Aquí no hay ni división de poderes ni pepinillos en vinagre

A pesar de reconocer que vivimos en una democracia cautiva esto todavía puede ir a peor.

En una  democracia tiene que prevalecer la división de poderes, el legislativo, ejecutivo y judicial; pero lo que se pretende, al parecer, aquí es que el ejecutivo domine sobre todo lo demás y eso ya no es democracia.

Hay que decir de principio, y en lo que se refiere al Consejo General del Poder Judicial, que hasta ahora populares y socialistas se repartían la tarta de los jueces hasta que llegaron los comunistas, y las mayorías absolutas de una y otra parte han variado. También hay que recordar que el independentismo moderado de antaño tenía trozo de tarta en el CGPJ.
No podemos olvidar que esta situación del Poder Judicial se ha mantenido con la venia de Europa, a pesar de que no existía una independencia de los jueces porque estaban sometidos al poder ejecutivo.

Y con la llegada de Dolores Delgado militante socialista a mandar en la Fiscalía el sistema ha quebrado totalmente.

Pero como quiera que han llegado los comunistas, Europa se ha puesto las pilas y ha dicho un ¡basta ya!
El comunismo quiere entrar por encima de todo en el Consejo a pesar de que su representatividad es prácticamente la misma que siempre han tenido, sobre el 9%, e imaginamos que a pesar de la fuerza que tienen los podemitas sobre Sánchez el presidente español tendrá que claudicar a lo que le dicen en Europa porque en Europa saben que si cede en este punto, a medio plazo, ese sistema de independencia perdería el fuelle, la fuerza, y pondría en tela de juicio la democracia judicial en algunos Estados europeos.

La independencia del poder judicial es fundamental para que España siga viviendo en democracia, imagínense ustedes que estuviesen los jueces a la orden de Sánchez, la sentencias que han salido nunca habrían salido, como declarar nulo el estado de alarma, y tantos otros varapalos que está recibiendo el Gobierno de Sánchez.