Noticias de Cantabria
15-05-2009 10:00

De pitos, himnos, hipidos e hipócritas

Ya está el gallinero revuelto ante la gran “sorpresa” de los pitidos al himno nacional y a la Corona en la final de la Copa del Rey. De repente han descubierto que en España hay gente que odia a España. ¡Qué novedad!

¿A quién puede extrañar que odien a España quienes han sido educados en el odio a España? ¿Podíamos esperar otra cosa de un sistema educativo que ha engañado a los educandos haciéndoles creer patrañas históricas en las que nuestro (de nosotros y de ellos) país siempre hace el papel de malo? ¿No odiaríamos nosotros también lo hispano si en la infancia nos hubieran llenado la cabeza de mitos de pueblos fuertes, valientes e independientes esclavizados por la potencia hispánica opresora?

En este caso, los culpables de tener sentimientos contra su propio país no son principalmente los engañados, sino quienes tramaron el engaño (los nacionalistas catalanes y vascos), quienes fueron y aún son cómplices en la estafa (fundamentalmente el PSOE en sus múltiples variaciones regionales) y quienes con su pasividad se convirtieron en cooperadores necesarios (la por otra parte tan añorada UCD y el acomodaticio PP).

Por eso resulta especialmente indignante observar los aspavientos de quienes, graciosamente, cedieron las competencias educativas a las Comunidades Autónomas sin mantener el mínimo común exigible en manos del Gobierno de España; los hipidos de quienes fueron e incluso aún son directamente responsables de estas políticas “educativas” mendaces y disgregadoras (¿Les suena el Sr. Maragall, el hermanísimo?); los llantos y el crujir de dientes de quienes tienen ahora el poder para enderezar este desatino y se conforman con negar la evidencia, avestruces suicidas.

Aunque sólo sea para que estos pobres políticos nuestros no vuelvan a pasar otro bochorno similar, es exigible que se adopten medidas correctoras inmediatamente: que el Estado recupere competencias en educación (bastaría con que ejerciera las que le da la Constitución a veces vigente) para evitar estos envenenamientos masivos y que los gobiernos regionales actúen desde la lealtad a España, especialmente los de Cataluña y el País Vasco, en manos socialistas y el de Galicia, recién recuperado por el PP.

Para que estos hipócritas no sufran tanto y, de paso, para que no se carguen España.

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Comentarios(26):

Espino - 29-05-2009

Hola, Carmelo: En cualquiera de los casos expuestos, la existencia de una selección propia es resultado de una realidad: o de la existencia de una competición en ese territorio o de la independencia política de ese territorio. Ninguno de ambos supuestos se da en las pretensiones de selecciones autonómicas. Y aceptar que las tuvieran sería, insisto, dar apariencia de realidad a lo que no es real. Sería dar a los independentistas un argumento más para la sedición: "puesto que ya parecemos un país, seámoslo". Y contra esas mentiras es necesario actuar con firmeza.

Carmelo Pérez - 28-05-2009

Nadie ha dicho que el dato objetivo de que dichas selecciones existieran antes de la creación de UEFA y FIFA no sea cierto. Y que la incorporación de estas a estos organismos, no lo sea automaticamente reconocible. Lo que manifiesto es que eso es solo una parte del argumento fundamental y, por lo tanto, no es el principio de la cosa. Sino que el principio es, ineludiblemente, que esas selecciones tienen el reconocimiento como tales por las autoridades deportivas del estado que llamamos Reino Unido de la Gran Bretaña. Sin esto, esas selecciones, independientemente de la creación o no de los organismos UEFA y FIFA no serían selecciones pertenecientes a esos organismos. Ahora bien, ¿es legítimo que las Federaciones Vasca y Catalana y Gallega y Castellano Leonesa, etc..., quieran ser como las de Gales, etc..? ¿Es legítimo que ciudadanos Cántabros deseen integrarse en Castilla León? ¿Es legítimo que otros ciudadanos cántabros sean fervientes partidarios de su autonomía? ¿Es legítimo que otros ciudadanos cántabros aboguen por su propia independencia política de esta España nuestra? Todas esas preguntas tienen una respuesta positiva. Por supuesto que es legítimo, desearlo. Otra cosa será conseguir los consensos necesarios para obtenerlo. Pero la trampa intelectual que se nos ha propuesto radica, en venirnos a decir soterradamente, que ya existe un tipo de consenso y este es inamovible. Que las estructuras deportivas, los himnos y la estructura del Estado son las que son (no sabemos si por gracia divina o humana) y son inmodificables y por tanto todos tenemos que estar de acuerdo y no disentir; y mucho menos manifestarlo públicamente, porque eso no es legítimo. Hay quien en su beata puerilidad, nos manifiestan que si vascos y catalanes, futbolísticamente hablando, no quieren; que no jueguen esas competiciones donde el himno nacional suena. Sin darse cuenta que obligaciones tenemos todos y los clubes deportivos tienen, so pena de multa económica, la obligación de jugarlas. Así como los jugadores, por muy nacionalistas periféricos o independentistas que sean, tienen la obligación de acudir a la selección nacional si son llamados; pudiendo esquivar esa obligación solo por casos de fuerza mayor. Fuerza mayor que no contempla su posible independentismo ni su objeción de conciencia por falta de amor patrio. Un cordial saludo.

