Noticias de Cantabria
Entrevistas 02-09-2019 21:30

José Mª Pérez (PERIDIS): "En mi libro cuento cómo me enamoré de un Monasterio que he llevado a hombros a lo largo de mi vida`

Nuestra entrevista de hoy nos lleva al pasado, a lo lejano y no tan lejano, a los recuerdos y a las anécdotas que vienen de la mano de un arquitecto nacido en la comarca de Liébana, en un pequeño municipio de no más de seiscientos habitantes, de nombre Cabezón de Liébana. Su nombre José María, su apodo Peridis.

 

Nuestra entrevista de hoy nos lleva al pasado, a lo lejano y no tan lejano, a los recuerdos y a las anécdotas que vienen de la mano de un arquitecto nacido en la comarca de Liébana, en un pequeño municipio de no más de seiscientos habitantes, de nombre Cabezón de Liébana.

Persona polifacética que gracias a su empeño, tesón y dedicación nos ha hecho vibrar, a veces de emoción y otras de admiración. Arquitecto de profesión, humorista y dibujante de actitud, y distinguido escritor.

Su nombre José María, su apodo Peridis.

ALA.- D. José María, antes de comenzar nuestra entrevista, le agradecemos su disposición y su tiempo en recibirnos en estos días de descanso de sus vacaciones de verano.

¿Existe un hilo de conexión que ha sido vital entre el arquitecto, el humorista, dibujante y escritor?

O lo que es lo mismo, D. José María, el arquitecto exclusivamente, ¿hubiera sido el mismo profesional si no hubiera sido escritor? ¿Y el escritor si no hubiera sido arquitecto?

D. José María Pérez.- Yo creo que sí. La curiosidad que tenemos las personas, sobre todo los niños, que a lo largo de la vida, la perdemos.

La vida se vive una vez, es como vivir tres vidas en una, si yo soy arquitecto tengo una mirada, si soy humorista y dibujante tengo otra, si soy escritor tengo otra, lo malo, lo difícil es hacerlo todo a la vez, y tratar de hacerlo bien.

Y también todo lo que ha sido la rehabilitación del patrimonio, la comunicación,… y a lo tonto a lo tonto, advierto que no me lo propuse, tenía que ser arquitecto, me gustaba la profesión, tenía que vivir de algo, me gustaba hacer caricaturas, tuve la suerte de estar en Madrid, estaba el Monasterio al lado de mi casa arruinándose, pues me metí a arreglarlo, y todavía lo tengo en mis manos y lo he sacado ya como libro. Y finalmente lo escribí. Lo había pensado para cuando fuera mayor. La verdad es que he tenido suerte, me gustaba contar cosas y la escritura, sobre todo la novela, o el relato, es una forma extraordinaria de contar las cosas.

           Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

ALA.- Todo lo anterior presupone sensibilidad. Respeto con sus antepasados en múltiples de sus proyectos de rehabilitación y restauración de monumentos, sensibilidad con los que le rodean en el arte de hacer sonreír, y la sensibilidad de compartir sentimientos y conocimientos a través de las letras y dibujos.

¿Es difícil trasmitir esa sensibilidad cuando el proyecto tiene una gran envergadura como lo fue su primer monasterio, el Monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo?

D. José María Pérez.- No, no es difícil. Si lo haces solo, a lo mejor te crees que eres Dios, pero si lo haces con tus vecinos, como lo hicimos, con una asociación de 500 socios en una población de 5.000 habitantes, haces camino al andar, lo haces divirtiéndote, divirtiendo a la gente, pasándotelo bien, entonces eso no tiene ninguna trascendencia, lo haces porque te gusta, lo haces con los demás porque les gusta, te diviertes y, ¡Viva la Virgen nuestra Patrona, que cantábamos de niños! 

         

        Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo 

ALA.- José María, reconozca que tiene que tener un poco de “madera” de líder para que le sigan esas 500 personas en su proyecto.

D. José María Pérez.- Si, yo me acuerdo de una película de “Charlot”, que era “Tiempos modernos” que había una manifestación, se cayó una madera de un camión, era una bandera roja, empezó a agitarla, y empezaron a seguirle, pues así me pasó a mi, levante la bandera del Monasterio y me siguieron 500 personas, o mil personas, y entonces tiramos hacía adelante todos.  

           Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

ALA.- José María, lo cuenta de una manera muy simpática pero sabemos que hubo muchos inconvenientes, muchas trabas.

D. José María Pérez.- ¡Y qué actividad en la vida no lo tiene!

No sé si conocen ustedes el chiste de la señora que no había visto nunca fútbol en la televisión, y dice …-“estos chicos en calzoncillos, ¿qué hacen? ¿de qué se trata?. Y le responde el nieto, - “Mire abuela, los que están de rojo tienen que meter el balón en la portería de los que están de azul, y los de azul en la otra. Y la abuela responde, - “¿Y no sería mejor y más fácil que lo hiciesen sin estorbarse?”

La gracia del juego está en el estorbo, en superar los obstáculos, que los hay, las incomprensiones, la maledicencia, las envidias, la incomprensión al fin y al cabo, pero yo creo que en una labor a largo plazo, transparente, donde lo que tratas es conseguir el bien común, un Monasterio arruinado, no hay instituto en Aguilar de Campóo, qué mejor que instalar un Instituto de Bachillerato para que los chicos y las chicas de los pueblos se escolaricen. Han pasado 4.800 alumnos, eso es una alegría… Cada vez que yo me encuentro con alguien que hizo la carrera, que hizo el Bachillerato, y que hizo Historia del Arte, y me ayuda a hacer el libro, son satisfacciones impagables.

    Resultado de imagen de monasterio santa maria de la real de aguilar de campoo                

De aquella ruina, han salido todas estas personas que tienen un futuro que lo han conseguido gracias a la ilusión que tuvimos algunos de “tirarnos a la piscina”, y echar el Monasterio a nuestros hombros, y que casi nos hunde (dice José María entre risas)… porque nadar con un Monasterio a cuestas es muy duro.

ALA.- Su primera novela se engrandeció como Premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica. Ese gran reconocimiento es lo que le da valía al trabajo del escritor, pero háblenos de lo anterior, cuando el escritor duda que se produzca ese reconocimiento, y deja fluir. ¿Cuál es la esencia de su novela? ¿Qué quiso compartir con sus lectores?

D. José María Pérez.- Empecé la novela intentando contar una aventura del Monasterio de Aguilar, que era cuando unos frailes, unos monjes, que venían de Francia, echaron del Monasterio a unos “curillas”, a unos clérigos que probablemente estaban casados y tenían hijos, y necesitaban ser reformados y no se dejaban. Y tuvo que ser un enviado del Papa, que luego termina de Papa con el nombre de Celestino III, un viejo de ochenta y tantos años, y que media entre ellos.

Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

Me parecía que era interesante y luego vi que el Monasterio era del Rey Alfonso VIII, la mitad, y la otra mitad de una familia de Aguilar que fueron los regentes,.. ¡pero si casi la historia de España en el Monasterio! ¡si aquí hay asunto!

La novela se titula “Esperando al Rey”, fue una novela difícil si no se sabe. El libro que hablaremos porque tú quieres que terminemos con el libro, recordando a Paco Umbral, “Yo no he venido a hablar de mi libro, pero me has liado, y he traído mi libro aprovechando que el Pisuerga pasa por Santander”… (entre risas…)

Este Monasterio… quería hacer una novela contando aquellas vicisitudes, y el título es “Hasta una ruina puede ser una esperanza”. Cuando tú no tienes una novela hecha, los papeles son una ruina, más que una ruina un desierto, pero si tienes ya un punto de arranque la solución está en algo que contamos en este libro. “Hacer aprendiendo, y aprender haciendo”.

Y una cosa que decía Rafa Nadal, el tenista, trabajando las soluciones llegan, mi experiencia de toda la vida, es que para que tengas solución de algo, tienes que pensar, tienes que documentarte y tienes que trabajar mucho, en arquitectura, en rehabilitación, haciendo dibujos para “El País” o para otro medio, haciendo una serie de TV, hay que trabajarlo.

