Nikola Tesla, una vida dedicada a la investigación de la electricidad.

Sus trabajos como científico han dado grandes logros para la industria y la humanidad. Sus estudios y proyectos sin desarrollar tras su fallecimiento, han generado una sensación que ha inspirado a la ciencia ficción. Hasta el final de sus días Tesla se caracterizó por ser un científico genial pero muy excéntrico.

Nikola Tesla se formó como ingeniero eléctrico en la universidad de Praga. Al cumplir veinticinco años, se desplaza a trabajar para una compañía de telégrafos norteamericana a Budapest. Al año siguiente, es fichado para trabajar en París, en una de las compañías de Thomas Alva Edison por su destacado dinamismo investigador. En esta empresa, realizó su mayor aportación científica “la teoría de la corriente alterna en electricidad”.

Por fuertes divergencias y frecuentes discusiones sobre la forma de desarrollar las investigaciones, amén de que le pisaron varios descubrimientos que terminaron en patentes para su empleador, abandona la compañía de Thomas Edison, trasladándose  a Nueva York para crear su propia compañía en 1886. Al año de rodaje de su estrenada empresa,  logra construir el motor de inducción de corriente alterna y trabaja en los laboratorios Westinghouse, donde concibe el sistema polifásico para trasladar la electricidad a largas distancias.

Tras una década de experimentos, consiguió transmitir energía electromagnética sin cables, construyendo el primer radiotransmisor, adelantándose a Marconi. En 1893 realiza en Chicago una exhibición pública de las utilidades de la corriente alterna, demostrando su superioridad sobre la corriente continua de Edison hacia las aplicaciones industriales.

Tesla centró sus estudios en la última década del siglo XIX en alimentar cualquier elemento eléctrico mediante un solo cable. A este fenómeno lo denominó la "transmisión de energía eléctrica a través de un único cable sin retorno".  Esto significa que cualquier cantidad de energía podía ser transportada usando un único cable, con el consiguiente ahorro en infraestructura, agilidad y versatilidad que daba esta nueva forma. Tras varias demostraciones y una gran optimización de su estudio, el sistema de  transmisión unifilar fue presentado en la Oficina de Patentes Norteamérica, registrándose como la patente número U.S.-0.593.138. Fruto directo de esta certificación fue la construcción de la primera central hidroeléctrica en las cataratas del Niágara, que trasmitió electricidad a la ciudad de Búfalo.

Tras este éxito, Tesla se asentó como reconocido científico a nivel internacional. Tuvo uniones empresariales con banqueros de la época para financiar sus investigaciones, pero la mejor relación para que prosperaran sus descubrimientos, la tuvo de la financiación de George Westinghouse, en la que  la corriente alterna sustituyó de forma drástica a la corriente continua en la alimentación y usos industriales. Tras inventar en 1891 la bobina que lleva su nombre, Tesla fue considerado desde entonces el fundador de la industria eléctrica.

El Comité del Sistema Internacional de Unidades denominó a la unidad de inducción magnética “Tesla”  en su honor por los avances que han supuesto sus descubrimientos y toda una vida dedicada a la investigación eléctrica.

Tesla ideó un sistema de transmisión de electricidad inalámbrico, para trasmitir energía eléctrica a través de ondas. Este sistema está basado en la capacidad de la ionosfera para conducir la electricidad. Tesla transmitía a una frecuencia de 6 Hertzios con una enorme torre que llamó “Wardenclyffe Tower”, utilizando la resonancia Shumann como medio de transporte de la energía eléctrica. Este estudio despertó gran expectación internacional, pero su estudio le acompañó hasta sus últimos días.

Tras su fallecimiento, el Gobierno de los Estados Unidos, intervino todos los documentos de su oficina, en los que constaban sus estudios e investigaciones. Aún no se han desclasificado dichos documentos. Estos estudios han despertado la expectación hacia la ciencia ficción.