Carmelo Pérez - 28-05-2009

Por otro lado, ya saben ustedes que Andorra, pertenece a la UEFA como Asociación, al igual que España y el resto de paises europeos. Quién nos puede responder en qué liga juegan los equipos andorranos... Que Gales, etc... tengan liga propia, cosa muy loable, no impide que los equipos Asturianos la tuvieran o jugaraqn en la liga española; o en la luga Gallego-Astur-Cantabro-Vasca. Las formas y formulas de hacer las cosas son las que dentro de cada estado así se estipulen. Y se estipulan mendiante consensos que se legalizan y se realizan como legalidad actual. legalidad que la UEFA no tiene más remedio que aceptar. Por otro lado la historia es un hecho dinámico, es algo que hacemos los seres humanos mientras vivimos. Otra cosa es lo que contamos de la historia, siempre a toro pasado. Porque contar el futuro, va bien para el cine y otros medios, es un imposible por no realizado aún. Un saludo.

Espino - 25-05-2009

Hola, Carmelo: Hay varias diferencias entre los casos de las cuatro selecciones de la Gran Bretaña y la pretensión de tener selección nacional en, por poner un ejemplo, las Vascongadas. Aparte de que tales selecciones, como bien dice François, existían antes de la creación de la FIFA en 1904 y se incorporaron a ésta como cuatro nuevos miembros, cada una de ellas está en un territorio con liga propia. Así que comparar esos casos con las pretensiones de dividir la selección española en varias regionales no es más que otra muestra de los métodos nacionalistas: primero crear la apariencia, que después le seguirá la realidad. Y si quieren hacer esto con el fútbol, lo mismo pretenden con la educación: primero consigo que parezca que somos un país, aún contra toda evidencia histórica, y después llegaremos a serlo. Y frente a esto, que de eso iba el artículo, es necesario que los gobernantes actúen con contundencia evitando el problema de raíz: no se puede permitir que inventen lo que no es, que engañen en la mentira interesada a los jóvenes y en la propaganda más falaz a los ciudadanos en general.

François - 24-05-2009

Estimado Carmelo: Gales, Escocia e Irlanda del Norte -debí decirlo- son las únicas excepciones que FIFA y UEFA admiten a la norma general, por una sencilla razón: esas selecciones, junto con la inglesa, ya existían antes de la fundación de esos organismos. Eso es así independientemente de que gusten o no gusten himnos, banderas o monarquías, de que lo diga Agamenón o su porquero (que no portero). Un saludo.

Carmelo Pérez - 24-05-2009

Si el Estado Español, su administración deportiva, aceptara que existieran las selecciones, por decir y no herir susceptibilidades, Asturiana o Andaluza ni la FIFA ni la UEFA pondrían pega alguna. Porque para que existan las selecciones de Gales, Inglaterra, etc... la única cuestión es que el Reino Unido de la Gran Bretaña así lo reconoce y las tiene creadas y no, como nos plantea François, que estaban antes de la creación de esas federaciones internacionales.

Carmelo Pérez - 23-05-2009

veamos, François, resulta que Gales, Escocia, Irlanda del Norte, Inglaterra no tienen estado reconocido en la ONU... hablar por hablar es de dudosa moralidad intelectual. Decir lo que no se sabe de cierto, como verdad absoluta, es temerario además de incierto. Un educado saludo de quien no gusta ni del imno actual ni de la monarquía.

François - 19-05-2009

Las concesiones permanentes y suicidas en todos los ámbitos, desde los albores de nuestra democracia, son los polvos que han traído estos lodos. Me da vergüenza ajena cuando oigo, en algún informativo nacional en nuestra lengua común, despedirse con un bona nit (no sé si lo he escrito bien). Me imagino entonces a algún corresponsal en París despidiéndose con un bon soir y aparte de la falta de educación que denotaría, el ridículo sería antológico. Y lo malo es que estas mamarrachadas son sólo un síntoma: una de las causas es la educación inculcada en las escuelas del odio y en los libros de texto repletos de mentiras. ¡Y qué grima tanto victimismo! Como has aprovechado para tu reflexión el fútbol, diré que ya me cansa la falacia de que “España” no les deja tener selecciones propias. Pero para desgracia de “nacionalistos” varios, no es el malvado Estado español quien se lo niega, sino FIFA y UEFA, que no permiten selecciones oficiales a quien no tenga, avalada por la ONU, una nación oficial. Así que, mentirosos nacionalistas, a reclamar a quien corresponda, que en este caso no es el hombre sinsustancia ( Λ Λ) , sino Blatter, Platini y compañía. De hecho, existen en España selecciones regionales que juegan-aburren contra otras selecciones que sí son oficiales y nadie se rasga las vestiduras. Todos vemos por Navidad sucedáneos de partidos como un Cataluña-Brasil, por ejemplo, que sirve para agrandar el ego de los Carod de turno y Cía, y que, por cierto, a los jugadores brasileños no les cuenta como partido internacional, así que les supongo más deseosos, a los Robinho y demás, de jugar contra España, que un entrenamiento con público agitando senyeras. Ah, y estudia para los inminentes exámenes. Suerte y un saludo.

