El PRC en estas elecciones debería estar peleando por el tercer diputado, ¿por qué no es así? -I-

 La respuesta es obvia, no ha existido hábito ni costumbre de acudir a las nacionales y siempre dijo el presidente Revilla que lo suyo eran las regionales y esa decisión, elección tras elección, dejaba huérfanos a los votantes. Nosotros apuntamos siempre, ver hemeroteca, que había que ir a las nacionales aún cuando se perdiese para que el votante fuese a la urna que le corresponde porque es allí en Madrid donde se repartía “el cocido”. Esta opción nunca se debatió o se debatió con la boca pequeña.

Y si lo decíamos es porque el PRC, partido, no podía utilizar siempre de mensajeros de las reivindicaciones de Cantabria una vez al PP y otras al PSC. Revilla en estas elecciones debería haber encabezado la candidatura a Madrid

Esa fórmula desubica al elector y le confunde como se demuestra ahora. La estructura territorial del Estado no es que haya cambiado hace unos meses ni años, sino que cambió desde el momento en que se firmó la Constitución del 78. Nos permitimos la licencia y fuera de contexto de esta reflexión, para reincidir en la idea que hemos mantenido siempre y es que a la firma de la Constitución se entregó Cataluña al independentismo del camaleónico Miquel Roca Junyent  y del des honorable Jordi Pujol. 
 
Pero sigamos. Ahora se vuelven a repetir las elecciones o como ya dijimos también, la segunda vuelta, y la encuesta de Tezanos le da al PRC solo un diputado a duras penas. En buena lid el PRC debería de ir a ganar en las nacionales porque las regionales las ganó de forma cumplida, luego hay que pensar qué es lo que sucede, ya que se supone somos una Autonomía, para que se dé esta situación tan atípica ¿o no?

Para nosotros es sencillo y a la vez complicado al mismo tiempo de explicar para que no se molesten los guardadores de las siglas.
 
El PRC debería desde hace tiempo haber subido dos escalones, pero se sigue con la estrategia del pasado, no salirse del tiesto o solo lo necesario. El primer escalón es ser reivindicativo de forma unilateral y dejar de lado “el compaño” PP y PSOE. Y digo más, el PRC debería de estar gobernando en la actualidad solo y con acuerdos puntuales con el resto de las fuerzas políticas, para nosotros ha perdido una oportunidad de oro aunque esperemos que se vuelva a repetir, aunque ya sabemos aquello de que el tren pasa solamente una vez.
 
Nuestro referente debería ser el PNV vasco, su crecimiento electoral por su derecho identitario y proyecto común primando como es el bienestar del ciudadano, salvando nosotros la españolidad y la solidaridad. Es muy difícil pasar de aquello de: “nosotros solo nos presentamos en la región”, como hemos dicho arriba, y llegaban las elecciones nacionales y se dejaba huérfanos de urna a los militantes simpatizantes votantes del PRC  o de Revilla. 
El segundo escalón es hacer pedagogía de territorialismo, de Cantabria, de identidad, y eso no se ha hecho, o muy poco, por parte del PRC, ni en el pasado cuando gobernó con el PP ni en la actualidad con el PSOE. Y es lógico que no se haya hecho porque cuando está en la gobernanza tiene que estar a lo que está y si a veces además tiene un socio que no es de fiar tiene todavía mucho más que hacer y abandona el caladero de votos del territorio, de Cantabria.

Si lo anterior  se hubiese hecho no hablarían las encuestas de que una Comunidad Autónoma con presunta Autonomía se la repartan dos partidos de Madrid, hecho inédito éste pero tiene su consecuencia a tenor de los antecedentes y del mensaje que existió inicialmente.

Hay  que cambiar el chip-mensaje del ayer  y ahora  el mensaje debería ser otro, o aprovechar que queremos dos diputados y decir que se quiere gobernar Cantabria como fuerza mayoritaria electoral y con pactos puntuales con las fuerzas nacionales y no de principio dar un cheque en blanco a Sánchez  porque la respuesta de éste  ha sido la de  el incumplimientos y promesas,  que sería lo mismo si gobierna el PP. Cierto que a última  hora el Presidente ha matizado que votaría PP si nos dan lo nuestro. Veremos