La gallina Pedresa, reconocida como raza autóctona de Cantabria
La gallina Pedresa ha sido reconocida como raza autóctona de Cantabria e incorporada al Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España con el estatus de raza en peligro de extinción, según el acuerdo adoptado por la Comisión Nacional de Coordinación para la Conservación, Mejora y Fomento de Razas Ganaderas, dependiente del Ministerio de Agricultura.
Los trabajos iniciales para obtener este reconocimiento comenzaron en otoño de 2010 mediante un convenio de colaboración entre el Gobierno de Cantabria y la Universidad Complutense de Madrid (UCM), por medio del Laboratorio de Genética, con el asesoramiento del entonces investigador en el Centro Mas de Bover del IRTA y especialista en esta especie, Amadeu Francesch, según informa el Gobierno de Cantabria en nota de prensa.
En la primavera de 2011, se obtuvieron los datos de crecimiento, y desde otoño de ese año hasta el de 2012, los datos de puesta, trabajos que fueron realizados en las instalaciones de la finca CECA de Gama del Gobierno de Cantabria.
Esta es la tercera raza autóctona, tras la bovina pasiega y la canina Perro de Agua del Cantábrico, que ha sido rescatada en nuestra Comunidad Autónoma durante los últimos seis años, a través de la promoción llevada a cabo por el Ejecutivo para su reconocimiento nacional, lo que para el Gobierno "supone un evidente esfuerzo de contribución a la conservación de la biodiversidad animal".
LA GALLINA PEDRESA
La gallina Pedresa se caracteriza por un plumaje barrado irregular o pedrés, que le ha dado su nombre, y un carácter originario agreste. Tradicionalmente, ha sido una raza autóctona del norte de España de doble aptitud, principalmente circunscrita a Cantabria. En las publicaciones de la primera mitad del siglo XX, se la describe como un ave de tamaño pequeño a mediano, muy activa y rústica.
Su adaptación a las condiciones ambientales del clima húmedo del norte, así como su aptitud genuinamente campera, que le permitía buscar su propio alimento, hacían que, aunque su rendimiento no fuera elevado, no generara prácticamente gastos, lo que la convertía en ideal para la economía de subsistencia rural de esas poblaciones.
Las primeras características morfológicas relevantes de la gallina Pedresa de la que se tienen constancia datan de junio de 1919, cuando se publicaron en varios periódicos de tirada regional las características exigidas para la participación en el Concurso Avícola Cantábrico: tamaño entre grande y mediano; plumaje pedrés (cuco); cresta sencilla; patas sin pluma, amarillas y con cuatro dedos; orejillas blancas, y pico amarillo.
La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha anunciado que continuará trabajando para constituir una asociación responsable de la creación y llevanza del libro genealógico de la raza y elaborar el plan de mejora de la misma, "herramienta indispensable para conseguir su recuperación".
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Comentarios(1):
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