El gas y la conexión hispana

Según el acuerdo alcanzado tras una noche de negociaciones en Moscú, Rusia venderá gas a Ucrania a un precio más elevado pero garantizará un 20% de descuento durante el año 2009, mientras que Ucrania por su parte no elevará las tarifas para el tránsito de gas ruso hacia Europa durante el mismo año.  El precio del gas y el de las tarifas se calcularán según la fórmula de precios europea el primero de enero de 2010, afirmó Putin.

Desde un punto de vista político, ciertos analistas opinan que Moscú ha pretendido dar una lección a Kiev por los planes de éste de entrar en la OTAN. Con la disputa por las tarifas de tránsito, Rusia ha pretendido dejar claro a Ucrania que no se puede tener lo mejor de dos "mundos": ser parte del "mundo occidental", con una política hostil hacia Rusia, y conservar su competitividad económica basada principalmente en la energía de bajo coste que importa desde Rusia.

Hasta ahí tenemos los datos de la negociación última entre ambos contrincantes por el gas, puñetero gas. Pero todos saben, o todos intuimos, que ese no será el final. Rusia sigue siendo el país más grande y que da más amparo a la mafia más grande del mudo.

Todo en Rusia es grande, salvo sus dirigentes. Observen que todos tienen un tamaño más bien de apartamento soviético. Yo diría que aún más pequeño que los de la ministra española de triste recuerdo y cuyo nombre, como diría Cervantes, no quiero acordarme, pero que está en la mente de todos.

Hasta aquí es claro lo que ocurre y lo que todos intuimos, incluso los bocartes de la Unión Europea. Ahora bien; ¿Alguien se ha ocupado de pensar que España, osea que diría un gilipollas del Gran Hermano, nuestro país, aún, podría ser el remedio contra la crisis energética europea? Intentaré explicarme.

Pese a funcionar todavía como una "isla energética", con todo lo que conlleva de negativo para España y Portugal, ocurre que la Península Ibérica podría ser una alternativa de futuro de cara al aprovisionamento de la Unión Europea en gas natural frente al "chantaje energético ruso" (conflicto entre la Rusia y Ucrania), que afecta muy gravemente el consumo energético de 18 países europeos. La propuesta, aunque no exclusiva, salió del presidente de la Rede Eléctrica Nacional (REN) del país vecino, José Penedo, que ya la expuso en Bruselas hace casi un año, en febrero de 2008, durante una cena con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso. Además del gas argelino importado a través el gasoducto del Magreb, la Península concentra 7 de los 15 terminales de gas líquido (GNL) instaladas en puertos comunitarios, con lo cual podría garantizar a los países de la UE un suministro de gas de procedencias muy diversificadas.

Según José Penedo, la idea fue muy bien acogida por su compatriota Durão Barroso, pero no tanto por otros participantes en la cena, como el presidente de Gaz de France (GdF), que puso sobre el tapete la cuestión clave de saber quién tendría que pagar la interconexión de las redes de transporte necesarias, puesto que las actuales son muy insuficientes, principalmente entre España y Francia y entre Francia y los restantes países europeos interesados. Por ello, comentan los expertos, la idea del presidente de REN tiene muy pocas posibilidades de ver la luz del día. Con su industria nuclear en vez de centrales de generación eléctrica combinadas a gas, Francia no encuentra gran interés en desarrollar nuevas redes de interconexión gasista, no sólo con España y con otros países europeos, sino incluso en el interior del hexágono. Además, para la UE lo prioritario es el proyecto del gasoducto Nabucco, que llevará el gas turco hacia los hogares alemanes, austriacos, húngaros, búlgaros, checos, etc.

De momento, sólo existen dos interconexiones hispano-galas, Larrau-Lacq e Irún-Hendaya, con unas capacidades de transporte respectivamente de 2,5 y de 1 millón de metros cúbicos. Los dos países tienen previsto multiplicar la capacidad del gasoducto navarro hasta 5 millones de metros cúbicos (la idea inicial era tener las obras terminadas ya este año), y han proyectado una tercera conexión transfronteriza, entre Cataluña y el centro-sur de Francia. Se trata del proyecto Midecat, que tendrá una capacidad de 7 millones de metros cúbicos, pero cuya entrada en servicio está prevista para 2014/ 2015.

Mientras tanto, el proyecto europeo de creación de un mercado de gas interconectado en Europa del Sur es sólo papel mojado. Todo lo contrario de los planes de interconexión en la Península. Además de la conexión con el gasoducto del Magreb, desde la localidad lusa de Campo Maior está prevista la creación de un "hub" en Zamora para la distribución de gas en el interior de la Península.

Lo cierto es que la "isla peninsular energética" no se ha visto afectada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que significa que España y Portugal están perfectamente inmunizados contra el "chantaje" de Moscú, cuyo gas cubre el 40% del consumo europeo. La creación de una plataforma ibérica sería una buena alternativa al gas ruso, por la diversificación de los proveedores e igualmente, dicen los expertos, por su flexibilidad, puesto que al contrario de la electricidad, el gas no sufre pérdidas por las largas distancias del transporte hasta los centros de consumo.

Además, los dos países vecinos ya han puesto las bases para la creación de un mercado ibérico del gas (Mibgas), siguiendo el modelo del mercado ibérico de electricidad (Mibel), aprobado hace 5 años pero cuyo desarrollo va más lento de lo previsto inicialmente. REN tiene ya el 1% de Enagas, pero ante la insuficiencia de su "free float" y la lentitud de los planes de  privatización, el operador luso no ha abierto todavía su capital a la homóloga española. Con un mercado casi diez veces más pequeño que el español, y al margen de los gasoductos del Magreb, Portugal tiene el consumo de gas prácticamente garantizado a través de la terminal portuaria de Sines, que recibe principalmente gas nigeriano.

Igual es una buena oportunidad de que nos tengan en cuenta en algo en la Unión Europea...