Noticias de Cantabria
18-06-2012 11:30

Autonomías ¿ Son el verdadero problema?

Las autonomías, todos somos conscientes, nacieron de un acuerdo de todas las fuerzas políticas en los años de la transición. Todos los que intervinieron en su creación eran sabedores de sus puntos débiles pero también de que en esos días había que dar un paso hacia delante y dejar atrás tiempos pasados, había que mirar hacia el futuro.

 Por eso se primo mas una buena solución para el corto plazo o para salir del paso que no para el medio y largo plazo.
Pero ¿Son las autonomías el verdadero problema que nos ha llevado a la situación actual?
Sin duda son parte del problema, aunque no el principal, sobre todo ya que al no ser un modelo cerrado incita que la demanda de nuevas competencias por parte de los políticos sea constante creando múltiples duplicidades, sobredimensionando su estructura y creando grandes ineficiencias tanto en su funcionamiento como en su coste económico.


Pero el problema principal es la “condición humana” entendida esta como la ambición de poder, poder necesario para conseguir privilegios y prebendas que beneficien al político y a sus correlegionarios y allegados dejando los intereses de la sociedad en un segundo lugar. Para conseguir esto su razonamiento es: cuando más cerca este el poder, es decir, cuanto más instituciones haya y más cercanas estén mas fácil será conseguir esa cuota de poder y por lo tanto las correspondientes privilegios y prebrendas.


En palabras llanas su objetivo es conseguir su chiringuito donde poder mandar y manejar a su antojo, por lo tanto cuanto más chiringuitos haya (mas grandes o más pequeños) más fácil será conseguirlo. Por eso vemos constantemente la demanda de nuevas competencias y la creación de nuevos organismos y empresas públicas. El acercar las administraciones públicas al ciudadano puede ser positivo ya que hace que estos las valoren más y las vean más cercanas siempre y cuando estén a su servicio y se haga de una forma eficiente y no gravosa.


Incluso vemos el adoctrinamiento de los ciudadanos desde la escuela en una cultura diferenciadora y no integradora que valdrá a los políticos de base electoral en las distintas convocatorias que haya para conseguir sus objetivos. Es necesario ser conscientes de nuestra raíces, costumbres y tradiciones, nos tienen que valer de referencia y más en estos tiempos de globalización que estamos viviendo, pero no porque sean mejores ni peores que las de otras personas nacidas en cualquier otro lugar del mundo sino simplemente porque son las nuestras.


Creo que es el momento por parte del Estado de delimitar de una vez por todas las competencias del estado de las autonomías y de recentralizar aquellas competencias que sean imprescindible para la cohesión del país aprovechando la delicada situación económica de casi todas las autonomías y ligando la ayuda financiera que estas necesitan a la consecución de un acuerdo sobre estos objetivos ya que poder conseguirlo de otra manera, mediante consenso político, observando el panorama actual es muy difícil, prácticamente imposible.
La pregunta que queda en el aire es: ¿Interesa a los partidos políticos, es decir a los miles y miles de políticos de cualquier signo que viven de la política, llegar a estos acuerdos?
Carlos García Repetto

 

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