Ahora, ¿los parados?

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, dice que no se lo puede creer, que no  Pero yo creo que sólo se puede interpretar como un nuevo recorte en ciernes que la secretaria general de Empleo, Maravillas Rojo, haya encuadrado dentro de lo posible que el gobierno no prorrogue por tercera vez los 426 euros a los parados. Debe ir en serio porque, sino, insinuar que los siguientes "recortados" de Zapatero podrían ser los parados con la que le está cayendo por los pensionistas, yo creo que sería una frivolidad. Y también una provocación.

   El líder de UGT advierte que de continuar con los parados la "quiebra permanente" del discurso político y social de Zapatero, no descarta un endurecimiento de respuesta sindical que incluya hacerle una huelga general. Sería lo que nos faltaba, de verdad. Y lo que le faltaba al presidente para terminar de achicharrar su ya poquita credibilidad. Una huelga general sería absolutamente contraproducente para la maltrecha situación económica española y nuestra imagen de marca como país; pero creo que también la puntilla de la credibilidad de Zapatero. Su mayor fracaso político personal. No hay que olvidar que, en su afán de evitarla, el actual presidente del gobierno lleva toda la crisis haciéndole a UGT y CCOO concesiones rayanas en el 'apesebramiento' que lejos de ayudar a paliar y remontar la ruina que tenemos encima, la han engordado.

   Una huelga general ahora sería un desastre, pero mucho me temo que los ciudadanos deberíamos ir haciendo acopio de tila. Ya me dirán si no cómo se puede interpretar, y si no es para que los parados pongan las barbas a remojar, lo que ha dicho la secretaria de estado de empleo, que "una cosa es mantener el sistema de protección por desempleo, que no se ha planteado nunca su modificación", y otra "si procede o no la prórroga" de los 426 euros. Con la que le está cayendo al Gobierno por los recortes a los pensionistas, insinuar que los siguientes en la lista serán los parados tiene que ir en serio. Al contrario que Méndez, lo que yo al menos no me puedo ni imaginar es que semejante anuncio-bomba (otra vez contra la línea de flotación de los más débiles, a los que Zapatero prometió en primera persona 'no dejar en la cuneta', por cierto) sea uno de esos globos sonda que acostumbra lanzar este gobierno para ver si hay ambiente y que retira con todo desparpajo si caen mal en las encuestas.