El caso Rubiales y el Ius territori. Carlos Magdalena

Para empezar, habría que separar al personaje y sus cinco años de mandato al frente del fútbol nacional de la apariencia delictual producida en Australia y que pudiera tener el beso que dio a una jugadora del equipo de fútbol de España. La desafortunada celebración de la victoria tanto en el palco como sobre el campo son evidentes pero si ese beso es una presunta agresión sexual debería la víctima haber puesto el caso en manos de Fiscalía, y todavía no lo ha hecho.¿Por qué?.La bola, que no de nieve, ha engordado tanto que ya debería estar la denuncia en los juzgados,¿por que no está?.

Fue, estamos cansados de verlo, un beso celebrando la victoria del mundial de futbol frente a las cámaras y delante de todo el mundo. No fue un beso con violencia ni fue un beso oculto ni a escondidas. Después de este beso se han sacado como suele ocurrir en este país todos los demonios que se esconden en el baúl de la abuela y directamente se ha ido al linchamiento nacional.

Insisto, el personaje no me gusta pero hay que deslindar al personaje, que fue elegido para presidir la RFEF, de los gustos de cada uno porque además ha sido elegido aparentemente de forma democrática, y volvemos a insistir diciendo que al margen del gusto que tengamos cada uno.
En este sistema democrático todos los días hay apariencia delictual de ilícito penal, de ilegalidades continuadas por parte de los políticos que vulneran constantemente y de forma ostentosa, no ya la Constitución que eso es una habitualidad sino el Código Penal que incluso lo cambian, lo modifican, lo rectifican al gusto del personaje Pedro Sánchez y previa petición de los independentistas.Y ahora llega la amnistía a la carta de los delincuentes que no se han arrepentido del golpe de estado que intentaron dar en Cataluña.
Pero en este caso concreto insisto en que independientemente de que el personaje no me agrada tampoco la caza de brujas y el Estado inquisitorial iniciado fundamentalmente y mantenido por Sumar y Podemos, partidos ambos oscuros, ocultos y para mí,  nada democráticos en su interior.

Este caso tenía que estar en los juzgados y nada más.¿Por qué no está?

Al señor Rubiales hay que quitarle del cargo por quienes le han aupado, los presidentes de las territoriales del futbol porque de momento solo está suspendido por la FIFA 90 días y nada más. Tienen que ser los tribunales los que diriman la cuestión del beso pero para ello nuestro sistema jurídico exige que la señorita Jenni Hermoso formule la correspondiente querella y no que sea la Fiscalía que también, la que esté metida en el tótum revolutum propiciado y macro orquestado por Sumar y Podemos, Díaz y Montero, para ocultar sus responsabilidades y el que estas señoras siguan sin dimitir por su Ley del "solo sí es sí" mientras los violadores siguen saliendo de las carceles o reduciéndoles las condenas.
 

Hay que empezar a poner las cosas en su sitio porque quizá, tal vez este hecho habría que ir a juzgarlo a Australia, de momento solamente lo ha juzgado  la FIFA con 90 días de suspensión y lo demás son habladurías, rasgados de vestiduras y llenar espacios periodísticos, y ratifico  "no me gusta el personaje".