Noticias de Cantabria
02-07-2017 14:00

Inversiones millonarias en ermitas olvidadas

Recientemente, el gobierno de Cantabria ha publicado que ha invertido 52.OOO euros en la reparación de la ermita de Santa Justa, en territorio de Santillana del Mar.

Visto así la noticia sería para aplaudirla pero estamos en tiempos donde los gastos hay que medirlos con equilibrio y sobre todo en función de su rentabilidad. Esta inversión, aunque no cuantiosa, choca con los continuos lamentos que a diario oímos a quienes tienen responsabilidad en el gobierno de Cantabria, sobre la falta de medios para abordar otras inversiones de primera necesidad.

Ciertamente la mencionada ermita ocupa un lugar privilegiado en el litoral cántabro, digno de atención y cuidado, pero la nota publicada aclara que la inversión se ha realizado en una serie de “obras de acondicionamiento y rehabilitación de la ermita”. Ello nos lleva a plantearnos si el templo es propiedad de los vecinos de Ubiarco, cuyo presidente de la Junta Vecinal  asistió a la apertura y reinauguración del templo  tras llevar tres años cerrado, aunque había sido declarada Bien de Interés Cultural en el año 2010. La inversión pública debiera analizarse desde otro prisma si como acostumbra la Iglesia el templo le tiene inmatriculado a su nombre como se ha destapado que viene haciendo en los últimos tiempos con todas aquellas propiedades sin registrar relacionadas con el culto religioso, pero que en tiempo inmemorial fueron levantadas con el esfuerzo y trabajo de los vecinos de la zona.

Este tipo de inversiones en proyectos que malamente justifican el gasto por  su escaso aprovechamiento no es único y los políticos caen con frecuencia en este vicio cuando se trata de gastar los dineros públicos con poca justificación. Y es que a uno le viene a la memoria que no hace tantos años hubo también un consejero de Cultura que tuvo la brillante ocurrencia de reparar tejados de ermitas y templos olvidados por el solar regional que estaban prácticamente abandonados. La inversión entonces fue de mayor cuantía porque las obras se realizaron por toda la región y con escaso seguimiento hasta el punto de que la casi totalidad de los templos reparados están nuevamente invadidos por las zarzas y la hiedra. Concluidas aquellas obras  nadie volvió a ocuparse de las ermitas o santuarios, y dudo que el propio consejero, profesor de  Historia de la Universidad de Cantabria, haya vuelto a visitar las señales de los  testigos de su obra. Eso sí, hubo una serie de pequeños empresarios rurales que se beneficiaron de aquel despilfarro.

Puestos a analizar inversiones sin ton ni son, me viene a la cabeza un paseo peatonal entre Ruerrero y la ermita de Cadalso con una inversión de 380.000 euros para “facilitar un recorrido seguro para los paseantes  por la carretera comarcal CA-275 y adecuar un aparcamiento en torno a la zona de la ermita rupestre”. Adelanto mi apoyo a toda inversión en un valle como el de Valderredible que ha estado eternamente olvidado y marginado, pero dudo mucho que el camino para recuperarle sea con inversiones de este tipo. La zona del sur de Cantabria, atravesada por el río Ebro, y con numerosos templos de arte románico y rupestre, tiene otra serie de necesidades más urgentes para fijar el asentamiento de la población y mejorar su desarrollo. Zonas y paseos  para los viandantes ya las hay en el entorno del río, donde Medio Ambiente ha creado magnificas áreas que adolecen de mantenimiento y limpieza para que sean utilizadas por las familias.

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Comentarios(1):

Un amigo - 01-07-2017

Pues a mi me parece que proteger el patrimonio de Cantabria es mucho más importante que dar 400.000 € a la Cámara de Comercio no se sabe para que salvo para pagar salarios viajes y comidas Y dedicarse a subvencionar empresas privadas Y otras.Le noto un pelín laicista de tal manera Y con esa filosofía no hay que proteger el patrimonio histórico de Cantabria Y saliendo por el mundo tampoco hay que proteger los patrimonios de la humanidad que se destruyen en Irak de Irán