Espino - 17-05-2009

Hola, Che: pues tienes razón, siempre tiro contra los mismos. En este caso, como puedes ver en el artículo, contra la UCD, el PP y el PSOE, que son quienes han tenido opción de cambiar las cosas y no lo han hecho. Si a lo que te refieres es a que hago más culpable al PSOE que a los otros, tienes razón: es más culpable quien más ha participado por acción u omisión en la creación del problema. Y el PSOE ha gobernado España casi 20 años desde el inicio de la transición, y ha sido responsable de educación en el gobierno vasco y aún lo es en el catalán. En cuanto a si creo que el problema parte del modelo educativo escolar, estoy de acuerdo contigo en que no es la única causa. Entre otras ambién lo es el modelo educativo-propagandístico de adultos, con permanentes manipulaciones como las de las televisiones autonómicas, que atacan hasta con los mapas del tiempo. Y una vez más son coculpables quienes permiten los abusos. Espero que nos veamos pronto, que hace mil años de la última vez. Un abrazo.

Espino - 17-05-2009

Hola, Josele: No discuto el derecho de cada uno a elegir libremente si le gusta o no un himno. Ni siquiera el derecho de elegir ser educado o no en la discrepancia. El artículo sólo busca recordar a quienes ahora se hacen los sorprendidos por la reacción organizada de los independentistas que las cosas no han llegado a estos extremos porque sí, sino por la acción y omisión culpables de los que desde los gobiernos nacional y regionales pudieron evitar la educación manipulada que sólo perseguía crear mitos locales y odio a España. Y mi referencia a la corresponsabilidad del PP en este problema se basaba exactamente en lo mismo a lo que tú haces referencia: la actitud entreguista de ese partido cuando necesitó los votos del PNV para gobernar. Saludos.

Espino - 16-05-2009

¡Un poco de ánimo, hombre! Claro que podemos hacer que la cosa mejore. Los partidos políticos, pensando en sus objetivos electorales, acaban atendiendo a las reclamaciones populares que se dejan escuchar suficientemente. Como ejemplo, el golpe de timón que dio el PSOE hace unos dos años cuando su líder pasó de presumir de no tener patria a firmar todas sus actuaciones con aquello de "Gobierno de España". Está claro que no lo hizo por convencimiento personal, sino porque sus encuestadores le advirtieron de que en la sociedad española la mayoría quiere a España. Por eso es necesario que nos manifestemos contra la educación en el odio en cualquier lugar en que podamos: con los amigos, en los periódicos, en los partidos políticos. Si lo hacemos con suficiente fuerza, los políticos no tardarán en pegarse por ponerse al frente de la manifestación... si no necesitan los votos de los nacionalistas (y esto va tanto por el PSOE como por el PP). Saludos.

che - 16-05-2009

Espino, siempre disparas a los mismos, verdad? Lo que debiera de ocurrir con eso cafres independentistas radicales, es que si no reconocen la Monarquía Parlamentaria, con el Rey como máximo responsable de que fuésemos capaces de alcanzar la plena democracia junto a la" mayoría de los partidos políticos" y no solo excluyo a los nacionalistas...., es que no se les dejase participar en esa competición, o bien, que fuesen ellos mismos los que no se presentasen a la misma. Si la Copa del Rey es de todos los españoles ¿que coño hacen esos cafres al pitar y boicotear el himno, el de todos?. Esas divagaciones politicas….. Los que pitan en ese tipo de partidos son mayorcitos asi que ¿de verdad crees que es por el modelo educativo actual???? Un saludo Espino y estoy seguro de que tendre noticias tuyas myu pronto.

