Una tercera vía para la Cámara de Cantabria -I- Por Carlos Magdalena

Para empezar se precisa transparencia y saber en qué estado jurídico se encuentra el edificio donde se ubica actualmente la Cámara de Cantabria.
Las Cámaras de Comercio, Industria y Navegación tienen su propia historia, fueron muy activas en tiempos pasados en que no había otra representación pero  con la llegada de la democracia y constituidos las representaciones sindicales y empresariales éstas decayeron en su actividad hasta que finalmente el señor Zapatero decidió eliminar la obligatoriedad de afiliación de empresas y comercios por lo que  dejaron de ingresar la cuota Cameral, quedándose desprovistas de ingresos prácticamente y viviendo hasta el día de hoy a la deriva nutriéndose de aportaciones de los gobiernos respectivos de las comunidades autónomas.
Unas optaron por disolverse, otras por fusionarse a las CEOE y la nuestra languideció hasta el día de la fecha en que con la salida del último presidente, Modesto Piñeiro, se ha abierto la veda y es cuando se pueden ver las interioridades y el futuro inmediato de la Cámara de Cantabria.

La primera pregunta es por qué tanto lío y desorganización ante unas elecciones donde han ido apareciendo candidatos casi en las últimas horas para elegir presidente. Lo primero que procede con carácter previo es plantearse  si realmente es necesaria en estos tiempos su mantenimiento, para qué sirve la actual asociación y qué ingresos tiene para sustentarse  Y es a partir de aquí  cuándo podemos empezar a pensar en futuro.
Nosotros desde Cantabria Liberal y viendo sus antecedentes hemos pensado siempre y así lo hemos manifestado en distintos artículos y tertulias  radiofónicas que lo que procede es una fusión por absorción de la Camara de Comercio por parte de la CEOE, de forma amigable y dirigida por el gobierno de turno que procediera.

Ahora la patata caliente la tendrá la presidenta  María Saenz de Buruaga y tendrá que decidir en consecuencia.

Se abren muchos interrogantes, pero hay que pensar en positivo y dar una solución a esta institución que prácticamente está huérfana de actividad, salvo aquellas que desde las consejerías del Gobierno se le otorga directamente o por parte de sus Organismos Autónomos, vía también Sodercan y poco más.

El próximo gobierno ya no puede mantener una situación de status quo solo por historia y nada más, hay que darle una solución. 

En estos día hemos contemplado el famoso ?quítate tú para ponerme yo?, es lo que se trasluce a la opinión pública y poco más, pequeña historieta pero que detras del telón nos deja ver que  no es otra cosa que el interés de el presidente de la CEOE, Enrique Conde, que llegó a la presidencia de la mano de Lorenzo Vidal, en colocar un alfil al frente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación, sin consultar a nadie y a ?manu militari?, pero aún a sabiendas de esto no adivinamos que más quiere.

Queremos pensar en positivo, que su idea es fusionarla a la CEOE cumpliendo la legalidad y mediante un procedimiento jurídico. Bien. Ante esa pretensión unos empresarios han dicho que no están de acuerdo sin contar con ellos y el Gobierno de Cantabria que se encuentra de cambio, no dice nada todavía. Nosotros como siempre hemos dicho que creemos que se debe hacer lo que se ha hecho en el resto del país, que no es otra cosa que dar una solución a la Cámara y no mantenerla como está en la actualidad prestando sus salones de actos y poco más. Hay que hacerse preguntas, primero para qué queremos un proceso electoral, para qué queremos un presidente, para que queremos un sucesor, cuanto antes nos tenemos que preguntar qué actividades realiza la Cámara y si son útiles para la sociedad y para el empresario. Hay que delimitar las funciones y no duplicar funciones y objetivos y esa sería la primera cuestión. Mantener como hasta ahora un muerto vivo sería la peor solución. Seguiremos.