Cantabria, después de 30 años, dentro de la crisis global.
30 años de Autonomía Uniprovincial, siendo la Región más pequeña de España junto con Rioja (ambas formábamos parte de la antigua Castilla la Vieja) deben darnos la perspectiva suficiente para analizar sí fue correcta la decisión de constituirnos solos por nuestra cuenta ó realmente era más prudente como decía nuestro primer Estatuto que se podría estudiar en el futuro nuestra relación con Castilla León.
Si algo define a nuestra Autonomía, de hecho fue una de los vectores que nos llevó a considerar nuestra necesidad de estar solos, es nuestra peculiaridad geográfica: La Montaña (de Burgos). Separados del resto de España por una importante cordillera que dificulta nuestra comunicación.
La enorme diferencia entre los páramos de la Meseta Castellana y nuestras verdes montañas y nuestro litoral, que daban realidad a formas de vida diferentes en uno y otro sitio, profundizaron en una idiosincrasia especifica de cántabros y nos condujeron a esa decisión que algunos creemos que es necesario revisar y analizar fría y objetivamente. Para saber si fue la correcta, o fruto apasionado de una encomiable y maravillosa libertad que estrenábamos y que llevamos adelante sin el suficiente debate y análisis, arrastrados tal vez por posicionamientos partidistas que más respondían al famoso refranero español de mejor cabeza de ratón que cola de león (sobre todo cuando se han acumulado decenios y siglos en los que el parecer popular poco o nada ha contado en nuestro devenir).
Pero la realidad de este tercio de siglo en el que España ha dado un vuelco total a nuestro retraso en comunicaciones e infraestructuras; es que Cantabria, en términos comparativos con el resto de España, tal como se debe analizar en un mundo en que las Autonomías competimos entre unas y otras muchas veces, sigue acumulando retraso y desventaja, haciendo buena la expresión que hemos utilizado más de una vez de ser una isla en el Atlántico.
Treinta años de retraso respecto al País Vasco y veinte respecto Asturias en conseguir la Autovía con la Meseta (y aún nos falta el ramal Aguilar-Burgos, que habiendo tenido que estar terminado queda ad calendas griegas por la crisis) son un mundo de pérdida de competitividad en un escenario moderno.
Mismo panorama nos espera en lo referente a la modernización del ferrocarril, después de haber sido los primeros en tiempos de Isabel II. Pero lo que es peor; de ser el principal Puerto del Cantábrico durante gran parte del siglo XIX y tener las mejores condiciones naturales, hemos sido no sólo olvidados y relegados respecto a Bilbao y Gijón, sino que nos quieren hacer desaparecer prácticamente del mapa frente al necesario y conveniente equilibrio entre los tres Puertos que España debía hacer valer como fachada cantábrica de nuestro creciente comercio con Europa del Norte.
Frente a un discurso cuasi identitario de encontrar nuestras raíces y razón de ser autonómica en las guerras cántabras de Cesar Augusto, deberíamos buscar más cerca. En el empeño de la Ilustración Borbónica del último tercio del siglo XVIII de igualar las condiciones fiscales de toda España, frente al privilegio foral vasco que aún hoy marca la diferencia, para que el Consulado de Burgos exportase la lana a Flandes e Inglaterra por nuestro Puerto y por El camino Real de Reinosa.
Luego, la liberalización del tráfico marítimo con América y la llegada de capitales castellanos para hacer de Santander un emporio de riqueza comercial que sienta las bases para que hoy podamos hablar de ser una ciudad intermedia de España y por ende una Región.
¿Qué nos define mejor?: haber sido El Puerto de Castilla en el siglo XIX y base principal de la Marina de Castilla en tiempos del Almirante Bonifaz (también los vascos lo fueron) ó Corocota.
¿Qué es más útil para nuestra supervivencia económica?: hacer valer nuestra seña de identidad y ventaja comparativa de ser El Mar de Castilla; ó que se lleven todas las ayudas para las Autopistas del Mar a Gijón, aún a pesar de estar 150 Km. más lejos que Santander del centro logístico del norte de España por excelencia, Burgos.