Josele - 16-05-2009

¿Cuantas veces desde el nacionalismo español también se ha despreciado y se desprecia al vasco y al catalán? Por este y otros motivos, algunos de ellos, quizás equivocadamente, son libres de aceptar o no el himno nacional, que vamos a hacer los demás? No ha mucho, hubo un expresidente que al hacerle falta los votos hablaba catalán en la intimidad, bueno es normal porque también habló texano en Texas. Un fenómeno que nos sacaría de la crisis y yo con estos pelos.

ex español - 15-05-2009

Cuando el PPpide cosas (educación, lengua,convenios etc) el Psoe dice con gran criterio que no es necesario porque tal Ley, reglamento ya lo dispone etc.Igual que la ley de las banderas,los simbolos etc Todo esta legislado solo que la ley el zapatero y los zapatucos se lo pasan por el forro.El problema es la tolerancia de que se sabe donde vamos a tomar por el c.Usted dice cosas que tienen sentido pero no surven para nada en estos momentos.Recuperar el sentido se me antoja imposible,Me encuentr muy desanimado de este pais.No tenemos entido de pais y somos gobernados en el miedo del que diran los nacionalismos perifericos cuando una mayoria minoritaria ya lo ha dicho alto y claro La independencia y punto

Carmelo Pérez - 14-06-2009

Efectivamente, 30 años de PNV, más que sistema es (era) un verdadero régimen. La existencia, cuando menos dubitada, de un odio a España no es en estos últimos veinte años, ni sombra de los anteriores diez o veinte (1960-1975). Se lo puedo asegurar. En contra, incluso, de alguna de esas políticas pseudonacionalistas. La hipocresía política es uno de los grandes males de este tiempo. No es patrimonio de los políticos vascos o catalanes. Es moneda de uso común, cuando menos en occidente. Si miramos Italia seguro que nos reconfortamos en España y en Euskadi en concreto. Pero nuestra realidad española, vasca incluida, no es tan grave. Es más, desde mi puto de vista no es. Y no merece tantas letras, a mi ver, por la mala educación mostrada por los espectadores (supongo que algunos se abstuvieron) en un campo de futbol. Pero insisto, generalmente, nuestras críticas a lo vasco y catalán tienen mucho de desconocimiento (no digo que este sea el caso, por dios...), de envidia. Pero los que hemos vivido mucho tiempo en Euskadi y seguimos trabajando en Euskadi, lo vemos de forma muy diferente. Un cordial saludo.

Espino - 12-06-2009

Hola, Carmelo: Puede que esté de acuerdo con usted en muchas de las críticas que vierte contra nosotros (usted, yo y los demás cántabros), y no tengo motivos para negar el buen trato dispensado por los ayuntamientos vascos. Pero es que este artículo y los comentarios posteriores no versan sobre la comparación entre cántabros y vascos, sino sobre la hipocresía de los políticos que se escandalizan ahora de que haya germinado un odio a España que ellos han permitido e incluso abonado con sus actuaciones. Y sobre la indecencia del PNV, cuya responsabilidad en la privación de derechos civiles a los propios vascos es tan enorme. Y sobre el peligro de permitir que las apariencias acaben forzando cambios que no tienen por qué producirse, sobre todo cuando esos cambios perjudicarían tanto a tanta gente. Y entienda que mi enfado no es contra usted, sino contra un sistema tan indecente como el que habían montado los peneuvistas y contra la percepción de que a veces la sociedad no repara en la gravedad de las violaciones de derechos humanos que dicho sistema ha propiciado. En cuanto a los defectos de nuestra tierra, a la abulia de nuestra sociedad y a la triste oferta política de nuestros partidos, seguramente empato con usted en pesimismo. Saludos cordiales.

Carmelo Pérez - 11-06-2009

Hombre, visto que se enfada y bastante, casi que me arrepiento de darle otro punto de vista. El problema no es tal y como nos lo propone, por más que lo enfade. Si yo anduve entreteniendo en los pasados de la historia, era para recordarle que España es algo por hacer, no algo ya inamovible. Nadie que yo sepa le ha puesto en discusión la españolidad de euskadi. Entre usted y yo creí que ello era materia pacífica. El proyecto politico vasco, el peneuvista y el actual, son mucho más serios, coherentes, edificantes, eficientes, eficaces, que las charlotadas que hacemos en Cantabria a ese respecto. Sabe por qué, generalmente, en Cantabria se habla tan mal de lo vasco... Porque, generalmente, en la comunidad autónoma vecina hecen las cosas unos años antes y mucho mejor hechas. Y por supuesto, después lo venden mejor. Tan es así, que los vascos y los navarros (qué casualidad) se inventaron sus conciertos económicos con el estado, años atrás algún siglo que otro, con muy buenos resultados para ambos. Da gusto ir a cualquier ayuntamiento vasco y solicitar un documento o certificación. En la gran mayoría te contestan en tiempo y forma y sin cobrarte un duro. En la gran mayoría de los ayuntamientos cántabros o no te contestan o lo hacen tarde y mal. Y por si esto fuera poco, en algunos te cobran tasas por expedición de dichos documentos. Y podemos seguir sumando bondades y restando terrorismos. Pero fíjese usted que vascos y catalanes se inventaron lo de los estatutos de autonomía allá por los años treinta. Nosotros nos subimos a ese carro, a esa idea ajena, en 1981 independizándonos de Castilla La vieja, no lo olvidemos. Nos sacamos de la manga, a falta de la suficiente testosterona nacionalista, un partido regionalista. Tan pobre de espíritu que su organización es una vaga y deslavada idea del organigrama PNV y para más flagelo de un personalista, chabacano, grosero y charlotero que provoca náuseas. En suma, siempre a la penúltima moda. Pero por el amor de dios, déjenles que piten al himno que quieran, que "hipien" lo que les venga en gana; porque a torpes, desgarramantas e hipócritas fijo que no nos ganan.

