen Valero; pero el caso de Mariano Haro es único porque nunca triunfó allí donde de verdad se coronan de laureles los atletas, en la pista. Sí triunfó de alguna manera en el cross-country; la dureza invernal, el barro del campo a través eran el medio idóneo a sus condiciones austeras y falta de velocidad final. En la pista siempre se quedó a un palmo de tocar la gloria a causa de esa falta de velocidad final y no obstante en el país se recibía el fracaso como si hubiera sido un triunfo; la maldición del cuarto puesto auguraba algo mucho mejor la próxima vez. Esa próxima vez nunca llegó; lo más cerca que estuvo fue en la legendaria final de los 10.000 m. en Muchich 72, pero aquel cuarto puesto con marca nacional incluida hizo vibrar a buena parte del país; por primera vez en la historia del atletismo cinco hombres romperían la barrera de los 28 minutos en la prueba y uno de ellos sería él; la Fortuna no siempre recompensa a los audaces, ni tampoco a quienes se esfuerzan con modestia. Cuatro años después en Montreal 76, las cosas discurrieron algo peor; un sexto puesto en la final de los 10.000 indicaba que la Fortuna ya ni siquiera barajaba su nombre. El año de 1980, año de su adios al atletismo, el país estaba pendiente de acontecimientos menos gloriosos aunque quizás más determinantes como para prestar atención a su retirada. Mariano Haro fue un segundón al quien la naturaleza lo privó de recibir la corona de laureles y, no obstante, durante más de una década siempre estuvo ahí, llenado la pantalla de televisión y las fotografías de los periódicos deportivos.
Cumplida su misión se retiró a su pueblo y allí transcurrió su vida alejado de la gloria que tan esquiva le fue. Solía decir que como a todo buen corredor de fondo le gustaba la soledad; la soledad del corredor de fondo escuchando su propia respiración y sus pensamientos como dejó plasmado de manera inolvidable el británico Allan Sillitoe en la novela del mismo título: ?The Solitude of the long distance runner?. Este ingrato país está en deuda con Mariano Haro y tantos otros?
James M. Linden
¿Quieres envíar un comentario?
Comentarios(1):
Mi homenaje a este ídolo xe nuestra juventud y gran persona