Noticias de Cantabria
05-03-2008 10:50

Silencio en Mondragón

El momento y el lugar lo merecían. Ayer sentí la necesidad de desplazarme hasta Mondragón para acompañar a los familiares, compañeros y vecinos de Isaías Carrasco, asesinado cobardemente el pasado viernes por la banda terrorista ETA, en el homenaje que el silencio quiso hacerle en la localidad que le vio morir.

Estos últimos días han puesto a prueba la fortaleza de nuestra democracia, desafiada por una banda de asesinos sin escrúpulos que ha querido inútilmente intervenir y trastocar el normal funcionamiento de una Nación unida. La respuesta ha sido contundente en forma de una sociedad que ha acudido a votar con más ganas que nunca, movida por un sentimiento de rabia y hartazgo, pero consciente de que la democracia es poderosa y de que muy pronto los asesinos del ex concejal socialista acabarán en la cárcel.

Con mi presencia en Mondragón quise expresar el apoyo de todo el pueblo de Cantabria a los ciudadanos de este municipio guipuzcoano y, en extensión, a los de todo el País Vasco. Los cántabros, por cercanía, conocemos de primera mano las graves dificultades del día a día al otro lado del límite provincial, donde, desgraciadamente, no existe libertad para aquellos que no piensan igual que esta banda de asesinos.

Ayer experimenté una sensación escalofriante, el miedo y la indiferencia que padecen muchos ciudadanos y cargos políticos en el País Vasco, pero, al mismo tiempo, también advertí ráfagas de la unidad que nos hace más fuertes a todos.

Al entrar en Mondragón, pasé justo por la cabina de peaje de la AP-1 donde trabajaba Isaías Carrasco. Lo supe por el ramo de flores y las velas que allí le recordaban. Me atendió una chica joven, con el rostro  triste y apagado de quien tiene que sustituir a un compañero asesinado.

Eran las 11:45 de la mañana de un día gris, con lluvia y viento. No había mucha gente en las calles. En el ambiente se respiraba que era un día más triste de lo normal, que por estos lares ya es complicado. Quizá sólo era el sentimiento de alguien que viene de fuera.

De camino a la plaza del Ayuntamiento me crucé con varios vecinos, padres y madres de familia con sus hijos, en sentido contrario al lugar de la concentración, en sentido contrario a la repulsa del asesinato de uno de sus vecinos.

A las 11:55 llegué a la plaza del Ayuntamiento de Mondragón, un lugar desierto, únicamente interrumpido por una veintena de medios de comunicación nacionales y regionales, con unidades móviles incluidas. Me sitúe en el centro de la misma y contemplé una pancarta con cientos de imágenes de Isaías Carrasco, ubicada en el mismo sitio donde anteriormente ‘lucía’ una pancarta en favor de los presos de ETA. Había sido retirada por algunos compañeros de Isaías.

Por fin se me acerca un hombre en la soledad de la plaza. Vestía una camiseta con el mensaje ‘Todos contra el terrorismo’, preguntándose en voz alta, como yo mismo, “¿dónde está la gente de este pueblo?”.

En la plaza estábamos cuatro personas hasta que sonaron en el reloj del Ayuntamiento las campanadas que marcaban las doce en punto. Entonces, salieron del edificio del Ayuntamiento los concejales del PSOE, familiares y otras personas que se encontraban en los soportales de alrededor de la plaza, acercándose hasta nosotros.

Sin embargo, no vi a la alcaldesa de Mondragón de Acción Nacionalista Vasca (ANV). Tampoco la esperaba, me habían advertido que estaba de vacaciones. Lo cierto es que las actuaciones del entorno de ETA son tan predecibles como condenables. Muere asesinado uno de sus vecinos, antiguo concejal del Ayuntamiento, y la máxima representante de los ciudadanos en el municipio es incapaz de condenar tan vil asesinato que atenta contra el principio más básico de la convivencia: el derecho a la vida. Es la sin razón personificada.

La concentración fue secundada por no más de cien personas, pese a que en Mondragón habitan 23.000 personas. Fuimos pocos pero valientes, condenando con nuestro silencio pacífico la muerte de Isaías. Minutos de consternación y homenaje póstumo en un día lluvioso, porque el tiempo también quiso acompañar nuestros sentimientos, o viceversa, nunca se sabe.

El viento agitaba con fuerza la pancarta del ex concejal, que decía ‘Todos somos Isaías’. Parecía una llamada de atención a aquellos que no siguieron la movilización silenciosa, aquellos que, pese a estar cerca de la plaza, simplemente miraban o pasaban andando, dejando a su paso una desoladora indiferencia.

No fueron muchos los ciudadanos y vecinos de Isaías Carrasco que expresaron públicamente su dolor y rechazo y recordaron su labor en defensa de la libertad. El miedo provoca estas cosas. Sin embargo, sentí la unidad y la tremenda fuerza de los familiares y de los compañeros de Isaías, así como del resto de ciudadanos que allí se congregaron. Personas valientes, que vamos de la mano frente al terrorismo.

Mi silencio en Mondragón representó a todos los cántabros que han votado masivamente en las Elecciones Generales del domingo y que expresaron con su amplia participación la apuesta firme por la democracia para acabar con esta lacra.

Transmití personalmente al portavoz socialista en el Ayuntamiento de Mondragón, Francisco García, el apoyo y la solidaridad del pueblo cántabro en estos difíciles momentos y la confianza de que el Estado de Derecho triunfará y será implacable para los asesinos de su compañero.

Ahora, nos toca a todos defender la unidad de los partidos políticos frente al terrorismo. Comienza una nueva legislatura y es el momento de aprender de los errores pasados y de poner fin a la crispación. Así lo desean los ciudadanos.

Acabar con ETA es una cuestión de Estado y de unión de todos los demócratas. Si en los próximos cuatro años lo conseguimos, estaremos todavía más cerca del final del terrorismo en España y apartaremos de la plaza del pueblo, de la sociedad, a aquellos que no respetan las reglas de la convivencia pacífica y en libertad. Será entonces cuando vivamos, por fin, en paz.

Mondragón alzó la voz contra el miedo y la resignación, pero en silencio. Fue un silencio sereno y profundo, hasta esperanzado, de aquellos que cada vez nos sentimos más fuertes y libres. Isaías somos todos.

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Comentarios(5):

pesquero - 21-03-2008

No pierdan de vista a este consejero.Dara que hablar para bien.Este consejero si podria ser un gran ministro

Pielagos - 20-03-2008

Muy bien, hay que dar la cara y demostrar como lo vio el consejero que no hay libertad.

un paisano - 19-03-2008

gracias vicente por representarnos, ya lo cantaba labordeta, el miedo tiene raices dificiles de arrancar,si ves que se hacen cadena rompelas y echate a andar....

Cormoran - 17-03-2008

Dias pasados me vi muy gratisímamente sorprendio al ver por TV.a Vicente frente al Ayuntamiento de Mondragón. Eso es todo un hombre de buen corazón y excelente político.

Santanderino - 13-03-2008

Excelente artículo el de Mediavilla. Ha demostrado ser un político valiente y que no se esconde en un tema tan fundamental para España como el terrorismo. Sinceramente mi mas sincera enhorabuena