El cinturón del PSOE

Dicen los dirigentes del PSOE que todos tenemos que ajustarnos el cinturón. Tienen razón, pero habida cuenta de que los ciudadanos difícilmente nos lo podemos ajustar más estamos a la espera de ver cómo se lo ajustan nuestros dirigentes políticos incluidos los del PSOE. Por ejemplo, podrían comenzar por renunciar a las subvenciones que reciben de nuestros impuestos. Sería un detallazo. También podrían comenzar a ir en metro, en autobús o en sus coches particulares. 

Pienso en esto mientras veo en la tele a Oscar López, el flamante secretario de Organización del PSOE, reclamar que la Iglesia católica pague el IBI, ya saben, el impuesto por bienes inmuebles. López componiendo un gesto inocente asegura que los socialistas no van contra nadie y yo con la misma inocencia decido creerle, a la espera ya digo, de que a continuación diga que el PSOE va a renunciar a cualquier subvención pública habida cuenta de que estas salen del bolsillo de los contribuyentes. También aguardo impaciente a que López o cualquiera de los dirigentes socialistas soliciten con la misma convicción que también tributen el IBI otras confesiones religiosas, amén de fundaciones, incluidas las del PSOE, entidades deportivas, sindicatos y el resto de los partidos políticos. 

Verán a mí me parece que no pasaría nada porque la Iglesia pagara el IBI de determinados bienes inmuebles, pero en la petición del PSOE  hay una carga tan burda de demagogia que huele a chamusquina. En realidad es un ejercicio de anticlericalismo barato. Hay dirigentes socialistas que deben de creer que el anticlericalismo, amén de gratis, es moderno y queda muy bien, sobretodo a falta de un discurso consistente, del que en estos momentos carecen. 

Si el PSOE hubiera planteado que con carácter general todas las instituciones que ahora no pagan IBI lo hagan entonces no habría nada que reprochar, pero que de todos los que no pagan IBI, ya digo partidos políticos, sindicatos, entidades deportivas, etc, solo se lo reclamen a la Iglesia católica, les deja en evidencia. 

Independientemente de las creencias de cada cual, lo cierto es que en esta horrible etapa de crisis económica que estamos padeciendo la labor de la Iglesia católica está resultando esencial. Cáritas está en primera línea de batalla ayudando a los que nada tienen, pero, además, en las parroquias y en tantas otras instituciones de la Iglesia se está prestando un servicio a la sociedad intentado paliar los efectos de la crisis y llegando donde precisamente no están llegando otras instituciones. 

Si todo lo que el PSOE tiene para ofrecer a la sociedad es la bandera del anticlericalismo entonces que Dios nos coja confesados porque es que está peor de lo que se ve que están, lo que es una mala noticia porque es necesario que haya un partido de oposición fuerte y creíble que sea una alternativa seria y real. Esperamos que se les ocurra otra cosa más consistente para hacer oposición y agrupar en torno suyo a los electores.