Expertos instan a trabajar en la identificación de infectados por hepatitis C aún sin diagnosticar
Calculan que 13.000 personas la padecen sin saberlo

Especialistas sanitarios implicados en el abordaje de la hepatitis C han instado a trabajar en la identificación de infectados por esta enfermedad que quedan aún sin diagnosticar, lo que han calificado como uno de los grandes retos pendientes de cara a alcanzar los objetivos de eliminación que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece para 2030.
Con motivo de los 10 años del Plan Estratégico para el Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC), el Ministerio de Sanidad ha acogido este viernes un acto de conmemoración en el que se ha puesto de relieve que esta estrategia ha permitido tratar en esta década a 172.312 pacientes.
Así, las últimas estimaciones de prevalencia de hepatitis C concluyen que ha disminuido al 0,14 por ciento, lo que supone unas 54.000 afectados, y que si se tiene en cuenta la población general, desciende al 0,12 por ciento, 45.000 pacientes.
La responsable de la Unidad de Vigilancia, VHS y Hepatitis B y C en el Centro Nacional de Epidemiología Instituto Carlos III, Asunción Díaz, ha presentado estos datos y ha prexisado que se estima que un 29 por ciento de infectados no conocen esta situación, lo que resulta en 13.000 personas sin diagnosticar.
"Algo que decimos todos de que la hepatitis C, que ya se ha acabado, que tenemos que pensar en otra cosa. Yo creo que esto no es una realidad y tendremos que seguir moviéndonos en esa dirección", ha apuntado el presidente de la Asociación Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) durante una mesa redonda sobre los retos de la hepatitis C, celebrada durante el acto de conmemoración.
Los expertos han puesto el foco en aquellos colectivos más vulnerables, como los usuarios de drogas, personas sin hogar, personas migrantes en situación irregular o personas que ejercen la prostitución. Sobre estos, el infectólogo Pablo Ryan, del Hospital Universitario Infanta Leonor, ha abogado por prestar servicios adaptados a ellos debido a sus "limitaciones" y "dificultades" para acceder a los servicios de prevención y tratamiento.
"Creo que tendríamos que fortalecer la vigilancia epidemiológica, para conocer más los datos existentes, para identificar esas brechas que hay (...) tenemos que saber quiénes son los que se están infectando ahora y los que estamos tratando ahora para conocerlos y para ver la cobertura del diagnóstico, pero también del tratamiento (...) y poder usar estos datos para diseñar luego los programas de prevención y de tratamiento", ha añadido.
Otro colectivo en riesgo son las personas usuarias de chemsex, que es considerada una práctica de riesgo para la adquisición de hepatitis C o para la reinfección, de tal forma que el epidemiólogo y técnico de proyectos de la ONG StopSida en Barcelona, Hernán Perea, ha apuntado a una prevalencia de la enfermedad superior al ocho por ciento en este colectivo. Para mejorar la prevención, diagnóstico y tratamiento, ha señalado el uso de estrategias personalizadas.
Por su parte, el médico de familia José María Molero, miembro del consejo asesor de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), ha apostado por unificar la estrategia de diagnóstico precoz en todas las comunidades autónomas. "Hay estrategias de éxito, Cantabria, Andalucía, Galicia, Murcia, pero hay otras comunidades donde seguimos pendientes de hacer ese esfuerzo para llegar a esos 13.000 pacientes que no estamos diagnosticando", ha precisado.
PLAN TOMADO COMO "EJEMPLO"
Las propuestas de trabajo de los especialistas han sido recogidas por el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, quien se ha encargado de clausurar el acto de conmemoración destacando tres "hitos" del PEAHC que llevan a que este sea tomado como "ejemplo".
En este sentido, ha subrayado la alianza que entre sociedad civil, organizaciones de pacientes y organizaciones profesionales para hacer de "hilo conductor" entre administraciones de distintos signos políticos para que este plan siga activo diez años después. "Creo que poder mantener esa alianza, ese acuerdo y ese trabajo compartido para poder catalizar las decisiones que se van tomando a nivel institucional es algo verdaderamente necesario", ha indicado.
Del mismo modo, ha reivindicado la concurrencia de la posibilidad científica con la capacidad social y política que se produjo entonces para la aprobación de los antirretrovirales de acción directa y que en la actualidad no existe, poniendo como ejemplo el caso del VIH.
"Nos encontramos con la existencia de la capacidad científico-técnica para frenar la transmisión, con las nuevas prep de `long acting`(...). Sin embargo, nos encontramos en el momento en el que la capacidad política a nivel global posiblemente sea la más alejada que hemos tenido en la última década", ha lamentado.
Para finalizar, Padilla ha querido poner en valor el motivo por el que la PEAHC pudo ponerse en marcha, el Sistema Nacional de Salud (SNS). "Esto que se hizo aquí no se podría haber hecho en muchos países porque no existe una estructura de un sistema sanitario con ansias universales y con capacidad para llegar al conjunto de la población", ha remachado deseando que, dentro de otros diez años, se haya conseguido pasar del 0,12 al 0,012 por ciento de prevalencia de hepatitis C.
IMPACTO EN TRASPLANTES Y DONACIONES
Durante la jornada se han puesto sobre la mesa algunos de los retos que quedan por trabajar, pero se ha evidenciado que la situación de la hepatitis C en España es favorable. Aparte de los datos epidemiológicos, el encuentro ha querido mostrar el impacto que los tratamientos y el PEAHC han tenido sobre los trasplantes y donaciones.
La médico adjunta de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) Beatriz Mahíllo ha expuesto el impacto de los antirretrovirales sobre la lista de espera y el trasplante hepático. En concreto, ha apuntado que en 2015 había 693 pacientes esperando un hígado por una enfermedad hepática asociada a hepatitis C, mientras que en 2024 esta cifra era solo de 115.
También ha resaltado el efecto positivo sobre la donación y el trasplante de órganos a partir de donantes virus C positivos, con un incremento tanto en la utilización de este tipo de donantes como en el número de órganos trasplantados a partir de ellos, que ha permitido además incorporar el trasplante de órganos torácicos a partir de donantes con serología positiva para el virus C y constatando la seguridad y calidad en los resultados de supervivencia, tanto del receptor como del injerto.
En cifras, entre 2014 y 2024 se incluyó en las listas a 209 donantes VHC+ para donar a pacientes con VHC-. De estos, 34 donantes tenían PCR positiva y los otros 175, negativa.
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