Feijóo habló 15 minutos y Sanchez más de dos horas. Por Carlos Magdalena

El discurso de Sánchez  de más de dos hora y media me recuerda una anécdota que voy a contarles a ustedes. Hace años en un juicio estaba defendiendo a un empresario por una cuestión laboral y llegó el acto procesal de las conclusiones,  tocó intervenir a las partes siendo primero el abogado de los recurrentes que lanzó una hora y media de discurso seudojurídico y cansó a todos incluido al juez y por mi parte estuve 15 minutos recordando los hechos, las evidencias y las pruebas. Naturalmente mi cliente ganó el juicio y cuando acudió el cliente al despacho le noté que venía algo defraudado. ¿Qué le ocurre don fulano?, ¿no está contento por haber ganado el juicio y el ahorro que  le supone? me miró y me espetó. ¡No, si estoy muy contento! sólo  que usted ha hablado  poco y el abogado del sindicato ha hablado mucho. ¿Y quién  ha perdido? ¡Ya! el abogado del sindicato...

¿Qué  quiero decir con esto? que he visto y oído un discurso del presidente del gobierno de España largo, prolijo, cansino, poético incluso a ratos pero vacío de soluciones a corto y medio plazo que es lo que interesa  a los ciudadanos, salvo prometernos que no vamos a pasar necesidades energéticas y ayudas a las empresas. De las pruebas, de los hechos, de la vida de los ciudadanos, de sus apuros, de sus problemas para llegar a final de mes nada. Le han sobrado descalificativos a Feijóo que han jugado en su contra por lo excesivo de ellos.

No ha hablado del proyecto de futuro, de propuestas concretas, de productividad, de generar puestos de trabajo porque estaba demasiado centrado en el insulto absurdo, desmedido y fuera de lugar.

No ha hablado del kilo de patatas, perdónenme, del día a día y se ha limitado a hacer campaña en su favor y en contra dé Feijóo. Estamos en elecciones. En ocasiones ha resultado fatigoso escucharlo, cansino, rozando la falta de cortesía y educación.

Por contra Feijóo en 15 minutos le ha rezado el rosario con Ave María  y Padre Nuestro incluidos, le hemos entendido y ha dicho lo que tenía que decir con medidas concretas. Y creo que quien haya podido ver a ambos líderes su voto lo tendrá decidido. Ha sido claro y conciso pero en la replica de presidente del gobierno otra vez se ha extendidos más de la cuenta, le ha puesto verde y de todos los colores yendo al ataque personal con más ímpetu todavía, incluso me ha recordado al mal profesor con la regla en la mano para hacer un chichón a Feijóo porque sus argumentos escaseaban y en algunos momentos el presidente español perdía el norte y hablaba como sus socios los comunistas de Podemos, cuando todos se pegan para desgracia de los buenos socialistas.

Y en los cinco minutos escasos de la dúplica Feijóo  volvió a cantarle las cuarenta con cortesía, rigor y sin insultar, mientras el presidente del Senado le conminaba a acabar sus cinco minutos, que casi mandaba a los guardias a que le sacaran del atril. La democracia del Senado ha consistido en que Sánchez  ha estado casi dos horas contándonos historietas y Feijóo 20 minutos.

No siempre y mucho menos ahora el que más habla tiene la razón. Ya saben que lo poco si breve dos veces bueno. Feijóo ha sido concienzudo, ha puesto el dedo de lo negativo que  está aconteciendo.  Las pocas soluciones que va adoptando el señor Sánchez son a iniciativa de Feijóo y las cargas y gravamenes que va asumiendo España son a cargo de Sánchez. Si esto sigue así la situación de España y de los españoles va a ser trágica antes de las elecciones de diciembre del 2023, si llegamos.

Hay que cambiar de derrota y hacerlo cuanto antes.Un debate para olvidar

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