Potes clausura su X edición de los Cursos de Verano de la UC con un taller sobre rastreo de huellas
El taller `Huellas y rastros` ideado por el naturalista Máximo Sánchez Cobo y el director de Aves Cantábricas, Alejandro García Herrera, ha puesto punto y final a la X edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) en Potes

El taller `Huellas y rastros` ideado por el naturalista Máximo Sánchez Cobo y el director de Aves Cantábricas, Alejandro García Herrera, ha puesto punto y final a la X edición de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) en Potes, que esta temporada ha acogido dos talleres prácticos. Éste último de entusiasta asistencia con casi medio centenar de personas que han venido incluso de fuera de Cantabria.
La responsable de la sede universitaria estival de la UC en Liébana, Sandra Pilar Soberón, ha afirmado que desde la institución se sienten "muy contentos" con los resultados de las actividades programadas en 2025 en términos de calidad y participación.
A su juicio, que iniciativas como las de los Cursos de Verano organicen monográficos, charlas y talleres en los pueblos de Cantabria es "una gran oportunidad" para sus habitantes y visitantes. "Traer actividades a sitios como Potes, que están muy alejados de los centros de las grandes ciudades, es una manera de atraer la cultura sin tener que desplazarte", ha explicado.
También ha tenido palabras de agradecimiento al Ayuntamiento de Potes, "muy activo, no solamente con la universidad. A lo largo de todo el año raro es el fin de semana que no realiza una actividad cultural y eso para su gente es muy importante", ha ensalzado la responsable de la UC.
TEMPORADA PRÁCTICA
Potes abrió su temporada de Cursos de Verano de la UC el 17 de julio con un taller del músico tradicional multi-instrumentalista Mariu Torre. Su sesión, titulada `Música tradicional y folclore`, contó con una parte teórica y otra de concierto y fue "todo un éxito".
En cuanto a `Huellas y rastros`, impartido este 5 de agosto, ha contado con dos amigos desde la infancia, Sánchez y García, que llevan rastreando huellas desde pequeños y que son dos conocidos naturalistas a nivel nacional.
De hecho, Máximo ha recordado la primera vez que vio un rastro, cuando aún no tenía 10 años y su tío Migio le llevó a la portilla que unía dos prados, en Gormeján. "Me dijo señalando al suelo: mira ahí. A noche pasaron por aquí las corzas". "Unas huellas de pezuña acorazonada se grabarían en mi memoria ya por siempre", ha relatado el naturalista, que 30 años después sigue buscando huellas y rastros de los animales salvajes, impartiendo cursos y realizando estudios faunísticos.
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