La cultura de la bicicleta urbana en Santander

Ahora bien transcurrido un tiempo más que prudencial se mantienen  una serie de vicios que al no haber sido extirpados desde el principio se van cada día incrementando y produciendo daños. Todavía hay tiempo. Nos referimos, como ya habrán adivinado nuestros lectores, a  la velocidad   que algunos ciclistas alcanzan en la ciudad en la que hay que compartir  la acera y el carril sin ningún obstáculo que separe ambos. Debería ser una cuestión de sentido común pero este sentido ya sabemos que no es inherente a todas las personas, ni en este caso a todos los bicicleteros.

Muchas veces, demasiadas, se observan situaciones peligrosas al permanecer los dos carriles sin nada que les separe pero lo de hace unos días fue de vértigo el ver  ante mis ojos  como a punto estuvo de atropellar una bicicleta a una señora que paseaba al filo de los dos carriles frente al Casino. Una bici  bajaba a toda velocidad de los Jardines de Piquio, cuesta abajo y a una velocidad de más de 50 por hora, como si fuera el único usuario del lugar y además con todo el gentío del verano. Y es ahí donde deberíamos de hacer una campaña que quizá no se ha hecho de -cultura de la bicicleta urbana- para fomentar el uso de la bici pero con racionalidad y evitando carreras y velocidades, demasiado habituales, que pueden poner en peligro la seguridad del viandante porque siempre se insiste en el respeto a la bicicleta pero pocas  en el respeto al viandante; las velocidades para otros lugares que no sea el casco urbano.

Insistimos, hay que fomentar el uso de la bici urbana pero advirtiendo y asumiendo  que dicho uso no es la adquisición per se de un derecho para poder atropellar por imprudencia a un peatón. Tienen que convivir el peatón, la bicicleta y el coche. Y ese es un apunte  que  desde el Ayuntamiento se debería de fomentar con una campaña al respecto hacía esas excepciones que llevan una bici diciendo que el carril es de ellos. Sí, pero para hacer una buena utilización. Y como colofón tenemos el paseo costero a Cabo Mayor de los más bonitos del mundo y ahí tienen las bicicletas de montaña y paseo haciéndose los dueños de la senda ¿Y?... Frente a los incívicos proceden, señales, reglas y penalizaciones.