Espino - 10-06-2009

Hola, Carmelo: Es evidente que a usted le gusta el modo de hacer política vasco (un "proyecto político serio", lo llama). Y que comparte sus métodos: propiciar que el río ande revuelto. Así, mete en el mismo saco a Quebec, la autonomía de Cantabria, la confederación de autonomías, la hermandad de los pueblos y lo que haga falta. El caso es apartar la vista de la realidad, mucho más sencilla y lógica que lo que usted plantea. La realidad es que Vascongadas y Navarra son comunidades diferentes, y que los gobierno vascos del PNV han intentado crear una apariencia distinta de la realidad, con sus declaraciones, falsos reyes de los vascos, cadenas en el escudo, mapas de la "Gran Euskadi", sectarización educativa y demás majaderías. La realidad es que el País Vasco es una Comunidad Autónoma española, como españoles son sus ciudadanos; y que los nacionalistas vascos se han empeñado en simular lo contrario, alegando en favor de su tesis la existencia de una contestación social que ellos mismos han alentado con sus políticas educativas, sus falsificaciones de la Historia y su utilización repugnante del sector radical filoetarra. Terrorismo utilizado por otra parte para acallar a la mayoría vasca contraria a los proyectos independentistas. Es cierto, obviamente, que hubo un antes de la formación de España, aunque no el que nos quieren vender al descuido los herederos del aranero. Claro que hubo pueblos más o menos diferentes. Tan cierto como que ahora hay un solo país que engloba a los habitantes de los territorios en que se ubicaron esos pueblos. Yo hablo de realidades, no de entelequias. Y eso que hablando seriamente de Historia se secaría la fuente de la reivindicación vascongada. Quizás bastara con recordar las vigorosas reivindicaciones cantabristas de los vizcaínos de los siglos XV a XVIII, tan patéticamente falsas e interesadas como las actuales reivindicaciones navarristas. Si, como parece usted defender, hemos de someternos al pasado, deberían restituirse los conglomerados de tribus de la Iberia prerromana. Dígannos los nacionalistas vascos cuál es la fecha exacta del nacimiento de su mundo ombliguil y borremos las evidencias posteriores que molesten a la farsa del racista indecente al que los peneuvistas dedican tantas calles importantes. Los hechos, Carmelo, son que el sistema político vasco propugnado por el sectarismo nacionalista es de todo menos serio. Serias son las consecuencias de falta de respeto a los derechos civiles que las políticas sectarias de los araneros han traído consigo. Y serio es el reto de normalización que tiene que asumir el actual gobierno de coalición. Hechos, Carmelo, que no fantasías de mentes enfermas que tanto daño han infligido a los vascongados y a los demás españoles.

