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Cultura 14-04-2025 11:45

Vargas Llosa, el último representante del `boom` latinoamericano

El escritor, periodista y Premio Nobel de Literatura hispano-peruano Mario Vargas Llosa, autor de `La ciudad y los perros` (1963) y `La fiesta del chivo` (2000), entre otras muchas obras, ha fallecido este domingo a los 89 años de edad, dejando huérfano al `boom` latinoamericano, del que formó parte junto con el colombiano Gabriel García Márquez o el argentino Julio Cortázar.

Nacido en Arequipa (Perú) el 28 de marzo de 1936, Jorge Mario Pedro Vargas Llosa cuenta con una extensa bibliografía, entre las que destacan obras como 'Travesuras de la niña mala' (2006), 'La ciudad y los perros' (1963), 'Conversación en la catedral' (1969), 'Pantaleón y las visitadoras' (1973), 'La tía Julia y el escribidor' (1977), 'La guerra del fin del mundo' (1981) o 'La fiesta del chivo' (2000).

A lo largo de su larga trayectoria, ha cosechado reconocimientos como el Premio Nobel de Literatura (2010), el Premio Rómulo Gallegos (1967), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (1986) y el Premio Cervantes (1994), entre otros.

Hijo de Ernesto Vargas Maldonado y Dora Llosa Ureta, después del divorcio de sus padres, se crió con su madre y su abuelo en la ciudad de Cochabamba, en Bolivia. En 1946, la familia se mudó a la ciudad peruana de Piura, y en 1947, ya en Lima, sus padres restablecieron su relación.

En la capital peruana, el escritor asistió a una escuela católica y fue entonces cuando su padre, a quien no conoció hasta los diez años al estar separado de su madre, decidió ingresarle en el Colegio Militar Leoncio Prado de Lima. Esta experiencia marcó al escritor, quien reflejó esta etapa de su vida en su primera novela, 'La ciudad y los perros' (1963).

Esta obra, que le catapultó como autor, se basa en sus experiencias personales en el Leoncio Prado y, precisamente, estuvo rodeada de una fuerte polémica en Perú, hasta el punto de que mil ejemplares fueron quemados públicamente por varios oficiales de este colegio militar.

Tras terminar sus estudios en el Colegio Nacional San Miguel en Piura, estudió Letras y Derecho, en contra de los deseos de su madre, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Lima), donde empezó a colaborar profesionalmente en periódicos y revistas, siendo editor de los 'Cuadernos de Composición' y la revista 'Literatura'. Además, en esta etapa fue cuando conoció a su primera mujer, Julia Urquidi, y cuando comenzó a conformar su mirada utópica sobre la sociedad.

"Supongo que en mi juventud la idea del comunismo era la idea de la sociedad perfecta. Recuerdo el versito de Paul Eluard que recitábamos en Lima el año 1953, cuando entré a la Universidad de San Marcos: '¿Conoces el país donde no existen las putas, los ladrones, ni los curas?'. Nos parecía que ésa era la sociedad ideal. Y creíamos que Rusia era eso. Fue una ilusión bastante pasajera, efímera, porque muy pronto caí en un mundo donde la realidad está muy lejos de la utopía", aseguró en una entrevista en el diario 'El País' en el año 2003.

En 1959, se trasladó a España gracias a la beca de estudios 'Javier Prado' y se doctoró en Filosofía y Letras por la Universidad Complutense de Madrid. Al terminar sus estudios, se instaló en París, donde trabajó como periodista en la agencia France Presse, profesor de castellano y locutor en la televisión francesa.

Según la página web del autor --www.mvargasllosa.com--, sus primeros años en la capital francesa transcurrieron entre "la escasez y la angustia por sobrevivir" aunque, durante esta época, logró encarrilar su carrera como escritor y publicó sus primeras obras.

RUMBO HACIA EL PRAGMATISMO

En 1964, de vuelta en Lima y tras haber vivido en París, Londres y Barcelona, Vargas Llosa llega con un divorcio a cuestas y, tras la radicalización de la Revolución Cubana, comenzó a distanciarse del comunismo para abrazar el pragmatismo político. Según el escritor, este cambio de rumbo le alejó de muchos de sus colegas.

Un año después de su regreso a Perú, se casó con su segunda mujer, Patricia Llosa, con quien tuvo tres hijos. Sin embargo, no se quedó en su tierra durante mucho tiempo y en 1967 se trasladó a Grecia para trabajar como traductor junto al también escritor Julio Cortázar.

Durante esta etapa escribió, entre otras obras, la novela 'Pantaleón y las visitadoras' (1973) y el ensayo literario 'García Márquez: historia de un deicidio' (1971).

SU CARRERA POLÍTICA

A lo largo de su trayectoria, Vargas Llosa ha dado conferencias y clases en una larga lista de universidades en Estados Unidos, Sudamérica y Europa pero también ha estado ligado a la vida política de su país natal.

Precisamente, en 1974, volvió a Perú y compaginó la escritura con el periodismo, al tiempo que preparaba su carrera política hacia la Presidencia del país. De esta forma, se presentó a las elecciones de 1990 como líder de la coalición conservadora Frente Democrático (FREDEMO), pero perdió los comicios en la segunda vuelta frente al candidato del partido Cambio 90, Alberto Fujimori.

Aun así, gran parte de sus últimos años los vivió en España, su segundo país del que obtuvo la nacionalidad en 1993, para poco después ser nombrado miembro de la Real Academia Española (RAE), donde ocupó el sillón 'L' a partir de 1996. Asimismo, estuvo vinculado a la política española y apoyó públicamente al partido Unión, Progreso y Democracia (UPyD), fundado en 2007 y liderado por la ex dirigente del PSOE Rosa Díez.

ÚLTIMAS NOVELAS: UN REGRESO LITERARIO A LATINOAMÉRICA

En España ha publicado novelas como 'Tiempos recios' (Alfaguara) o 'Cinco esquinas' (Alfaguara), en las que regresó literariamente a Latinoámerica. Precisamente, en la primera de ellas trataba la participación de la CIA en el golpe militar contra el presidente guatemalteco Jacobo Árbenz, a comienzos de la Guerra Fría, mientras que en la segunda narró los últimos meses de la dictadura de Fujimori, retratando una "deriva" del periodismo que el autor consideraba que está presente en la actualidad, según declaraciones recogidas por Europa Press durante una rueda de prensa.

"En la novela hablo de una América Latina odiosa, detestable y con violencia que es la de los dictadores. Pero afortunadamente hoy ya no existen esas dictaduras militares, aunque sí haya dictaduras ideológicas como las de Venezuela, Cuba o Nicaragua y democracias imperfectas impregnadas de populismo", lamentaba aún en 2019 el Nobel de Literatura.

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