La inspiración es verdad que viene, viene cuando tienes conocimiento, cuando te has documentado, y te sientas y entonces viene la inspiración pero tienes que haber sembrado mucho. Si no siembras, no recoges. Y yo realmente he sido muy sembrador, he sembrado mucho y he recogido algo, mucho también.

ALA.- Según avanza la entrevista, hacemos un recordatorio a la famosa frase del escritor Francisco Umbral, cuando dijo bruscamente en un programa de televisión: ‘He venido a hablar de mi libro’.

Háblenos de su libro en honor a este reconocido escritor, ‘Hasta una ruina puede ser una esperanza. Monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo’, ¿de qué le gustaría hablar?

D. José María Pérez.- Es bien sencillo. Unamuno visita Aguilar en 1921 y a la vista de la ruina clamó contra la España que ha dejado arruinada, que ha perdido todos los valores, que está Castillo en ruinas, casas en ruinas, Monasterio arruinado, los capiteles los han arrancado, y termina la perorata sobre las ruinas diciendo …- “Sale agua de la roca, hasta una ruina puede ser una esperanza”.

Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

Con ese título hemos recogido en el libro, en un relato, que he escrito gracias al Monasterio y gracias a que aprendí que hacer aprendiendo, y aprender haciendo, recoger la historia del Monasterio junto con mi historia en el Monasterio, junto con la historia del pueblo de Aguilar en el Monasterio, en blanco y negro una primera parte y en color en una segunda donde vemos la belleza del Monasterio, de la ruina y de todo lo que ha habido que hacer para convertir en esperanza aquella ruina que tú conocías muy bien porque una vez de pequeña y cuando eras una niña, estaba yo por el Monasterio y ella con un grupo de chavales de 12, 13 o 14 años estaban haciendo casi el “gamberro”, y yo corría detrás de ellos para que se fueran porque andaban alrededor de los andamios y debajo de las bóvedas y corrían cierto peligro. 

Sabes que era una ruina que la hemos convertido en una gran esperanza, que de ella han salido cosas como las escuelas taller que hoy en Colombia son el programa que tiene el presidente Santos para rehabilitar guerrilleros, sicarios y paramilitares. El programa se llama “Escuelas taller de Colombia, herramientas de Paz”, cuando ves que en Colombia al cabo de treinta, casi cuarenta años, de que empezamos aquello, siguen con la misma practica que teníamos nosotros de enseñar a recuperar jóvenes recuperando patrimonio, se pone uno contento.

De aquello que se sembró, fíjate lo que ha salido y donde.

ALA.- ¿Recuerda D. José María ese instante que decidió escribir por primera vez? ¿Hay diferencia entre escribir y ser escritor?

D. José María Pérez.- Si, si hay mucha. Lo que recuerdo es que le daba mucho la “vara”, como se dice la “turra” a escritores amigos míos, recuerdo a un castellano-leonés que se llama Jesús Torbado, premio Planeta, premio Nadal de Novela, muy amigo, y le decía – a mí me gustaría escribir una novela-, y me decía, escribe, escribe, y recuerdo una frase de mi amigo José Luis Sampedro, escritor, que contaba en una conferencia, que un día se le acercó una señora a que le dedicará un libro y le dijo, - ¡Ahí D. José Luis, mi vida es una novela! Y D. José Luis respondió: “Escríbela, escríbela”. Lo difícil es pasar de cualquier suceso, de cualquier persona o de cualquier historia, novelarlo, es decir, la novela tiene unas leyes, tiene unos condicionantes muy grandes para que se lea. Tiene que haber una trama que interese, unos personajes vivos que atraigan, y en mi caso deleitar aprovechando, es decir, que enseñe a los lectores todo lo que yo he aprendido, que les divierta, que lo pasen bien, que digan: “qué bien me lo he pasado, pero mira cuántas cosas he aprendido”. Si yo no me lo paso bien haciéndola, ellos no se lo pasan bien leyéndola, y yo me lo he pasado bien.

  Resultado de imagen de monasterio santa maria de la real de aguilar de campoo

ALA.-  D. José María, todos estos proyectos son merecedores de mucha dedicación y tiempo, compromiso y responsabilidad, no dudamos que ha dejado algo por el camino.  

