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Tribunales 06-05-2021 06:30

La Audiencia juzga hoy al acusado de intentar matar a otro hombre de un disparo en Renedo

La Fiscalía pide 4 años y 9 meses de prisión y hay conformidad de las partes con la calificación y penas solicitadas por el ministerio público

   La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria juzga este jueves al hombre acusado de intentar matar a otro de un disparo en diciembre de 2019 en Renedo de Piélagos, para el que la Fiscalía pide 4 años y 9 meses de prisión.

   En concreto, el Ministerio Público interesa 3 años y 9 meses de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa, así como un año más por otro de tenencia ilícita de armas para el procesado, que se encuentra en prisión provisional desde los hechos.

   Además, solicita que se le prohíba acercarse a la víctima, a su domicilio o lugares que frecuente, a una distancia mínima de 500 metros y a comunicase con él por cualquier medio, directo o indirecto, durante 8 años.

   A la hora de calificar los delitos e interesar las penas, el fiscal ha considerado que concurre la atenuante de confesión y, también, de reparación del daño causado, ya que el implicado se entregó, ha pedido perdón y ha indemnizado extrajudicialmente al herido con 45.000 euros.

   El juicio se celebrará, a partir de las 10.00 horas, en principio con confirmad, ya que el escrito de acusación pública ha sido suscrito por la acusación particular y también por la representación del acusado, quien acepta los hechos y la pena que pide el fiscal.

  HECHOS

   Los hechos sucedieron a primera hora de la mañana del 21 de diciembre de 2019 cuando el procesado, vecino de Maliaño y que entonces tenía 37 años, presuntamente hirió de un disparo a otro hombre, de 41 años y residente en Renedo de Piélagos, donde sucedió todo.

   Según la Fiscalía, sobre las 8.40 horas de ese día el procesado cogió un taxi en Maliaño para ir a su domicilio, donde se bajó. Desde el telefonillo del portal pidió 20 euros a sus esposa y, a continuación, se volvió a subir en el vehículo para que le trasladara a Renedo. Una vez allí, tras pagar la carrera, se dirigió al edificio donde vivía la víctima, al que solicitó que bajase al portal.

   El herido accedió, creyendo que iban a hablar sobre la hora a la que iban a quedar al día siguiente para dirigirse a una obra que ambos iban a ejecutar juntos. Así las cosas, bajó y no encontró al acusado, por lo que salió a buscarle a la carretera contigua al inmueble, al ver que se estaba marchando.

   Por eso, le llamó, y en ese momento el procesado se dirigió hacia él y le empezó a llamar "hijo de puta". Y, sorpresivamente, sacó de la cintura un revólver "con la intención de acabar con su vida". En ese instante, el herido, que había salido a la calle en pijama y zapatillas, se dio la vuelta y empezó a huir, recibiendo un primer disparo en la espalda.

   Cuando estaba llegando al portal, se tropezó y recibió otro impacto en el tórax, pese a lo cual pudo saltar una barandilla que separa la rampa de acceso al garaje, cayendo desde varios metros de altura y desplomándose en el suelo. El acusado, con el fin de lograr su propósito, siguió disparando repetidamente el arma hacia la víctima, hasta percutir los seis proyectiles del cargador.

   Varios vecinos se asomaron a las ventanas, alertados por la detonación, e hicieron fotografías y grabaron vídeos del implicado con el arma en la mano abandonando el lugar. A continuación, se personaron en el lugar los servicios sanitarios, que trasladaron al herido al Hospital Valdecilla, donde lograron estabilizarle y salvar su vida.

  REVÓLVER

   Por su parte, el sospechoso se dirigió andando hasta la finca de una vivienda de Renedo conocida como \'Palacio Capilla de los Bustamente\', donde escondió la pistola junto al muro perimetral del terreno. No obstante, se personó a continuación, sobre las 9.40 horas, en el cuartel de la Guardia Civil de Piélagos, donde confesó que era el autor de los disparos, acompañando a los agentes al lugar donde había dejado el revólver.

   Se trataba de un arma corta inicialmente inutilizada y posteriormente rehabilitada para poder ser usada como arma de fuego, por lo que estaba prohibida según el reglamento en la materia. Además, el acusado carecía de permiso o licencia para el uso de armas cortas.

  CLARO RIESGO VITAL

   A consecuencia de los disparos, la víctima sufrió dos heridas por arma de fuego. La primera, con orificio de entrada en zona media de la espalda y salida por zona anterosuperior izquierda del tórax; y la segunda, con entrada en zona pectoral izquierda, sin orificio de salida. También se lesionó al saltar desde una altura de varios metros, por la barandilla que da al garaje, en la rodilla izquierda, y se fracturó la clavícula derecha.

   Todo ello supuso un "claro riesgo vital" para la víctima, a la que los médicos hallaron en la calle, sobre un gran charco de sangre y con dificultad respiratoria. Precisó, por tanto, transporte en ambulancia urgente tratamiento médico y quirúrgico posterior. Tardó 273 días en recuperarse, de los cuales 14 fueron de hospitalización y 259 impeditivos, y le han quedado diversas secuelas. Los gastos generados al Servicio Cántabro de Salud por esta atención ascienden a 16.875 euros.

   El día de los hechos el procesado había consumido sustancias estupefacientes si bien no ha quedado acreditado el grado de afectación de sus facultades volitivas e intelectivas, y está en prisión provisional desde el 23 de diciembre de 2019.

   En su declaración indagatoria, practicada el 12 de enero de este año, pidió perdón por lo sucedido y ha indemnizado extrajudicialmente al perjudicado, que se da por resarcido de todos los daños sufridos renunciando así al ejercicio de acciones civiles.

  

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