En España no hay ultra izquierda ¿Sólo hay ultraderecha? Por Carlos Magdalena

En efecto  según los medios de comunicación de papel subvencionados de este país,  a la izquierda del PSOE no hay ultra izquierda ni extrema izquierda, ¿son todos solo izquierda? La palabra ultra izquierda ha desapercido de los medios de comunicación y Sánchez se ubica para la próxima temporada  como de centro izquierda ¿Lo entienden ustedes?

En España la ultra izquierda, la extrema izquierda  no existe. Y hago estas reflexiones ante el ataque de miedo que le ha entrado a Sánchez  cuando está bajando en las encuestas y todas dan vencedora una coalicion PP y su escisión Vox para sustituir la actual coalición de PSOE, Podemos, comunistas, Bildu e independentistas.

Si ustedes revisan periódicos nacionales y muchas cadenas radiofónicas y de televisión verán que reciben opíparas subvenciones de Moncloa y para estos medios  sólo  existe la ultraderecha. Y muchos se preguntan y los comunistas de Podemos, de Garzón y IU y toda esa tropa ¿qué son? Pues parece que simplemente se han reconvertido en la marca blanca de Sánchez, vete tú a saber.

Porque aclaremos para no dejar nada al azar, la izquierda se supone que es el PSOE y la izquierda de la izquierda se supone tendría que ser la ulta izquierda o extrema izquierda de toda la vida y que representan en la actualidad Podemos y Garzón, más conocido por el del chuletón, y su tropa. Pero este término de ultra o extrema izquierda ha desaparecido del vocabulario político y por ello digo sí lo han reconvertido en la marca blanca de Sánchez para poder gobernar en España como lo está haciendo por un tema de marketing, imagen, parafernalia?como lo quieran llamar pero lo que es está claro aunque sea innombrable para algunos/as.

En este país existen, políticamente hablando, muchas incongruencias y a veces los políticos con sus medios de des comunicacion intentan hacerte comulgar con ruedas de molino y la inexistencia de la ultra izquierda blanqueada por Sánchez  es una de ellas. Sánchez debería empezar a respetar a los millones de votantes de Vox como la sociedad española respeta el pacto con la ultra izquierda, comunistas y Bildu  con los que dijo antes de las elecciones que nunca jamás de los jamases les incluiriá en su gobierno y posteriormente pactó y los incluyo en el Gobierno de España. Recuerdan la frase de Sánchez cuando aseguró por tres veces que "no dormiría tranquilo" si incorporase a ministros de Podemos en el Gobierno.
Escribir en este país  y pensar es un peligro   porque los defensores de las poltronas, unos y otros, te definen según les convenga de una u otra manera. Antes eras rojo o facha ahora esa nomenclatura  está obsoleta. Algunos pensamos  que hay un principio irrebatible al que hay que atenerse, la gestión política y como ocurre que algunos  políticos son cuasi analfabetos es por lo que se pierde  el dinero de los contribuyentes en la nada,  y ese el común denominador de esta seudo acción  política agarrándose en su ignorancia a términos que nada tienen que ver con la realidad sino con el ser o no eficaces en la gestión de la cosa pública. 

En la actualidad al estar blanqueada y trajeada  la ultra izquierda, la que se manifestaba antiguamente por las calles y que ahora  está en  el poder, instalada en la moqueta y en la orbita del sanchismo que no socialismo,  ya no hacen ruido en las  calles sólo dicen chorradas amparados por el ministerio que les ha tocado en el sorteo y les ha insuflado un poderío vacuo y eso dicen que es un triunfo. Y luego tienen ustedes a los sindicatos subvencionados con sus altos sueldos que en la actualidad representan muy poco o casi nada salvo las 50 banderitas  que se ponen enfrente de las delegaciones del gobierno de cualquier provincia para cubrir las apariencias de sindicatos de clase o poco más, y no digamos de la CEOE que ha demostrado que no representa a casi nadie en la última manifestación de paro del transporte. 

Y toda esta realidad es la que tristemente estamos viviendo con o sin ultra izquierda en el vocabulario de los políticos y comunicadores del poder. ¡Qué país!