Carmelo Pérez - 08-06-2009

Una cosa es lo que nos parece justo y otra cosa es lo que realmente lo sea. Que a usted le parezca justo que un posible referendum de independencia en el que voten los independizandos y los independizantes, es una opinión. Como tal la recibimos, gracias. El mejor ejemplo del error de apreciación sobre la cuestión partricipativa a un referendum de esas características lo tiene usted en el Canadá. La posible independencia de Quebec, no la votaron todos los canadienses. No hubiera tenido sentido, ya que no eran los canadienses los que se querían independizarse de un Quebec (Estado) que no es tal. Por el mismo hecho de que el Estatuto de Murcia lo votaron los murcianos, siendo una Ley constitucional; es de la misma legalidad el Estatuto vasco, refrendado solo por los vascos, con la posibilidad de la incorporación de Navarra si los navarros así lo decidieran en un referendum que votarían, indiscutiblemente, solo los navarros. Porque si lo decidieran los navarros y los vascos no le quepan dudas de que los navarros, aunque estuvieran el 90% en contra, se encontrarían, con menos del 60 % del voto vasco a favor, dentro de la vasquidad más vasquista en Euskadi. Y eso, siendo los datos que doy ficticios por no molestarme en hacer el cálculo real sobre las dos poblaciones votantes, a modo de ejemplo, sería ya de por sí una trampa inaceptable. Usted sigue partiendo de un a priori que es, ni más ni menos, la indisolubilidad de la España geográfica. Desde otro principio de que la realidad política, de esa España, es inamovible. Y le repito, eso es un error, porque el germen de lo que se llamó las Españas otrora, nada tiene que ver con lo que fue siendo y con lo que España es hoy en sus facetas, sociales, políticas, geográficas, culturales, históricas y todo el largo eccétera que queramos añadirle. Lo que usted se empeña en definir como expansionismo vasco, cogiendo la parte por el todo de mis manifestaciones, está plasmado en una Ley refrendada por los vascos, promulgada por el Parlamento de España en base a nuestra Carta Magna. Esa misma que usted alude y da valor y vigor, para los murcianos; pero que no acepta para los vascos. Mire, independientemente de la invención histórica "sabiniano-peneuvista", dentro de los pueblos ibéricos existentes antes de la invención del concepto España y del Estado moderno (que es una invención española, no lo olvidemos), estaban los vascos y otros varios. Qué tiene de malo, de perverso, de tramposo (por usar sus palabras), si repartidos en dos distribuciones administrativo-geográficas quiesieran juntarse en una sola y tener así más peso en el conjunto del Estado. Qué tiene de pecaminoso que en 1981, muchos ayuntamientos de Cantabria votaran mociones para propiciar un estatuto de autonomía propio que les independizara de la antigua Castilla La Vieja; que en referendum lo votaran solo los cántabros y no todos los castelñlanos viejos y que se aprobara la Ley Orgánica 8/1981 en el Parlamento Español y se publicara para su entrada en vigor en el BOE de 11 de enero de 1982. Qué tiene de pecaminoso si Cántabros y Astures decidieran "arrejuntarse" y formar una sola comunidad autónoma que se denominara Canturias y tener así un mayor peso en el conjunto del Estado. Donde usted ve fastasmagóricas trampas yo veo posibilidades políticas, políticas realizables si se hacen proyectos ilusionantes para la población y se alcanzan los consensos necesarios. Donde usted ve finisterra y las columnas de Hércules yo veo las indias occidentales. Y esto último fue lo que un día ilusionó a los españoles: abrirse al mundo. Ayer, cuando la idea de Europa, de abrirse a Europa, se podía ver reforzada el 65 % se quedó en su minúscula España, en su casa. Eso es lo que le ocurre a esta España mía, esta España nuestra. Que desdice la máxima del filósofo griego aquel de: "todos los problemas le vienen al hombre porque no se sabe estar quieto en su casa" Y ya vemos que, a su pesar, sin salir de casa los problemas nos arrecian, también. Un cordial y expansivo saludo.

Carmelo Pérez - 08-06-2009

El otro día, no quería ofender y oculté el dato del esquets, en el que se decía sobre el conflicto vasco y que tantos rendimientos y popularidad le dan a ese pueblo, conflicto que merecía tener la calle o la plaza, da igual. Y que así era, porque se hablaba en todos los sitios de Euskadi, no como Cantabria o Asturias que nunca aparecen en los medios. Y así es. Esa autoironía es la que le falta al resto de España y por ello no se ve en ninguna televisión. Ese espíritu crítico, de tal seriedad, que es la que puede propiciar la ironía política. Y qué le puedo decir yo de Arzallus, que de estirao no tiene nada. Simplemente hizo e interpretó a la perdfección su papel de ser el malo de la peli. El decía las barbaridades y todos contra Arzallus, mientras los Garaikoetxea, Eguibar, Ardanza, Imaz, Ibarretxe... negociaban con el PSOE, PP y lo llevaban a Euskadi calentito. No como aquí, siempre a la penúltima moda, con los Blanco, Sieso y Revilla. Lo que los ciudadanos en Euskadi lo traducen en autoironía en Cantabria lo traducen nuestros políticos en charlotadas de bajo calado. Eso sí, en salazón. Es fácil entender porqué los cántabros siempre criticamos a los vascos. Mientras ellos tienen un proyecto político serio y que lo llevan adelante; nosotros nos dedicamos como los musulmanes (con todos mis respetos para ellos) a mirar hacia oriente haciendo algún que otro soplao.