¿Nuestra pertenencia a Castilla-León hubiera impedido esta enorme desventaja?
Cuando doce años después de que estrenásemos el euro, Europa nos pone contra las cuerdas por la mala administración que hemos hecho del mismo. Tanto PP como PSOE, disparando una burbuja inmobiliaria sin límites ante el olor a dinero barato sin apenas intereses y endeudamiento internacional público y privado sin parangón al que banqueros, grandes empresarios y políticos nos han llevado, todavía discutimos de forma permanente entre los diferentes partidos políticos si son galgos o podencos.
Incapaces de recortar nuestro gasto publico por donde se debió comenzar: el gasto desbordado de una administración pública cargada de políticos en exceso, al margen de cualquier consideración de eficacia y que se resiste a ser racionalizada.
España tiene 8.100 Municipios, de los que 6.800, el 84%, tienen menos de 5.000 habitantes.
Proviene tal división del año 1.833, llevada adelante por un liberal ilustrado como D. Javier de Burgos en épocas en las que la movilidad de las personas estaba a años-luz de lo que es habitual en la actualidad. La concentración escolar (altamente positiva) lleva desde hace más de 20 años a todos los niños de Liébana a la escuela en Potes todos los días, nieve o caigan chuzos de punta. Difícil será argumentar que les es complicado bajar a los mayores, las pocas veces que les sea necesario ir a resolver papeles a su Ayuntamiento, a Potes, en el caso de unificar en uno los 8 municipios.
En el Reino Unido de Gran Bretaña, con 15 millones más de habitantes que España, han reformado su Administración Local para reducirla de 1.500 Entidades Locales a 400. Bélgica ha pasado de 2.400 a 600 desde 1975.
Expertos en la materia calculan que si en España los Ayuntamientos tuvieran un mínimo de 5.000 habitantes nos ahorraríamos unos 4.000 millones de euros.
Repartir el importantísimo poder político local entre más de 70.000 concejales en España, qué duda cabe que ha sido una importante manera de consolidar una eficaz red clientelar de los partidos políticos mayoritarios, que se resisten a comienzos del siglo XXI a perder influencia caciquil. Administran, de forma muy poco transparente por los Estados Mayores de cada partido político en cada Región, la presencia y lugar de colocación en las correspondientes listas electorales de cada Ayuntamiento. La eficacia administrativa para el ciudadano ha sido prácticamente un tema irrelevante en estos treinta últimos años.
Las Diputaciones Provinciales administran un presupuesto de 22.000 millones de euros y hay una enorme cantidad de políticos que viven a costa de una labor absolutamente prescindible, con coches, sueldos, gastos de representación etc.etc. Son un escándalo de derroche que nadie comprende y que le van a suponer un disgusto a Mariano Rajoy que hasta ahora se niega a prescindir de las mismas a pesar de que no se eligen directamente por los ciudadanos.
Cualquier política de reducción del desbocado déficit debe empezar de forma imprescindible por el ejemplo de la clase política. Nadie va a perdonar ni a PP ni a PSOE que pretendan en este marasmo de crisis financiera y de consolidación fiscal (no gastar más de lo que se tiene) salvaguardar su estructura caciquil de influencia territorial por encima de los intereses generales.
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Comentarios(11):
La pena es que han tenido que pasar treinta años para darse cuenta que algo tan obvio. La unión hace la fuerza, y si a Castilla la hubieran dejado decidir libremente su futuro, ahora no estaríamos como estamos. Esta bien rectificar y darse cuenta del desaguisado que nos metieron la clase política, ya fuera en Castilla la Nueva como en la Vieja. Castilla una, a eso debemos ir. Por cierto Javier, cuando las cosas van bien, como os arrimáis, cuando Castilla fue grande nadie dijo que quería irse, ahora sí. Cuando Euskadi era una región llena de pastores, nadie deciía que quería ser vasco, ahora con unos priviligios medievales, todos quieren ser vascos. Intereses económicos, eso es lo que prima.
