El ejército de gaviotas en "formación" aniquila y devora a palomas y gorriones. Por Carlos Magdalena

Desde el año 2019 el Ayuntamiento de Gema Igual empezó a anunciar campañas para el control de la población de gaviotas, eliminando nidos y huevadas, dijo. Esa campaña se inició por la excesiva proliferación de gaviotas en nuestra ciudad y el Ayuntamiento, siempre solícito al bienestar de los vecinos, ¡ojalá fuera verdad!, se propuso regular la vida de estas aves y se olvidó del pobre gorrión, presa fácil de la gaviota. Una pena que nuestra alcaldesa no tenga el mismo empeño que otros con el lobo.

Las gaviotas son especies típicamente costeras, en Santander tenemos la  gaviota patiamarilla, de talla mediana y color gris. Una foto  emblemática de nuestra ciudad cuando se usaban -las postales- era la imagen de un pesquero entrando por la Bahía con las gaviotas revoloteando. Bella imagen que disfrutábamos los paseantes cuando a la espera de alimento y  los marineros arrojaban los desperdicios por la borda revoloteaban alrededor, y verlas era augurio de buena pesca como cuando llegabas a Cantabria y pasando El Escudo te saludan nuestras vacas pintas. ¡Qué tiempos!

Pero como suele ocurrir en esta nueva España salieron los  lumbreras y decidieron, no sabemos el motivo,  prohibir que arrojasen  restos de pescado los pesqueros cuando regresaban al puerto  por lo que las gaviotas se quedaron sin su sustento. Ahora se las puede ver por algún vertedero incontrolado del interior, incluso llegan hasta Reinosa. Buscan comida desesperadas y han decidido que la comida más fácil de obtener son  las palomas sin hacer distinción entre la paloma bravía,(Columba livia) la torcaz (Columba palumbus) y los gorriones (Passer domesticus) que hemos visto devorar. También este verano en las playas era llamativo ver cómo se abalanzaban sobre cualquier resto de comida. Tal vez por este motivo el Ayuntamiento ha decidido que la madre naturaleza acometa ese control de especies en nuestra ciudad.

Estas fotos que les mostramos no son una casualidad ni una excepción sino que se dan todos los días en la ciudad de Santander. ¡Hasta los pájaros de todas clases andan descontrolados y huidizos!

No hace muchas fechas nos quejábamos de la abundancia  de palomas en la ciudad que todo lo ensuciaban, también de las ratas que nos acompañan desde la primavera y han pasado con los santanderinos el verano cómo unos veraneante más, aunque más que veraneantes se han convertido en vecinos  ante la inacción e impotencia de nuestra alcaldesa. Y ahora traemos a nuestras páginas  estas voladoras de fuerte y aguerrido pico. Ya saben el dicho: no hay mal que por bien no venga y Santander dispone de  una verdadera columna voladora de exterminio formada por gaviotas que le han cogido gusto a la carne de la paloma y el gorrión.

Pueden parecer aves simples y tranquilas pero son más peligrosas de lo que parecen, ya hemos advertido que este verano en las playas se las veían en vuelos rasantes casi buscando el contacto cuando estabas tomando el sol por lo que si han empezado por las palomas no me extrañaría nada que cualquier día se produzca un ataque al humano porque el hambre lo puede todo.

Amigos lectores entre  las gaviotas que se comen a las palomas y las ratas que pululan por Santander lo tenemos claro, esto es un sinvivir?