Carmelo Pérez - 05-06-2009

Hasta hace bien poco, en las noticias de cierta TV pública, sección meteoros en Cantabria, nunca se ponía ni la temperatura, ni nubecitas, ni solecitos, en la zona oriental de Cantabria. En el mapa aparecía la zona, desangelada. Lo vasco sin Navarra, no se entiende. Y por ello algunos vascos no renuncian. Es más, ningún vasco renuncia a Navarra y en su Estatuto de Autonomía, dejan abierta la posibilidad de que Navarra se incluya dentro de la Comunidad Autnónoma Vasca. Cómo se consigue, pues, que esa posibilidad se haga real en un futuro más o menos lejano, sencillamente informando a los navarros, entre otras cosas, de sus meteoros previsibles. A eso, no se le puede llamar ansias expansionistas de los vascos. Los que hemos vivido muchos años en Euskadi y no hemos sido ni somos españolistas ni vasquistas, apaleados por unos y otros, sabemos bastante bien que el riesgo independentista son solo soflamas para calentar a cierto electorado. No sé si recordamos cuando lo que otrora se llamó Villaverde de Trucios, hoy Valle de Villaverde, tal vez en un mañana Villa de Verdevalle, etc..., se proponían un referendum local para cambiar de comunidad autónoma, dejar Cantabria y volver (?!) a País Vasco. Si en dicho referendum hubiéramos votados todos los cántabros ese paso hubiera sido siempre imposible. ¿Quien quiere perder territorio y sus vecinos? Nadie. De igual forma si en un refrendo independentista en Euskadi tuvieran participación todos los españoles, sería al cuanto absurdo; pues no se trataría de que España quiera independizarse de Euskadi sino todo lo contrario. De igual forma que se refrenda por cada una de sus poblaciones sus propios Estatutos de Autonomía y no vamos votando los Estatutos de los vecinos. Hubiera sido muy interesante que usted hubiera visto ayer, el programa de humor de Euskal Telebista, "Vaya semanita", donde dos vascos y un castreño, ironizan sobre lo vasco, como nunca se hará en TVE ni A3 ni Quatro ni La Sexta, etc... sobre lo español y los españoles. En dicho esquets las autoridades ponían nombre a una calle y una plaza, la calle quitada la cortinilla pasaba a llamarse "Calle del Conflicto Vasco" que tan popular es y tanto rendimiento le sacan todos los partidos e instituciones. Para escándalo del reportero que tenía que informar del evento que sale huyendo a la otra inauguración, la de la plaza, que desvelada de cortinilla pasaba a denominarse "Plaza Qué mierda de tiempo" mientras amenaza un aguacero, pervio un sol radiante. Ni España se rompe ni Euskadi se independiza. Claro que usted muy bien puede opinar que El Correo, como informa mucho más de Castro que El Diario Montañés, aún siendo del mismo grupo empresarial, el primero está al servicio del Gobierno Vasco para trampear una realidad desde el afán expansionista, por no decir imperialista, de los vascos. Cuyo nuevo grito de impulso social y político será sin lugar a dudas: "Gora Euskadi Asta Kalkuta". Un divertido saludo.

Espino - 05-06-2009

Vamos a ver, Carmelo: dice que no existe el expansionismo vasco, pero a continuación afirma sin ningún rubor que "ningún vasco renuncia a Navarra y en su Estatuto de Autonomía, dejan abierta la posibilidad de que Navarra se incluya dentro de la Comunidad Autnónoma Vasca" y luego explica que incluir el territorio foral en los mapas del tiempo vascos es una estrategia para "que esa posibilidad se haga real en un futuro más o menos lejano, sencillamente informando a los navarros, entre otras cosas, de sus meteoros previsibles". Oyendo esto podría pensarse que los pobres vascos han sido privados de Navarra, de "su Navarra", tierra que no renuncian a recuperar, como "su" Castro, "su" Miranda, "su" Medina de Pomar, "su" Noja... Pero eso no es más que otra mentira de los imaginativos nacionalistas-expansionistas vascos. Y una mentira muy ilustrativa de su actitud general de falta de respeto a los vecinos: el futuro de las fronteras vascas sólo debe depender de lo que quieran los vascos, sin tener en cuenta a esos maketos subhumanos de alrededor. A eso le llamo expansionismo vasco. Y para lograr sus objetivos se han convertido (les viene de largo) en prerfectos manipuladores de la realidad que comparan, por ejemplo, la aprobación de un Estatuto de Autonomía con una declaración de independencia. Frente a esas tergiversacuiones, la realidad de los hechos: el Estatuto de Autonomía de Murcia, por poner un ejemplo, es una ley amparada en la Constitución Española, y su ámbito de aplicación es la Comunidad Autónoma de Murcia, motivo por el cual es lógico que se vote sólo en Murcia. La independencia de un territorio que es parte de España afecta a todos los ciudadanos de España, y su opinión debe tenerse en cuenta. Es lo justo, en mi opinión, y no deja de ser justo porque eso impida la fantasía secesionista de los independentistas. Y en cuanto a la información de Castro por el Correo, sólo me molestaría si pretendiera dar la sensación de que Castro es vasco, incluyéndolo por ejemplo en un mapa de las Vascongadas. Como no es así, me parece muy bien (tan bien, por poner un ejemplo, como me parecía la sección de información del Alerta dedicada a Aguilar de Campoo). Y en cuanto al humor de "Vaya semanita" me sorprendió gratísimamente desde que apareció, precisamente por ser casi el único resquicio de humor autocrítico de la televisión vasca. Me parece importantísimo quitar la costra de providencialismo tan característica de los herederos políticos de aquel degenerado "intelectual" con apellido de mentira: cuanto más débil y absurda y falsa es una ideología, más se empeñan sus practicantes en darle apariencia de extrema seriedad. ¡La de ardores de estómago que habrá provocado ese estupendo programa a Arzallus!

