¿La ultra izquierda comunista del Gobierno de Sánchez boicoteará  la Asamblea de la OTAN en España? Por Carlos Magdalena

Todos los analistas están muy callados porque en esta democracia cautiva no se puede sacar los pies del tiesto ya que corres el riesgo de perder las subvenciones y la publicidad recibida, y los medios de comunicación nacionales y regionales viven de eso, la independencia y libertad de expresión es una quimera.

Por un lado los socios del gobierno de Pedro Sánchez, los podemitas-comunistas, la ultra izquierda española, piden que no se envíen armas a Ucrania y se eliminen las sanciones a la Rusia de Putin y desde el Gobierno de Sánchez dicen a la OTAN que todo lo tienen controlado. Y nadie se cree que sea cierto porque la ultra izquierda  está en el Gobierno de Sánchez  y no de florero,  coogobierna con el socialismo y aunque es muy cauta y tiran de la cuerda lo justo sin romperla,  porque no quieren perder las poltronas ni los coches oficiales ni las prebendas ni los asesores ni la pasta, están meditando cómo  hacer una protesta desde el propio Gobierno pero sin que suponga que se vea obligado el presidente español a cesarlos porque si los cesa evidentemente proceden unas elecciones generales a lo cual se niega el presidente como lo está demostrando con las cesiones que está haciendo una detrás de otra  al independentismo catalán. En efecto cualquier día el Parlament le nombra padre de la patria catalana sustituyendo a Pujol.

Imaginamos que los países  atlantistas, Francia, Reino Unido y EEUU practicaran un cordón sanitario al Gobierno de Sánchez  y sus 23 ministros y que a nuestro presidente le tengan apartado y relegado, como lo hacen en la actualidad, no se fian, y le invitaran a la inauguración y clausura para la foto.

España, por culpa de este hombre, no ocupa el puesto que le pertenece en el orden europeo de decisiones, porque seamos serios tener comunistas en un gobierno en el siglo XXI que defienden a Putin es mucho más que tirar piedras contra nuestro tejado, es ser gilipollas, ir en contra de todo y de todos y lo peor de nosotros mismos. Pues eso, gilipollas.