Señor Mazarrasa, no puedo estar más de acuerdo con usted. Que a esta tierra le hubiera ido mucho mejor formando parte de Castilla y León es un hecho irrefutable. Estamos hablando de que nuestras comunicaciones con la Meseta serían infinitamente mejores que las actuales, seríamos el puerto de salida de los productos de la Meseta, la cual nos proveería a muy bajo precio, así mismo, de cereales para la alimentación de nuestra excelente cabaña ganadera. ¡Otro gallo nos hubiera cantado con Castilla...! Y al señor Javier que ha comentado antes, debo decirle que el norte de Burgos y de León están poco desarrollados, efectivamente, lo mismito, fíjese usted, que el sur de nuestra tierruca. ¿Y por qué? Porque nuestras comunicaciones con la Meseta son deficitarias, lo que a su vez provoca que el comercio con el interior sea deficitario y que en definitiva Cantabria sea una tierra deficitaria. Somos la cuna de Castilla y del idioma castellano, merecemos volver a Castilla antes de que el nacionalismo vasco nos engulla. Aquél que se entrega a los vascos no merece ser llamado hijo de Cantabria.
Se le olvida al articulista decir que, al igual que un municipio ha de tener 20.000 hab. como tamaño óptimo para crear sinergias y gestionarse de forma eficaz, una región ha de tener 6 millones de habitantes, y eso en España solo lo complen 3 CCAA. De ahí que La Montaña (es un falso histórico llamarle Cantabria), no solo debe reintegrarse en Castilla la Vieja y León (también Logroño, ahora riojanizada todel pese a no ser riojana toda la provincia) sino a toda la Castilla nuclear, es decir, Castilla la Vieja más Castilla la Nueva. Eso suma 12,5 millones aprox. de castellanos, es decir, viavilidad clara y liderazgo absoluto, político y económico. Huelga decir que el papel estrella de Santander y La Montaña en el conjunto de Castilla es el de canalizar por su puerto toda esa economía.
Totalmente de acuerdo, pero hombre, León es León a secas y ahora es Castilla y LEÓN. Por otra parte la saliada al mar de los leoneses no es Cantabria sino Asturias. La autovía de la meseta es para los castellanos...para el centro. Y creo que Cantabria sería totalmente estratégica para Castilla porque es vital para Valladolid y Burgos, y como quien dice para Madrid. Los leoneses nos desarrollamos mejor en el noroeste peninsular. Cantabria con un monstruo tan potente como Euskadi no sé cómo logra sobrevivir entre Asturias por un lado y Euskadi por otro.
Si esta tierra fuera castellana su querida Castilla habria hecho por ella lo mismo que por el norte de Burgos o Leon (que estan hasta......de ella.).El problema es la amorfa actitud que los santanderinos tienen hacia vida, no es cuestion ni de economia ni de idiosincrasia sino de enfoque vital.Mientras no se cambie el rancio antiguo y descastado pensamiento de las gentes de esta ciudad da igual que se integre en Castilla o en Baden-Würtenberg que sera lo mismo.Por cierto,yo como santanderino y cantabro preferiria la integracion a Euskadi ya que desde Ajuriaenea seguro que nos encarrilaban hacia la modernidad y la superacion de la crisis mejor que desde su querida Castilla y ademas en Euskadi estarian encantados en ampliar territorios.Atentamente
Hola a tod@s yo soy partidario de un estado Federal y reducir estos a maximo 6 que serian por ejemplo: el estado Galaico/Astur/Leones o Estado Nor Oeste (para no herir sensibilidades), Estado Centro Norte (Castilla, Aragón, Cantabria y La Rioja), estado Vasco Navarro, Estado Catalan/Levantino/Balear o Estado Mediterraneo, Estado Madrileño/Castellano/Extremeñocentro/Murciano o Estado Centro Este y Estado Andalud/Melillense/Ceuti/Canario o Estado Sur Insular, seis estados federados con los mismos derechos y obligaciones respetando las peculiaridades de cada cual pero siendo solidarios entre ellos , compartiendo un idioma, una sanidad, una educacion, una justicia y una moneda, esta es mi propuesta , creo que no es un disparate, sino, uno solucion, que es lo que hay que buscar en estos momentos... el que tenga otra que la proponga...