Carmelo Pérez - 04-06-2009

Esos posibles cambios, que no mutaciones, que hoy no son pueden o no llegar a ser tales. Como siempre dependerá de los consensos que se alcancen. Desde su opinión, Espino, los cambios que algunos pretenden son tramposos. Desde la mía, son simplemente legítimos y si logran los suficientes consensos... realizables. Otra cosa será si me gustan más o menos. Cuando llegue el momento y de pendiendo del como se haga y qué se haga, me llegará el gusto y/o el disgusto. Poniendo un ejemplo real y cercano. A mí la transición, que otros escriben con mayúsculas, me produjo un buen disgusto juvenil. No en el como se hizo sino en alguna de las partes de su contenido. Negando el restablecimiento de la legalidad anterior al golpe de estado del 36. Esto es, la República como forma de nuestro Estado. Era ilegítimo que otros quisieran el restablecimiento de la Monarquía. No, todo lo contrario, era y sigue siendo legítimo. Consiguieron estos más consensos que aquellos que opinaban como yo, sí. Evidentemente, sí. Luego, he ahí nuestro modelo de Estado. Pero no se me ocurre tratarles de tramposos, porque no me den gusto. Pues mi gusto y disgusto, son tan legítimos como los de los demás. Si vascos y catalanes (dicho así es una generalización absurda, pero para tratar de entendernos...) se encuentran a disgusto, por otros motivos distintos a los míos o coincidentes a veces, tienen el problema de tratar de alcanzar los consensos necesarios; y si empiezan por el futbol o por iniciativas municipales dónde está el problema...

Espino - 04-06-2009

Hola de nuevo, Carmelo: La trampa no es plantear nuevos modelos, sino dar por hecho que son inevitables y adornar la realidad como si ya se hubieran producido. Por ejemplo, Navarra es una comunidad independiente de Vascongadas, pero la televisión vasca saca un mapa del tiempo que incluye el territorio navarro: eso es una trampa, un engaño, que quiere crear una apariencia de realidad. Y no es el resultado de ningún consenso, sino la imposición de la prepotencia expansionista vasca. Otro ejemplo es hablar de vascos y catalanes como si sólo lo fueran los nacionalistas. El PNV se ha pasado décadas dicendo que "nosotros los vascos queremos independencia" cuando sabían perfectamente que había muchos vascos (una gran mayoría social que incluye a muchos militantes del propio PNV) que no querían tal. Y ese discurso que se apropia de lo vasco no es el resultado de ningún consenso, sino producto de la imposición. Así que, en mi opinión, es urgente combatir estas trampas: acabar con los discursos basados en el engaño, retirar el filtro de la impostura mítica y trabajar desde la realidad, no desde los sueños. Ý desde ahí, desde la realidad, todo es planteable. Pero saben que, por concretar un supuesto, si piden la independencia el apoyo sería mínimo entre quienes tienen derecho a opìnar (todos los españoles) e incluso entre los que ellos consideran que son los únicos con derecho a opinar (los vascos que no han tenido que emigrar por la extorsión nacionalista). Repito: si se cambiara la realidad, que lo sea por consenso y no por imposición. Y el cambio de los símbolos ya llegaría después.

Espino - 03-06-2009

Hola, Carmelo: Coincido contigo en que la realidad de España, como cualquier otra, es mutable. Pero como de momento no ha cambiado, lo lógico es que tampoco cambien sus "adornos". El caso es no entrar en el juego tramposo de acelerar cambios que no tienen por qué producirse por medio de la trampa de modificar las apariencias. Saludos.

Carmelo Pérez - 01-06-2009

Perdón que reitere lo obvio, la historia de España, es cambiante, como son todas las historias. Lo que antaño fue el embrión de lo que se llamó las Españas, era poca cosa comparada con la España de hoy; de igual forma que la España de hoy tiene algo menos que la España de 1968, cuando dejamos nuestras posesiones en Guinea Ecuatorial, por poner un ejemplo reciente. Pero claro es, y que así quede, esa será la historia geográfica. Una cosa tiene que quedar clara, a mi modo de ver, el concepto España, España como estado, no depende sobre todo de su territorio actual. Independientemente de sus fronteras físicas España sigue existiendo. Y el único riesgo que corre es que se convierta en un estado federal dentro de Europa. Y si dentro de Europa, en un devenir cercano o lejano, existen además otros estados federados que se llamen Euskadi y/o Cataluña, cuyas selecciones deportivas, futbolísticas o no, juegan en las ligas españolas o se producen unas ligas europeas gigantescas, no me parece que sea la desaparición de esa España que hoy vemos. En ese hipotético simplemente España será otra forma de ser España. Tal y como viene sucediendo en la dinámica de nuestra historia. No sirve de nada aferrarse al inmovilismo histórico y no podemos seguir aferrándonos, cual opera bufa o zarzuela inacabada a una España por venir. Y parafraseando al músico y poeta ahí van, para la ocasión los versos: "E sempre misero/ chi a lei s`afida,/ chi le confida/mal cauto il cuore/..../La Spagna è mobile/ qual piuma al vento,/ muta d`acento/ e di pensier" Y no está de más decir, que aunque a mí me guste y mucho, el discurso está más que manido desde sus incios allá en la Generación del 98. Un saludo.