Noticias de Cantabria
26-01-2016 07:00

Vendedores de humo

Ha transcurrido más de medio año desde las elecciones regionales y municipales y todo parece seguir igual en Cantabria con nuestros políticos- voceros de turno saliendo a diario en los medios de comunicación proponiendo remedios a los problemas anquilosados y la situación agravándose.

 

Sabido es y comprobado está en que los políticos y sus adláteres en tiempo de campaña electoral se convierten en auténticos prestidigitadores capaces de desvirtuar la realidad para mostrarla al ciudadano conforme más interesas a sus colores.  Así viene siendo desde que en nuestro país comenzó la democracia y el afán de los personajes dedicados a la política lleva al mayor número de ciudadanos posibles a su causa, que rara vez coincide realmente con la defensa de los intereses generales de la comunidad y del país. Ello ha traído consigo que con el paso del tiempo la mayor parte de las personas más preparadas se hayan apartado de los aparatos de los partidos y en su lugar se  incrementen los oportunistas. En ese entorno es habitual que prosperen más los listillos y atrevidos con la daga que las mentes más preclaras. Y con ellos no pueden faltar los de fácil verbo que pronto pasan a convertirse en portavoces por su facilidad para embaucar al ciudadano. Así se oye de todo y se publica todo, para el regocijo del votante, y con normalidad destacan más los vendedores de humo que las personas serias y coherentes. Todo ello, que puede parecer normal en campaña electoral, resulta paradójico una vez abiertas las urnas y pasada la campaña electoral. Yo creo que los políticos se meten tanto en su papel porque en ello les va la vida (ingresos y prebendas) que olvidan el tiempo en que deben dedicarse a gobernar y administrar de forma seria y responsable. Para ellos la política se ha convertido en su modus vivendi y a ello se dedican en cuerpo y alma, con el apoyo de todo su cuerpo de  colaboradores, asesores y amiguetes bajo nómina del erario público. Cuantos ex políticos  conocemos que siempre iban rodeados de una corte de personas y quedan en la más absoluta soledad cuando dejan el cargo público o las urnas les apartan de él.

Ha transcurrido más de medio año desde las elecciones regionales y municipales y todo parece seguir igual en Cantabria con nuestros políticos- voceros de turno saliendo a diario en los medios de comunicación  proponiendo remedios a los problemas anquilosados y la situación agravándose. Ahí están las estadísticas del paro y la marcha económica con el descenso vertiginoso de empresas. Nuestro presidente Revilla empeñado en recuperar la empresa Sniace sin que nadie hable de quien va a inyectar el capital necesario y el alcalde Iñigo mostrando infografías con el nuevo proyecto Metro-Bus. Si a esto añadimos el despliegue de personalidades en FITUR, ya podemos prever el resultado final, propio de una comunidad donde nos embelesamos mirando el ombligo y la esplendida bahía. Entretanto los políticos siguen vendiendo humo para que la ciudadanía tenga algo de qué hablar y los empresarios sigan a  la espera de la policía de subvenciones. Uno de estos pasados días, un buen observador de la política regional se preguntaba dónde habían ido a parar las plusvalías y ganancias generadas por la política del ladrillo en la primera década de este siglo.  Está claro que no todas las empresas quebraron con la crisis de la construcción. Otras muchas recogieron beneficios y los invirtieron en otros sectores o pusieron a buen recaudo.

 

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Comentarios(1):

Desbaums - 29-01-2016

Estimado Profesor Victoriano:Es un placer leer a un veterano socialista sin pelos en la lengua. Suscribo prácticamente todo, excepto dos o tres cosas cosas. No son ociosos, son vagos. Los ociosos en la Grecia Clásica, eran los que no necesitaban trabajar porque tenían resuelta su vida, eran hombres libres e independientes, con opiniones propias y un gran respeto por sus ciudadanos y por su ciudad. Se dedicaban a pensar, a crear, a imaginar y a gobernar en favor de la sociedad. Del ocio (otium) nació la poesía, la escultura, la filosofía y la política (la dedicación a la "polis" a la ciudad). Estos de ahora suelen ser, en su mayoría, menesterosos, que vienen a la política a hacer "nec-otium" negocio. Ni pueden, ni quieren pensar, imaginar, crear, gobernar, porque, porque no tienen consistencia moral, ni intelectual para hacerlo. Son vagos, porque son tontos sin escrúpulos que van de listos. No venden humo, no. Venden mentiras, venden desprecio, venden ignorancia, venden corrupción. Eso sí, todo ahumado, escondido y disimulado en una verborrea del tres al cuarto con la que engañan a pobres gentes y a otros que pretenden sustituirles. Un abrazo y sigue en la lucha