D. José María Pérez.- Pues, años… (Vuelve a sonreír).

La verdad es que no tengo la sensación de haber perdido nada. Somos lo que hacemos, no lo que tenemos. Tenemos lo que hacemos. Es una paradoja, lo del debe y el haber. Cuando yo aprendí lo del debe y el haber, tenías lo que tenías, y habías lo que no tenías. Curiosamente en la vida cuánto más haces y más das, más tienes, y cuánto más buscas, y quitas, y luchas por … menos tienes. Yo creo que hay que dar, el mar es gratis, y ahí está, las olas, vienen y vienen y traen, y nos traen peces, y el día viene con nubes, y nos traen agua, y los ríos nos regalan agua, si todo es un regalo, la vida misma es un regalo, por lo tanto, que es lo que tienes, te han dado la vida, la amistad te la dan, el amor te lo dan, … yo creo, la verdad, es que si no estamos en este sentido, en onda con lo que es la vida, estamos mal, envidaremos a los que tienen más, a los que son más jóvenes, a los que son más guapos, a los que son más ricos, …Yo con lo que tengo, voy bien servido, ya tengo unos años que ya estoy en lo mejor de lo peor, pero si lo miras haciendo balance al final la vida ha sido muy generosa conmigo. La vida me ha dado todo, también me ha quitado mucho. He tenido grandes desgracias, enormes, pero es que en la vida hay que cogerlo todo, lo bueno y lo malo, hay que aprender a superar lo malo, y comprender a los demás cuando pasan por ello.

ALA.- Por último, D. José María, dejamos abierta una pregunta para que pueda dirigirse a nuestros lectores, si quiere comentar que esencia tiene su libro, que les quisiera trasmitir o lo que usted quiera.

D. José María Pérez.- El libro es un relato, cuento cómo me enamoré de un Monasterio porque era mi juguete, porque estaba prohibido entrar en él y porque venían los turistas, les enseñábamos el Monasterio y nos daban unas “perrillas” para ir al cine, y entonces, cuando acabe la carrera, y vi que se arruinaba promoví una asociación cultural, convertimos el Monasterio, la rehabilitación, en una fiesta, una fiesta de la cultura y eso ha sido hasta el momento actual. Y de ahí ha salido una Asociación de amigos, dos centros del Románico y luego salió la Fundación Santa María La Real que en estos momentos tiene 250 trabajadores y también las escuelas taller. Una manera de ver el patrimonio no como una carga sino como un recurso, que tener este patrimonio es un gran privilegio, tenemos la obligación de cuidarlo, de mantenerlo y sobre todo, lo que hicimos en el Monasterio de Aguilar con esta ruina fue llenarlo de vida porque no se trata de restaurar sino se trata de revivir, de revitalizar, y eso vinimos haciendo con poesía, con música.

El libro empieza a estar en color en el capítulo diez que dice, “la música colorea y alegra las piedras. Hasta entonces era en blanco y negro, pero luego entra el color, como se ve en este Monasterio hay un Instituto de Bachillerato, un hermoso instituto donde los chicos y las chicas aprenden muchas cosas, y sobre todo, aprenden a amar el patrimonio.

                             Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

ALA.- Se preguntarán nuestros lectores cómo un cántabro aparece en Aguilar de Campóo, y en la restauración de este Monasterio.

D. José María Pérez.- Mis padres eran del norte de Palencia, mi padre era guarda forestal en Liébana después de la guerra y lo trasladaron a Aguilar de Campóo y me crie al lado de un Monasterio. En el momento que fui arquitecto y que ya conocía gente, estaba dibujando en “El País”, se me abrían muchas puertas y detrás de mí como un perrito llevaba al Monasterio, que no ladraba pero pedía pan. Pedimos el pan, le dimos el cariño, y le dimos un uso que es lo más importante y a todo el Románico de alrededor.

 

   Resultado de imagen de monasterio de aguilar de campoo

Muchas gracias D. José María, ha sido un placer hablar con usted, e invitamos a todos nuestros lectores a que conozcan este relato sobre la historia de su vida con un Monasterio a sus espaldas.

 

 

Sé el primero en comentar