Iglesias, Montero y el caballo de Troya por Carlos Magdalena

 La entrada de Iglesias el de la coleta en el gobierno de Sánchez, con su pareja Irene, representa un hito que puede ser histórico para el devenir de este país. Algunos dirán, no sin razón, que damos mucha importancia a la entrada de Iglesias en el gobierno de Pedro Sánchez y nosotros decimos que la justa. Ni la mente más calenturienta pensó nunca que esos chicos, el de la coleta y algunos de sus amigos que acampaban en la Plaza del Sol y se pusieron al frente de la reivindicación social que muchos entendieron y asumieron como justas, iban a gobernar en este país. Y menos con una ideología comunista y anti sistema en plena revolución tecnológica continuada del siglo XXI. Los dados en este casohan funcionado y los hados les han acompañado. 

Pero todo hay que decirlo, para que Iglesias ocupe el puesto de poder político del vértice del sistema, junto con su pareja Montero, han tenido que ocurrir unos hechos que nadie pensó tampoco que podrían suceder. Desde una sentencia que condenaba sin condenar a un presidente español, el registrador señor Rajoy, a un Pedro Sánchez defenestraro primero y triunfante después, y dueño y señor del partido de los 100 años de honradez, PSOE. Y para finalizar con una situación conflictiva en un territorio, Cataluña, en el que se ha dejado hacer por miedos y votos, y volver la moviola del status quo anterior solo se podría mediante otro golpe de estado como el que han protagonizado los independentistas triunfantes, social y judicialmente.

Si bien otros decimos siempre que lo ocurrido ahora se empezó a fraguar cuando se firmó la Constitución del 78 y se dio la “independencia” al País Vasco y Cataluña de forma encubierta.

Así las cosas, nos encontramos con un gobierno social comunista en que la cuota comunista tiene voz cantante y decísoria como se ha demostrado en el enfrentamiento entre la todo poderosa Calvo y la recién llegada Irene Montero, triunfante esta última y que además tienen hondos y profundos intereses en un país americano, Venezuela, gran dictadura. 

Así en la actualidad nos encontramos en pleno zafarrancho de combate político en el que procede posicionarse y no apartar la mirada de lo que sucede. El señor Iglesias no se ha reconvertido ni ha abandonado ni sus principios ni sus orígenes. Diríamos que incluso es honrado consigo mismo salvo que ya va a las cenas de las elites, está en la fase del aprendizaje, ya sabe colocar y usar los cubiertos, calla por prudencia y de forma  maquiavélica usa sus tiempos cuando procede saca el colmillo y si no manda a la Irene al enfrentamiento que de momento va ganando con una Ley sexual que no la entiende ningún jurídico en derecho comparado ni la conocen los ministros que han asentido y que la han redactado la  Irene y sus coleguis de “marchas” por Madrid o en tertulias de amigos íntimos en Galapagar.

La primera fase ya está cubierta, la de la consolidación en el Gobierno y se inicia la segunda con la ayuda de los periodistas millonarios y de postín: los Farreras, el País, la Sexta, tv3 y los de siempre bien untados y no como nunca hace la derecha mojigata.

Todo se está fraguando como se diseñó en sus reuniones universitarias y en en libertad democrática y no como hizo el socialismo democratizo en sus comidas de tortilla del clan andaluz y en el Congreso de Suresnes en la clandestinidad luchando por la libertad.

 
La diferencia es notable, el socialismo traía y luchaba por la libertad mientras estos quieren derrotar la libertad y destruir el Estado, esa es la diferencia notable entre el socialismo democrático y el comunismo que tratan de imponer con la ayuda del régimen bolivariano de Maduro.

El socialismo tiene que despertar porque el caballo de Troya ya está trabajando y lo está haciendo bien.