No pintamos ná….

   No es un secreto que yo descubra ahora que Cantabria pinta bien poco en el panorama nacional; en primer lugar, porque somos como un 1 % en todas las estadísticas que se manejan, sea en extensión, en población y en otros indicadores; pero, sobre todo, porque nuestra fuerza política es ínfima y ningún Gobierno de España nos ha tenido en cuenta y nuestros vecinos siempre nos han ninguneado…

¿O ya no recuerdan el triste final del ferrocarril Santander-Mediterráneo?; ¿O las cuantiosas inversiones de los puertos de Gijón y Bilbao, en detrimento competitivo del mejor puerto natural del Cantábrico, Santander?; ¿O el AVE de Asturias y País Vasco, ambos con “su Y griega”, mientras, en Cantabria, suspiramos con que llegue hasta Reinosa sin saber cuándo sucederá?

     En esta semana se habla mucho de que ya tendremos posibilidad de viajar entre Cantabria y el País Vasco… ¡Ya, ya,….! Eso se ha conseguido con los votos del PNV y de las negociaciones de sus dirigentes, cuestión que se hace extensiva también a La Rioja y Navarra, pues es al País Vasco a quien de verdad le interesa poder viajar a esas comunidades, especialmente para su ocio y disfrute. No nos engañemos, aunque nos venga bien. Y, ¡Claro!, quizás lo extiendan a Asturias y Galicia, comunidades donde el Covid-19 ha tenido escaso impacto y ya está bien de generar agravios continuamente (Por cierto, sepan Vds. que todas las comunidades del norte de España están en la zona baja de fallecidos por 100.000 habitantes, salvo La Rioja, Navarra y País Vasco, pero los votos de apoyo al Gobierno son decisivos).

    Y también en estos días está aún en discusión el reparto de 16.000 millones de euros, pues el Gobierno va cambiando las reglas según le va conviniendo en cada momento, ya sea el reparto de los dineros, el número de víctimas o cualquier otro aspecto, buscando siempre el rédito electoral. Parece que nos pueden corresponder 120, que representaría el 0,75 % del total, por lo que Revilla ha manifestado su cabreo y decepción; aunque dice Zuloaga estar muy satisfecho y que el fondo asignado a Cantabria “es una buena noticia”, pues afirma que nos tocarán más de 300 millones; el tiempo es tozudo, veremos lo que llega y pondrá a cada uno en su sitio. Porque ya sabemos que ni somos ni pintamos ná. ¿De qué ha servido el voto del Sr. Mazón para aprobar a Pedro Sánchez el innecesario Estado de Alarma?

     Ya decía Revilla, y con razón, que las reuniones de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos era un teatrillo para contarles lo que ya había dicho en la perorata-mitin sabatino o para oír, que no escuchar, las peticiones de los respectivos presidentes; salvo lo que pudieran decir los del País Vasco y Cataluña, que, a esas comunidades autónomas, lo que pidan. Ha conseguido hacer un estado injusto e insolidario, impropio de un verdadero socialismo, donde ha agraviado a las demás comunidades, muchos de cuyos presidentes, incluso socialistas, se han quejado; pronto des dará unas migajas y quedarán más contentos que unas pascuas.

    Y así tenemos comunidades “agraciadas” y comunidades “agraviadas”. A Cantabria siempre le toca “bailar con la más fea”, Sr. Revilla, y donde hay que poner toda la carne en el asador es en la política nacional, pues las comparecencias televisivas solo dan publicidad personal y poco más.

Quizás la culpa no la tengan nuestros dirigentes y seamos los cántabros, muy conformistas y anestesiados por la fuerza moral de la izquierda que copa la calle, quienes están al confort de su casita, mirándose el ombligo de la Cantabria Infinita.  

    Como afirmaba Cicerón, hace ya más de dos mil años (Año 63 a. de C.), “Quousque tendem abutere, Catilina, patientia nostra?, que traducido al román paladino podría ser de esta guisa “¿Hasta cuándo abusarás, Pedro Sánchez, de nuestra paciencia? La respuesta la tienen los lectores, no vaya a ser que Pablo Iglesias me acuse de “conspiración”, argumento leninista-troskista y chavista que emplean todos los dictadores que en el mundo ha habido y siguen existiendo (Igual se le pasa por la imaginación que estoy sugiriendo al Gobierno de Cantabria que flete todos los autobuses existentes en la región para hacer una visita de cortesía a La Moncloa, con desvío por Galapagar).