Maria Buruaga, presidenta de Cantabria

Hacía tiempo que no departía con la ahora Presidenta, y más en estos tiempos con todos los compromisos que sin duda tiene, por lo que desde las elecciones ni tan siquiera lo había intentado. En esta ocasión pasaba por Peña Herbosa e hice un intento, estaba ocupada como siempre, pero su secretaría me dijo: "date una vuelta que igual tiene 10 minutos", y añadí que sólo era para saludarla y departir brevemente con ella. Hubo suerte, al rato subí y acababa de salir la visita por lo que aproveché.

Me recibió como siempre, como seguramente recibe a todo el mundo porque va en su carácter, con una sonrisa y los brazos abiertos.

Sin más preámbulos le pregunté cómo iba la legislatura con un: ¿ya has tomado tierra?, a lo que enérgica me respondió que desde el primer día, una vez nombrado el equipo.

Parece que no ha pasado el tiempo pero la última reunión que tuvimos para hablar de Cantabria fue cuando ocupaba la consejería de Sanidad. ¡Cuanto tiempo¡, ya ni se acordaba, y sobre todo como acabaste Valdecilla contra viento y marea pero afortunadamente ahí está el Hospital funcionado como un portaaviones al servicio de Cantabria.

¡En efecto! es uno de mis pilares básicos, de mi Gobierno, seguirá siendo la sanidad fundamental para el estado de bienestar de los ciudadanos. No por ello olvidáremos la inversión, productividad y la empresa para que prospere la Comunidad. Hay que invertir, crear empresas para generar empleo y riqueza.

Otro punto que tocamos fue el del agua porque inexorablemente la sequía se va acercando año tras año, también a Cantabria por lo que se precisa tomar conciencia de medidas a tomar muy seriamente. 

En fin muchos temas para tratar en poco tiempo, pero veo a la presidenta esperanzada, incluso dijo un ¡Carlos saldremos adelante! y te aseguro que cuando yo me marche habrá crecido Cantabria y los cántabros estarán contentos con el trabajo realizado.

Continuamos hablando de la política en general, la crisis etcétera, y de Cantabria en particular pero la vi muy de presidenta y muy en su sitio, con una gran madurez, sabiendo muy bien lo que tiene que hacer. Por lo pronto va cumpliendo con sus compromisos, como la bajada de impuestos tan necesaria y que han agradecido los ciudadanos. Y a nivel humano y personal como siempre, receptiva y abierta a todos y con todo lo que se la dice. En efecto la receptividad no es un común denominador de los políticos por desgracia porque cada uno va a lo suyo y una vez que adquieren cargo pasan de los ciudadanos.

El tiempo pasaba, me gustaba la conversación, no hizo nada por "echarme" pero entendía que su agenda está más que completa. La conminé a que más pronto que tarde nos sentáramos ante un mantel para departir con tranquilidad y me dijo que sí. No me lo creí mucho porque cuando deja la política activa diaria lo más natural es que acuda a la familia, pero insistiré hasta que acceda.

¡En fin! fue muy agradable hablar con ella, encontrarla tan afable y asequible como siempre, como dos amigos que somos y ahora además con la presidenta de Cantabria.