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Opinión 26-11-2022 07:00

Ramiro Bustamante, una pequeña gran persona. Por Pedro Arce

A veces muchas personas pasan desapercibidas, quizás por su modestia, y, sin embargo, son personas de una gran talla, si no en lo físico, si en lo personal, humano, intelectual, etc. Y por ello, suelo traer a estas páginas a algunas de las que he conocido y conozco; hoy en concreto, quiero referirme a Ramiro Bustamante Cuesta, una persona afable, reservada, participativa, generosa y dotada de una enorme bonhomía.

A veces muchas personas pasan desapercibidas, quizás por su modestia, y, sin embargo, son personas de una gran talla, si no en lo físico, si en lo personal, humano, intelectual, etc. Y por ello, suelo traer a estas páginas a algunas de las que he conocido y conozco; hoy en concreto, quiero referirme a Ramiro Bustamante Cuesta, una persona afable, reservada, participativa, generosa y dotada de una enorme bonhomía.

Conocí a Ramiro allá por los años setenta del siglo pasado, época en la que coincidimos profesionalmente en el barrio de La Inmobiliaria de Torrelavega, yo como director del colegio "José Mª de Pereda" y él, como propietario y director, del Colegio Francés; a partir de esa época tuvimos una relación fluida, especialmente con las actividades relacionadas con el Hermanamiento de Torrelavega con Rochefort sur Mer (Francia) y, más concretamente, con los intercambios escolares, en los que se dejó materialmente la piel.

Ramiro en un aula del Colegio Francés, donde se volcó en la enseñanza durante muchos años y al que aún recuerdan muchos de sus alumnos.

Ramiro nació en 1925 en Espinosa de Bricia, un pequeño pueblo del municipio de Valderredible, en el extremo sur de Cantabria y con dedicación tradicional agrícola; hace sus primeros estudios primarios en la escuela de su pueblo y prosigue sus estudios hasta hacerse maestro en la Escuela de Magisterio de Santander. Nada más acabar sus estudios, comienza a trabajar y ejerce la función docente en varios pueblos de Cantabria, hasta que en el año 1956 fija su residencia en Torrelavega donde sigue dedicándose a la docencia, pero en 1963 funda el Colegio Francés, que fue una institución educativa del nuevo y populoso barrio de La Inmobiliaria.

Ramiro Bustamante siempre estuvo rodeado de niños, además de los de su propia familia, que siguen la tradición docente. Arriba, con sus alumnos del Colegio Francés (1965) y, abajo, con los alumnos de Torrelavega y Rochefort sur Mer (Francia), tal como lo recoge el periódico francés Sud Ouest (1981).

Y así fue como le conocí y trabamos una buena amistad durante los años que permanecí en la ciudad del Besaya. Ramiro fue un gran colaborador de las actividades que realizaba la Joven Cámara a finales de los años setenta y principio de los ochenta del siglo pasado, especialmente en los intercambios escolares con la referida ciudad gala, donde volcó todo su saber, voluntad y actividad; también con la activa colaboración de toda su familia. Dados sus buenos conocimientos del idioma francés, fue una persona clave en esos intercambios y en la nueva Asociación de Hermanamiento con Rochefort que se creó en 1981, en la que tuve el honor de compartir actividad con él en la junta directiva, yo como Presidente Ejecutivo de Actividades y él como Tesorero; la misma tenía como Presidente de Honor, al alcalde de la ciudad, Manuel Teira Fernández.

Cuando se jubila, cesa también la actividad del Colegio Francés, aunque sigue colaborando con los intercambios, hasta su fallecimiento, ocurrido en Torrelavega el 11 de octubre de 2005. Y el centro de mayores de La Inmobiliaria lleva su nombre, lo que supone un reconocimiento a su intensa labor cívica y un honor para el propio centro que lleve el nombre de una persona sencilla y querida en todo el barrio. Y cada vez que participo en este centro, donde he dado algunas conferencias y a las que acude su viuda Eneida, siento la presencia de mi amigo Ramiro.

Y a mí me satisface enormemente recordar a esta persona y agradecerle su generosidad, compartida con su familia, para toda la sociedad de Torrelavega y de forma especial, los alumnos, a quienes dedicó su formación e inquietudes durante décadas.

Hace muy poco tiempo, tuve la ocasión de participar en la presentación del libro de Frasio, "Recuerdos en la memoria", en el nuevo Centro de Mayores "Ramiro Bustamante".

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Comentarios(2):

Lector X - 27-11-2022

El maestro, gran olvidado por los políticos, pero nunca por sus discípulos. El buen maestro nos viste "por dentro", proporcionando las herramientas necesarias para defendernos en la vida. Ramiro Bustamante y Pedro Arce han sido buenos ejemplos del regalo patrimonial que representa haber tenido un buen Maestro en nuestra vida. Todo el reconocimiento y ayuda que se ofrece al Magisterio, se le está ofreciendo a la sociedad, haciéndola más fuerte, culta e independiente.

JNG - 04-12-2022

Efectivamente, Ramiro era una persona menuda, bajita y delgada, pero fue una gran persona