Hay que sacar dinero hasta debajo de las piedras  para fomentar  las investigaciones del IDIVAL 

Hace unos días en la placidez del verano, que unos disfrutamos y otros padecen por el calor tan fuerte y sofocante más los incendios, la maldición del verano, cayó en mis manos una revista científica norteamericana. Me puse a ojearla y en  un apartado destacado, en la segunda página, en la parte inferior de la revista había una nota que decía que los investigadores españoles cobraban la mitad de lo que cobran los asesores del presidente del gobierno Pedro Sánchez y eso me hizo pensar.

Y pensé mal porque un país para que progrese necesita dar prioridad a la educación (de enseñar y no de aprobar), a la sanidad con el apartado importante de la investigación de investigar, estos son los verdaderos parámetros  para que el país progrese y lleguen los ciudadanos al estado de bienestar. Pero el camino emprendido por nuestros gobernantes no es el que quieren los ciudadanos, y es que hay exceso de asesores que no asesoran y cobran cantidades millonarias  y eso no sorprende, escandaliza. 

Inmediatamente me pasé a Santander, a Cantabria y aquí tenemos el centro de investigación científica que se llama IDIVAL y que por el tema de la descentralización, 17 CCAA, existirán  sin duda 17 centros de investigación o cercanos a esa cifra  en nuestra España infinita y todos ellos necesitan financiación, el IDIVAL de Cantabria también necesita dinero para investigar. Hace aproximadamente un año se cesó a un investigador bastante eficiente por lo que se decía porque no había dinero deduzco puesto que su labor era eficiente. Y eso también me hizo pensar y pensé que aquí en Cantabria hay también muchos y sobran asesores que si sumamos los sueldos de esas personas de libre designación se pueden reunir 800.000, y con esos 800.000 se podían contratar varios investigadores de prestigio y si me apuran hasta de talla mundial aunque en nuestro país sobra talento y sería muy beneficioso para nuestra Comunidad pero no es así por desgracia.

La contratación de investigadores científicos para el IDIVAL se debería realizar en concurso abierto, para nosotros el concurso abierto es aquel que cualquier investigador de España y de fuera de España de prestigio se ofrezca para ejecutar unas líneas de investigación determinadas y con unos objetivos concretos. Sería examinada su petición-oferta por los médicos de prestigio de Valdecilla, que todos conocemos, y admitida su pretensión. Naturalmente que el salario sería acorde  con el beneficio que va a producir, mínimo como el de los asesores.  Creemos que el IDIVAL tiene que ser la punta de lanza de la investigación  de Cantabria disponiendo de  la majestuosidad del HUMV, Facultades etc. Pero no está ocurriendo  porque la filosofía que existe en este país es dar prioridad primero a la política y después al resto, es decir a la educación, sanidad, investigación etc. Y es por ello que esta reflexión lo es  para empezar a pensar que Cantabria también tiene que ser el salir adelante en investigación científica.

Todos debemos estar de acuerdo  con que la sanidad en Cantabria se puede estar durmiendo en los laureles a pesar de lo mucho y bueno que se hace por parte de los profesionales.

Nosotros entre muchas otras propuestas propondríamos en un principio dos:

Se debería buscar la coparticipación en la investigación con empresas farmacéuticas de fuera de España, ofreciendo nuestras instalaciones previo estudio y elaboración de convenios. Y por otro lado, se debería permitir que entre en el Instituto IDIVAL el capital privado.

Todas estas medidas y más redundarían en beneficio de la sanidad de Cantabria porque solos no podemos en estos tiempos y si no se da un paso valiente  adelante con las innovaciones gigantes que se producen que quedan obsoletas al día siguiente y la robotización de la medicina nos vamos a quedar en un hospital de curas.

El progreso de Cantabria también puede llegar por la sanidad, una industria que tenemos aquí esperando que entre todos construyamos esa Ciudad Sanitaria llenándola de  ideas y pragmatismo, dejando de ser ombligistas y de mirar a la Bahía