Comillas pide medidas "urgentes" para conservar su cementerio, declarado Bien de Interés Cultural
El Ayuntamiento de Comillas ha solicitado a la Consejería de Cultura la inspección de su cementerio, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), con el fin de evaluar su estado actual y elaborar un informe detallado sobre su "progresivo deterioro", para adoptar medidas "urgentes" según lo que establece la Ley de Patrimonio Cultural de Cantabria.

El Consistorio ha remitido una carta al consejero del área, Luis Martínez Abad, con esta petición que responde a "una creciente preocupación" por esta instalación cuyo deterioro estructural "amenaza su integridad y pone en riesgo su valor patrimonial".
En un comunicado, ha agradecido la "pronta" respuesta de Patrimonio a la petición y al "exhaustivo informe" elaborado por la Policía Local, que realizó una inspección ocular para evaluar si existe riesgo para las personas dado el estado de algunos muros del recinto.
Según ha explicado, además de su relevancia histórica y "emocional", el cementerio es un elemento patrimonial protegido desde hace más de 40 años y la legislación vigente "exige a las administraciones responsables velar por su conservación y garantizar su protección".
En este sentido, el Ayuntamiento ha recordado que es la comunidad autónoma la que tiene el deber de verificar su estado y adoptar las acciones necesarias para frenar su deterioro, incluyendo la ejecución de obras de restauración si fuera preciso.
Unas actuaciones que espera se realicen "cuanto antes" y evitar así "un daño irreparable en uno de los enclaves históricos más significativos de la villa.
DETERIORO ESTRUCTURAL
El camposanto, que está integrado en el conjunto histórico-artístico de Comillas, presenta un notable desmoronamiento en sectores clave de la antigua iglesia y la tapia perimetral, donde se han abierto boquetes en la mampostería.
Esta situación ha provocado la inclinación de los pináculos diseñados por Lluís Domènech i Montaner y un visible desgaste en el contrafuerte que sostiene el arco donde se ubica la icónica escultura del Ángel Exterminador de Josep Llimona, lo que podría derivar en su colapso.
Si bien recientemente se ha restaurado la verja de la portada monumental, otros elementos como los relieves del arco de acceso y la inscripción `Ave Maria` muestran un avanzado estado de erosión, ha precisado el Ayuntamiento.
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