Precursores de la crisis

Las responsabilidades de esta galería de personajes que traemos, una galería que sólo pretende ser representativa, se reparten de diversa manera: están quienes fomentaron la innovación financiera con los productos que más tarde reventaron el sistema financiero mundial; los ideólogos del capitalismo financiero, que presumían del éxito del modelo de banca de inversión ante el mundo y de las excelencias de los watchdog , como el presidente de la SEC, Cristopher Cox, cuyo papel en prevenir y evitar la crisis ha sido claramente cuestionado. Y quizá están quienes no debieran porque la crisis les cogió en el sitio equivocado. Y como no podía faltar en este mosaico de vanidades está también el personaje enigmático, sólo conocido entre la comunidad de adeptos: el chino David X. Li, un  experto en matemática cuántica y oráculo de los modelos de medición de riesgos que no impidieron el desastre. Quizá hasta la aumentaron. Repasen con nosotros, en este breve trayecto, dónde estaban y dónde están ahora.

Henry Paulson. El Secretario del Tesoro de la crisis. Desde su cargo hubo de lidiar con el estallido de la crisis. Fue el artífice del plan de rescate de 700.000 millones para el sistema financiero. Tuvo que reflotar las agencias hipotecarias públicas Fannie Mae y Freddie Mac y ayudar a AIG, la primera aseguradora mundial. Desde su salida de la administración, a este financiero formado en la banca de inversión no se le ha visto en ningún acto público, a los que declina asistir. Está preparando un libro en el que contará su experiencia como responsable del Tesoro y cuyos beneficios donará a una ONG.

Stanley O'Neal. Seducido por la subprime. El presidente y consejero delegado de Merrill Lynch, es visto como el hombre que introdujo al banco de inversión en las procelosas aguas de las hipotecas subprime que le hicieron perder  8.000 millones de dólares nada más comenzar la crisis, en el verano de 2007. O'Neal salió del banco con un paquete debajo del brazo de casi 162 millones de dólares. Despareció del escenario público hasta enero de 2008 cuando fue nombrado miembro del Consejo de Administración de Alcoa. Desde abril de 2009 lo es también del Consejo de  American Beacon Advisors,  firma texana de asesoramiento en inversiones.

John Thain. El liquidador. Último presidente y consejero delegado de Merrill Lynch, antes de que lo comprara Bank of America. Se le recuerda por el gusto exquisito que demostró en decorar su nuevo despacho que le costó al banco 1,2 millones y a él el puesto. No se le conoce actividad alguna. Tras su deshonrosa salida del mundo financiero contrató a una firma de relaciones públicas que suele trabajar para famosos de Hollywood con  problemas de imagen.

Robert Nardelli. El gusto de volar. Llegó a la presidencia de Chrysler en verano de 2007, en pleno huracán financiero, y condujo a la automovilística a la quiebra por su empecinamiento en rehusar un crédito del Gobierno que limitaba la remuneración de los ejecutivos. Nardelli será recordado por su viaje en el jet de la compañía para comparecer en el Congreso cuando la empresa estaba buscando ayuda financiera desesperadamente. Sus colegas de Ford y GM también acudieron a la cita parlamentaria a bordo de los aviones corporativos. En la actualidad es consejero delegado de la firma de inversions Cerberus Operating and Advisory Company, donde trabajó con anterioridad, con responsabilidad sobre la gestión de la cartera de participadas. Christopher Cox. El guardián de la ortodoxia. Probablemente ningún presidente de la SEC estadounidense ha sido tan unánimemente criticado por inepto como Cox, que fue nombrado por  George W. Bush en 2005. Trabaja como socio en una firma de abogados californiana asesorando legalmente en operaciones de M&A.

Richard (Dick) Fuld. Amor por el riesgo. El ex presidente y consejero delegado del quebrado Lehman Brothers sufrió en carne propia su estrategia de amor por los derivados y productos de alto riesgo, Asumió plenamente la responsabilidad de las decisiones que llevaron al banco a declararse en suspensión de pagos. Declaró ante el Congreso que desde el año 2000 se había embolsado unos 300 millones de dólares en bonus extrasalariales. Actualmente trabaja para el fondo de cobertura Matrix Advisors, mientras espera cómo se despeja el horizonte legal.

Rick Wagoner. Ex consejero delegado de General Motors. Tiene el dudoso honor de haber recibido la recomendación de que dimitiera de la recién llegada administración Obama cuando ésta se encontró con la patata caliente del ineficiente coloso automovilístico. Como su homólogo de Chrysler, Wagoner dejó tras sí cuantiosas pérdidas y polémicas por utilizar el avión de la compañía para comparecer en el Congreso y por haber cobrado un retiro de 20 millones de dólares. En la actualidad mantiene un perfil bajo, está vinculado a la Universidad de Duke y es asesor en diferentes firmas.

Charles Prince. El Príncipe de Citigroup. Consejero delegado entre 2003 y 2007, tuvo que dimitir tras las pérdidas multimillonarias del primer grupo bancario de EEUU vinculadas a productos derivados sobre hipotecas u otros activos subprime. Para no pocos, este fue uno de los hombres fundamentales del entramado de la crisis. El paquete que se llevó a casa se estimó en unos 95 millones de dólares, entre acciones, bonus y otras remuneraciones. Es asesor internacional, con responsabilidades de vicepresidente en la firma Stonebridge International, donde se encarga buscar oportunidades de inversión.

David X. Li. El matemático. La figura más enigmática de la crisis. Su nombre escapa a cualquier simple mortal, pero cuando este experto en matemática cuántica se adentró en el mundo financiero en 1997, donde llegó a trabajar para Barclays Capital y JPMorgan Chase, el sector quedó seducido por sus formulaciones para medir el riesgo bancario, como su famosa Función de la Copula Gaussiana, aplicada por los operadores en derivados para fijar modelos de correlación de riesgos. Aunque Li solo dio a conocer la fórmula, ésta es considerada como un factor decisivo en el desencadenante de la crisis. Ahora está trabajando como responsable de riesgos en China International Capital Corporation.

Angelo Mozilo. Fascinado por las subprime. El fundador y máximo ejecutivo de la financiera hipotecaria Countrywide pasará a la historia de esta crisis como el núcleo de la catástrofe de las hipotecas subprime. La SEC le imputó haber engañado de forma deliberada a los inversores sobre el alcance de los riesgos que estaban contratando y de insider trading en la venta de sus acciones de la compañía. La presión de la opinión pública le obligó a renunciar a una indemnización de casi 38 millones de dólares. Ha desaparecido del escenario público y ocupa su tiempo en defenderse de diversas y múltiples batallas legales.

Bernard Madoff. El Padrino. El autor de la mayor estafa piramidal de Estados Unidos. Desarrolló con total impunidad su negocio como gestor de fondos durante 20 años.
Tras declararse culpable de 11 delitos cumple una condena de 150 años en una penitenciaría de seguridad media con presos condenados por delitos violentos o de tráfico de drogas.

James (Jimmy) Cayne. La vida es una partida de bridge. Al ex presidente de Bear Stearns le cogió la crisis de uno de los bancos de inversión de mayor solera jugando al bridge. Mientras el valor del banco, que acabó absorbido por  JPMorgan Chase, se desplomaba causando una histeria generalizada él demostraba sus conocidas habilidades con el bridge en una mesa en Detroit. Fue obligado a dimitir en enero de 2008. Se deshizo de su participación en el banco por 61 millones de dólares cuando llegó a valer 1.000 millones. Fiel a sus aficiones, ha sido visto cenando en algún restaurante famoso de Nueva York y jugando a las cartas. No se le conoce actividad profesional.