Noticias de Cantabria
25-01-2009 21:00

La Corbata Roja celebra la Junta de su banco

Emilio Botín no deja de sorprender ni cuando las cosas van mal. Este lunes ha convocado junta extraordinaria de accionistas para adquirir la totalidad del banco norteamericano Cumplidos ya los 74 años y con más de medio siglo de banquero, Emilio Botín siempre juega a ganar.

Si no fuera por Emilio Botín, la banca española sería tan aburrida, previsible y gris además de tan poco relevante en el extranjero como en el siglo XX. Hijo y nieto de banqueros, el presidente del Santander lleva dos décadas (sucedió a su padre en 1986) sorprendiendo a los mercados financieros y marcando el camino a las demás entidades con decisiones inesperadas.

Dando primero, que como decía mi abuela es como dar dos veces. Y diciendo las verdades del barquero (por ejemplo, sobre la crisis actual) en discursos que nunca dejan indiferente al mundo económico y político.

Con un mensaje siempre optimista y de respaldo a la política económica del Gobierno, sea del color que sea, a Botín le gusta ser el primero en todo, ya sea eliminar comisiones, lanzar productos agresivos, vender activos o comprar bancos. Muchas de sus ideas son con frecuencia copiadas por el resto.

Después de criticar a los banqueros por la crisis y a los reguladores por "deificar a los consejeros independientes" y de advertir sobre la posible competencia desleal que pueden causar las ayudas públicas a los bancos (lo mismo que opina el presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia), Botín pidió una vuelta "a los fundamentos de la banca". Ahora predica con el ejemplo y solicita el dinero que necesita para reforzar su solvencia a quien se lo debía pedir según el sentido común capitalista, a sus accionistas.

En Estados Unidos, en lugar de rascarse el bolsillo, los accionistas de algunos bancos ayudados por el Gobierno están ahora cobrando dividendos. Emilio Botín no deja de sorprender ni cuando las cosas van mal. La ampliación de 7.200 millones de euros no es el primer golpe de efecto en esta crisis, puesto que desde el verano el Santander ha comprado a precio de saldo los bancos británicos Alliance & Leicester (A&L) y Bradford & Bingley (B&B) y el estadounidense Sovereign Banken, todo ello en plena escasez de liquidez de toda la banca mundial y después de haber comprado el año pasado parte del gigante ABN Amro.

Si los bancos no tenían dinero, ¿de dónde lo saca el Santander para comprar tantas entidades? Pues si hace falta, de los accionistas, como se ha visto. Otras veces financia las compras con pelotazos como el que dio hace un año al vender la entidad italiana Antonveneta sólo tres semanas después de haberla comprado, logrando una plusvalía de 2.400 millones de euros.

¿Se puede ganar más en menos tiempo? O con la venta de todos sus inmuebles (red de oficinas y la ciudad financiera de Boadilla del Monte, Madrid) para vivir de alquiler, que además desgrava, y conseguir así unas plusvalías de 1.681 millones cuando el ladrillo aún se vendía bien. Cumplidos ya los 74 años y con más de medio siglo de banquero, Emilio Botín siempre juega a ganar.

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