A mi querida Vespa. Por Carlos Magdalena Menchaca.

 
Siete meses hemos estado separados, esta vez por mi culpa, pero en cuanto te he pedido perdón y sin solicitarme explicaciones sobre las causas de mi ausencia,  me lo has concedido.  Eres comprensiva y bondadosa, nuestra separación en esta ocasión ha sido larga, muy larga, siete meses, ya creía que nunca iba a volver contigo y ni siquiera me atrevía a hacerme el encontradizo por falso pudor, orgullo mal entendido, pena y dolor, pero   siempre has estado en mi pensamiento, te añoraba.

Has sido mi obsesión, y más cuando estos meses pasados de junio, julio, agosto, septiembre etc. perdí mi conciencia, no era yo, hasta que finalmente se diagnosticó por el departamento de Valdecilla en septiembre. 

Fue una temporada de mi vida, la peor, hasta el carácter se me agrió bastante y me encontraba ausente, distante me notaban mis amigos de verdad, por no poder estar contigo, esperando y deseando que se me pasase la enfermedad, la ciática, las bacterias, la melancolía, la falta de ilusión, de conciencia que tu ausencia y mi enfermedad me han producido.

Ahora, a partir de ahora vamos a dar un nuevo giro a nuestra vida y no nos vamos a separar.

 
Vas a volver a ser la envidia de Santander, la mejor, la única, te veo como siempre,   coqueta, y  con ganas de dar guerra, muy lucida a pesar de los años que todos llevamos encima que unos soportan  mejor y otros peor, solo que por ti no se aprecian esos años; lo mejor es que sigues siendo presumida, humilde y sincera, los atributos que más honran en esta vida y me tienes a mí para que no te engañe algún desalmado con mentiras que algunas se las creen auto flagelándose por falta de autoestima, que no es tu caso, a sabiendas de la mentira. Yo sin contraprestación, salvo la lealtad, te regalo todos los años, ya me dirás para este año, el look, color que eliges. ¿Cambiamos el blanco por el verde o mejor volvemos al negro?

Me he recuperado en el mejor momento para volver contigo, me ha costado, ha sido duro, ya no estoy triste, algo sí, bueno, bastante, ha sido aberrante  lo que me ha pasado…de todo. La vida me ha castigado tú lo sabes porque aguantas mis confidencias que solo nos pertenecen a ti y a mí. Querida Vespa a partir de ahora nos vamos a apartar mucho de la gente, no podemos fiarnos de las sonrisas engañosas y te la hacen por la espalda, ni de las amistades peligrosas, vamos a mantener una intimidad como nunca hemos mantenido y reducir nuestro círculo de amistades a las de toda la vida.

Tu por de pronto no te fíes de falsas asesoras, asesores, amigas  de la envidia que van a lo suyo y si tienen un "titulillo" peor porque lo único que buscan es justificarse profesionalmente de su incapacidad acreditada pero sobre todo defiende  nuestra amistad porque es lo más bonito que tenemos y lo único que vale porque es sincera.

Y más de aquellos/as si te cuentan que viven en el mundo de yupi, de felicidad, que son cuasi perfectos/as pero  esconden el fracaso y al final descubres que viven entre las cuatro paredes de la soledad, porque ya sabes el dicho, "dime de que presumes y te diré de que careces".

Lo peor en la vida son las seudo amistades dañinas llenas de maldad envidiosas que conducen a la infelicidad a medio plazo después de la euforia inicial del cambio de ruta por promesas y palabras que nunca se cumplirán.

 *Igual nos animamos y poco a poco, y despacio, hacemos alguna excursión, a modo de prueba, por la provincia, de fin de semana, los dos solos, como siempre por los restaurantes que hemos recorrido en nuestra vida y tanto te gustan, aunque, no se lo digas a nadie, pero estamos un poco achacosos, iniciaremos los nuevos caminos despacio pero seguros esta vez. 

Gracias por perdonarme mi querida Vespa pero no ha sido mi culpa esta separación que hemos tenido, ha sido forzada y no querida, mucho más que un mal entendido, la vida da muchas vueltas y me ha tocado las horas bajas pero remontaremos cual Ave Fenix.Tiempo hay más que vida. Tu sabes que para mí eres la primera y la única, no nos volveremos a separar, me tienes que cuidar soy confiado y hay gente que son peores que las bacterias, pero tú y yo nos queremos de verdad y no nos haremos daño. No nos volveremos a separar, te lo prometo.

 
Y LA FRASE. -Es preferible, a veces, dispensar más amor a las cosas o a los animales que a las personas, aquellas no te defraudaran, estas siempre.(CMM)