Noticias de Cantabria
04-05-2008 20:20

Cantabria, reserva espiritual de occidente

Defiendo Cantabria como Reserva Espiritual de Occidente ya que siento que el montañés que discurre por mis venas, me susurra a diario que esta zona de España es más España que nunca y, al menos, tan cristiana como la que lo sea en mayor grado.

Cuando paseo por sus pequeños caminos y senderos de montaña, me siento Caballero Parsifal en busca del sagrado cáliz del Grial. El cáliz de salvación que se encierra en cada uno de los castaños centenarios, en cada una de sus “piedras desfiladeras”, en cada una de las cabañas de invierno. Todos estos lugares Santuario a resguardo de impíos domingueros.

Es más, puedo afirmar con convicción que cualquier caballero cristiano que blanquee su alma en estos lares puede dar por segura su salvación.

Debemos elevar a Cantabria a la dignidad que le corresponde. Debemos sacar a Cantabria de su ostracismo voluntario, porque esta tierra no es sólo lugar de reposo, asomo de animales que nos alimentan, balneario de incapacitados imaginados, o cima de la moda del traje de baño al uso, o de ola.

Es tiempo de zozobra y he de concretar. Entre el Valle de Polaciones y el de Liébana, resplandece un bosque sabio, anciano, que reposa en el poyo de la puerta de sus montañas, hermanas mayores y cuidadoras de los helados vientos. En él se cuajan ríos y torrentes que le dan un sabor plateado y sagrado.

Es allí donde yo encuentro el Grial, el cáliz de la espiritualidad dormida, ese que se busca en los libros pero que nunca ha estado en ellos. En el texto escrito sólo se refleja la ansiedad del hombre, no la verdad de su alma.

Ese punto geométrico del que hablo nos abriga del ruido ciudadano; nos purifica el corazón, hasta el punto de alcanzar una pureza indescriptible.

Las gentes de esos valles miran de frente, como si de un reto se tratara, con expresión siempre limpia y manos artesanas dispuestas a crear.

Las gentes de esos valles pisan fuerte pero no hacen ruido, están acostumbrados a que el bosque sea el único que les escuche y sólo los animales entiendan su silencio.

En definitiva, a ti caballero al que me dirijo: busca la copa del Grial de la vida eterna en estos valles porque ellos mismos son la vida eterna.

Si los recorres, te cubrirá una capa blanca de pureza y una roja cruz de valor. Mira siempre con el corazón y, probablemente, te encontrarás con algún otro errante que, bajo la misma capa, enfunde una espada como tú, que sólo la usará en caso de que algún pagano intente profanar el Santuario.
Salud Polaciones. Salud Liébana.

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Comentarios(7):

Ricardo Serna /www.ricardoserna.com - 10-05-2008

Lo que dice José María Agüeros de los valles y lugares de Cantabria me parece muy hermoso. Creo que sus palabras no salen de la pluma, sino del corazón. Y creo que el Grial está donde el hombre se pueda encontrar a sí mismo en la serena y misteriosa quietud de las horas naturales. Enhorabuena por él artículo.

Arquera del foc - 09-05-2008

Cuanto menos, profundo. Espero seguir "leyéndote" mucho tiempo. Cuando escuchas, lees, observas,..., estás, pero cuando sientes,... es que compartes. Una arquereta del foc. Mutxamel.

Mira qué perruco! - 05-05-2008

Eres grande, querido Josemari. El fichaje estrella, sin lugar a duda, de Cantabria Liberal en mucho tiempo.

angel - 05-05-2008

muy bien, jose mari. con que lanzando odas a la tierruca, eh?... pues a la tarde va la mía. comparto en su totalidad todo lo que dices. un saludo desde castro urdiales.

JOSE A. - 05-05-2008

¡Que Astro!

Graal - 05-05-2008

Odas, loas y lugares comunes... Le zumba la cosa, hacer patria con Sir Percival (a la pronunciación más o menos "anglizizante"). Más curioso aún, ser reserva espiritual de occidente con un hecho más que religioso, ancestralmente mitológico, que ni siquiera la cristiana espiritualidad resiste, y mucho menos aprueba. Un dechado de virtudes teologales: mucha fe, buenas dosis de esperanza y veremos por dónde se cae la caridad. Mientras tanto a seguir mirándonos el ombligo, esperando que se abra algún chacra y que la energía fluya.

lector - 04-05-2008

Muy bien