Muy poco se puede añadir a lo que nos dice el Sr. Mazarrasa. Tal vez el reflejar la incapacidad de los póliticos cantabros, que han estado en los gobiernos, desde la época franquista, hasta esta seudo democracia. Pero no solo en el gobierno nacional, sobre manera los de estos ultimos 3o años, los gobernantes de Cantabria han dejado mucho que desear. Referente al PP y PSOE mucho tienen que cambiar, efectivamente pues son una bisagra, que se reparte los tiempos de gobierno y no demuestran más que su egoismo, incompetencia y falta de respeto al pueblo español, que es quien les ha elegido. Mucho es Sr. Mazarrasa, lo que tiene que cambiar en la politica nacional, si queremos que este País ,y nuestra tierruca en particular, mejoren.
Prefiero gestionar mis tres euros que dejar que otros a 500 km. me gestionen dos. Hablar con el `y si...` es demagogia pura, poco serio y muy oportunista. ¿ Y si hubiésemos sido reconocidos como nacionalidad histórica y recuperar nuestras juntas/fueros propios, como vascos o navarros ? ¿ Y si hubiésemos invitado hace 30 años a las provincias históricas del Consejo Interprovincial de los años `30 (Burgos/Palencia), territorios de histórica vinculación política, cultural y social cántabra a formar parte de nuestra Comunidad ? Formaríamos un interland de un millón de habitantes y un territorio de tamaño similar al vasco.... también demagogia. Somos lo que somos y lo que siempre fuimos (cántabros) y nuestra historia nos muestra nuestro deseo constante de autonomía, libertad y gestión propia de nuestros recursos. Evedentemente, sr. Mazarrassa, su texto se encuandra dentro del típico estereotipo del hombre que vive en Cantabria porque `le tocó` vivir aquí, pero que no siente su identidad... la diferencia a otras regiones es que aquí se respeta a todo el mundo (con todo lo incivilizados que nos llaman algunos) y eso posibilita decir barbaridades sobre nuestra organización territorial a cualquiera, pero permítame decirle que nos respete a los cántabros y nuestro territorio, únicamente.
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Señor Mazarra cómo ha sido esta transformación? Usted miembro de la antigua guardia del PSC-PSOE fuerza política que creo recordar votó a favor del Estatuto de Cantabria no viene ahora con esta monserga. Arrependitos los quiere Dios.
Soy estudiante de Historia y creo que se menciona constantemente los intereses economicos como única unidad con el resto de Castilla... Pero es que aparte también los hay historicos y politicos ya que el embrión del Reino de Castilla nació en el norte de Burgos, Cantabria, Palencia Y La Rioja. ejemplos de ellos los hay leyendo cualquier libro de Historia que no este manipulado por intereses politícos y economicos.... los cuales sacaron a Cantabria de Castilla lo cual nunca se deberia de haber hecho. soy de Reinosa y suelo pasar temporadas por la zona de Aguilar de Campoo, Villarcayo y lo que es la montaña palentina y las merindades burgalesas y creo ques para cualquiera que sea de Reinosa es más que evidente nuestra símilitud con estas gentes... No es igual que como nos hacen creer que tenemos de común con los asturianos... También creo que es un error decir que Castilla es seca... Si cogemos un mapa veremos que parte de Castilla es meseta, pero también es montaña, montaraz o dehesa y que los principales y grandes rios de la peninsula nacen en Castilla (amén de nuestro de Ebro) ejemplo de ellos son el Guadiana, Júcar, Duero, Tajo... y eso no creo que nazca en mitad de un campo trigo jejeje. Creo que hay que revivir la personalidad de Castilla en la cual Cantabria juega un papel muy importante y así tener un dinamismo politico y economico propio como tienen Euskadi o Cataluña y dejar de ser Comunidades olvidas sín un claro proyecto político propio y competitivo. Por la unificación de Castilla la Vieja y Castilla La Nueva! José Miguel.