La tertulia de Claudio Acebo estuvo caliente. Carlos Magdalena
Hoy nada más entrar en la radio note que el director del programa, mi buen amigo Claudio, estaba de levante y eso significaba que tenía ganas de rock and rolll, que no es otra cosa que alzar la voz y decir verdades.
Hoy nada más entrar en la radio note que el director del programa, mi buen amigo Claudio, estaba de levante y eso significaba que tenía ganas de rock and rolll, que no es otra cosa que alzar la voz y decir verdades. Se inició como no puede ser de otra manera apelando a la temperatura muy caliente que había en el Senado en esos momentos, y cuando escribo estas líneas finalmente y como era de esperar Sánchez otra vez, no será la última, se arrodilló ante quien maneja la política en nuestro país, el prófugo Puigdemont desde su castillo de Waterloo.
Y es que prácticamente todos los contertulios opinamos también igual que el director del programa, estaban Iñigo Fernández, Leticia Díaz y Lola Gorostiaga, y es que en este circo que está montado lo primero que se dilucidaba es la amnistía y después en todo caso entraríamos en otro partido que puede ser la convocatoria de elecciones o simplemente una legislatura abrasiva.
El problema es que los decretos que se pretendían aprobar, y que finalmente se aprobaron con permiso de Puigdemont concediendo concesiones que pierden el resto de los ciudadanos y por teléfono, contenían unas medidas muy importantes de millones, 10.000 pensiones etc. que eran necesarios pero como suele ser el señor Sánchez para usar decretos mete como si fuese un caldero alubias, lentejas y garbanzos, como una ?pringa? que dicen en la costa de Huelva y sin querer dilucidar que pueden ser tres platos exquisitos por separado y no juntos.
Se habló ¡como no! de la nueva idea de Puigdemont en este país en bancarrota de principios morales y escasa ética, de buscar que vuelvan las empresas que se fueron de Cataluña por el golpe de Estado y si no vuelven buscar la forma de sancionarlas. Una medida muy hitleriana, pero veremos en qué queda.
Hablamos, en este caso lo hice yo, sobre el bucle en el que está metido el Partido Popular y su presidente que para mí particularmente debe ser más directo, más tajante y si me apuro más radical en las respuestas a Sánchez, no puede andar con contemplaciones porque si no tendremos Sánchez hasta el 2030, o hasta cuando quiera. Y es que nos hemos metido en un bucle total de lamentaciones, y debemos salir cuanto antes porque si seguimos por esta derrota nos llevará a más impuestos a la clase media, a las empresas pequeñas que subsistirán como puedan y la gran empresa sin meter ruido se van a marchar de este país, además de Cataluña que ya lo hicieron.
Lo cierto es que Sánchez se maneja muy bien con los medios y todos los días manda a la tropa en formación, y a los muy cortos con un papelucho para que no se confundan, a cansar a los medios de comunicación verdaderos voceros manipuladores de lo que dice la Moncloa salvo excepciones gloriosas.
También se habló de la obligatoriedad de la mascarilla, en opinión de Claudio debe ser obligatoria. En mi opinión creo que se debería de apelar a la responsabilidad de los ciudadanos y no venir ahora deprisa y corriendo después de las Navidades con una mascarilla política porque lo dice la ministra Mónica García como ocurrencia después de las vacaciones y cuando está bajando la epidemia. Todo a destiempo, de forma precipitada ante una situación que se le ha ido de las manos y viene ahora a obligar a los ciudadanos a ponerse la mascarilla cuando el pico desciende, todo es un contrasentido y una mala gestión.
En efecto lo que se deben de hacer son medidas sanitarias desde el primer día en que se ve que puede producirse algún daño a los ciudadanos. Y es que ya lo dice Claudio, la sanidad debería estar al margen de las guerras políticas y en manos de expertos competentes. Y yo sigo pidiendo la confección, lo he dicho tantas veces que aburro, de un LIBRO BLANCO en el que participen principalmente los médicos, pero no los médico con carné en la boca, y marcar una relación de objetivos, partidas económicas etcétera y sacar adelante nuestras sanidad pública que es lo más importante. No se hará.
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